Escritor. Creador de la tira cómica "Coaching para esclavos". Cinéfilo, melómano y superdotado con TDAH. Hablo por aquí de películas, series, libros o cómics que me gustan. También estoy en Twitter (@torres_criado), en IG (josetorrescriado) y en Bluesky (@josetorrescriado.bsky.social).
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martes, 6 de agosto de 2019
LOS OTROS SUPERMAN III. SUPERMAN III
Después del tremendo éxito que “Superman II” repitió en la taquilla, la Warner quiso jugar sobre seguro y encargó el rodaje de la tercera parte de la saga a Richard Lester, que ya había completado lo que Richard Donner dejó al marcharse del proyecto de la segunda.
Se instaló, definitivamente, el tono de comedia que al parecer los productores quisieron desde un principio. Y “Superman III” supuso el principio de la decadencia de la saga, que tendría una cuarta parte aún peor.
Christopher Reeve, que empieza a encasillarse peligrosamente, repite papel protagonista, mientras que Gene Hackman se niega a dar vida de nuevo a Lex Luthor (aunque volvería a hacerlo en “Superman IV”), por lo que el carismático villano es sustituído por Ross Webster, un personaje creado especialmente para la ocasión.
Y este Ross Webster no es más que un millonario muy listo y excéntrico (que es interpretado por Robert Vaughn) con, la verdad, muy poca gracia (es realmente una copia/parodia del propio Lex Luthor, físicamente muy parecido y con gestos y procederes criminales casi idénticos).
Se introduce además, por primera y última vez en la saga, un secundario cómico, el informático Gus Gorman, al que da vida el gran Richard Pryor, que por entonces era uno de los cómicos más populares de los USA.
Y la verdad es que aquí, tristemente, es tan incapaz de sacar una mínima sonrisa que hasta resulta patético e irritante con sus gesticulaciones exageradas y sus golpes y caídas absurdas. Su personaje no se lo cree ni él mismo, que se ve en todo momento muy perdido en una película que no tenía nada que ver con su humor habitual, que claramente no era para él.
El de Superman, por otra parte, sigue adentrándose en su pasado, reencontrándose con Lana Lang, su amor de juventud en Smallville, pero esta relación no ayuda nada a levantar la historia, que se mueve entre escenas de acción mediocres (la mayoría) y vulgares idioteces de un guión insultante que no hace reír ni una sola vez en todo el metraje (y en los años que ya corren todavía menos, por eso la película además ha envejecido tan mal).
Pocas sagas han mostrado una adaptación tan mala a la comedia como ésta. Verdaderamente, el cambio le sentó fatal.
Sólo hay algo que se salva de "Superman III": la lucha de Superman contra su sombra maligna, realmente emocionante y bien narrada, él único punto luminoso de todo el filme (que al parecer iba a llamarse en un principio “Superman VS Superman”).
El resto es para tirarlo directamente a la basura. Una verdadera lástima que todo el buen hacer que había dejado de herencia Richard Donner se malograse con tantas estupideces y con esa manía tonta de buscar a toda costa un Superman cómico.
Como curiosidad, he de mencionar que hay muchos que salvan a esta película argumentando que se trata de una muestra más del "típico humor Lester", el que exhibió en las innumerables y geniales comedias que dirigió.
Puede que tengan razón, pero pienso que Superman no es el personaje ideal para mostrar este humor (a no ser que se rodase una parodia sobre su personaje, que no es el caso). Lester es un gran director, pero aquí pienso que se hundió completamente.
lunes, 5 de agosto de 2019
LOS OTROS SUPERMAN II. SUPERMAN II
“Superman” y “Superman II” fueron rodadas casi a la vez por Richard Donner, o por lo menos muchas de las escenas de la segunda se rodaron junto a la primera.
Este director fue el encargado de ambas hasta que, por causas aún no del todo aclaradas, la Warner le despidió y le sustituyó por Richard Lester. Al parecer, los productores no estaban contentos con el tono de excesiva seriedad que le estaba otorgando a la saga. Querían introducir más toques de comedia y que los villanos fueran aún más esperpénticos que el Lex Luthor de la primera entrega.
Al marcharse Donner, una buena parte del equipo artístico de la anterior película le siguió indignado por solidaridad. Lester hubo de volver a rodar escenas que ya estaban rodadas y, mezclándolas con otras que no se pudieron volver a rehacer, compuso esta excelente y a menudo infravalorada segunda entrega de las aventuras del hombre de acero.
Queda un poco en el aire la autoría real de “Superman II”: se pueden encontrar en ella huellas de sus dos directores. Muchos la han atribuido por completo a Donner y han despreciado a Lester. Otros al contrario.
Yo creo que, para bien o para mal, el trabajo fue conjunto. El filme, de hecho, creo que es igual de bueno que el anterior, aunque ya ha perdido, como era lógico, la capacidad de sorprender.
Christopher Reeve vuelve a encarnar a Superman, y Gene Hackman a Lex Luthor. Entran en la historia, además, tres nuevos villanos con un gran carisma (encabezados por el gran Terence Stamp como el inolvidable General Zod) que añaden a la trama unas justas dosis de violencia que la primera entrega no tenía, aunque también, a su vez, añaden otras pequeñas dosis de humor infantiloide bastante fuera de lugar.
Estos villanos aparecen justo al inicio de “Superman”, siendo expulsados de Krypton por el padre del héroe (Marlon Brando). En este detalle se descubre que Donner planeó ambas películas casi como una sola, sin fisuras temporales de ningún tipo.
Las escenas de acción vuelven a ser geniales, así como los efectos especiales, y la trama guarda el justo equilibrio entre la aventura, la lucha, el romance, y el humor.
El personaje del protagonista también aparece más desarrollado: en un momento determinado, habrá de elegir, entre la espada y la pared, entre sus superpoderes o el amor de Lois Lane.
Muchos prefieren “Superman II” a “Superman”. Otros, injustamente, la han denigrado hasta la saciedad. Yo creo que ambas son excelentes. “Superman II” es una más que genial secuela para una de las películas más míticas de la historia.
Eso sí, fue la última de las cuatro primeras entregas que mereció la pena. “Superman III” y “Superman IV” tiraron la saga por los suelos. Como curiosidad, el montaje auténtico de Richard Donner de esta “Superman II” ya existe.
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