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miércoles, 3 de enero de 2024

KIDS ON THE SLOPE. UN PRECIOSO RETRATO GENERACIONAL DE LA EDAD DE ORO DEL JAZZ

KIDS ON THE SLOPE de Shinichiro Watanabe - 2012 - ("Sakamichi no Apollon")

"Kids on the slope" es la serie que Shinichiro Watanabe dirigió después de sus míticas "Cowboy Bebop" y "Samurai Champloo" (ambas comentadas en esta etiqueta) y está basada en el manga "Sakamichi no Apollon" de Yuki Kodama.

El mencionado manga pertenece al género en Japón llamado "josei", que es el dirigido a mujeres adultas (sin ninguna connotación sexual) y equivalente del "seinen" para hombres. El cómic leo que ha sido definido como "uno de los mejores representantes del josei, que sin embargo trasciende dicha demografía". No lo he podido disfrutar, pero sí tengo que decir que la serie es excelente.

Ambientada en la segunda mitad de los años sesenta en la isla de Kyushu, en una localidad costera pequeña, "Kids on the slope" narra la historia de iniciación a la vida de un grupo de jóvenes de instituto a través del jazz, la música que, junto al rock, estaba no solamente pegando fuerte en la época en Japón (y en occidente también), sino que era además un vehículo para el cambio social en sociedades, valga la redundancia, marcadas por la represión en muchos aspectos.

Kaoru, el protagonista, es un chico tímido y solitario con problemas para hacer amigos que, al mudarse al pueblo, conocerá la amistad verdadera y descubrirá el amor en su nuevo instituto a la par que su relación con la música le hará cambiar su visión del mundo.

"Kids on the slope" es un anime de relaciones personales y de llegada a la madurez delicado y bello, con diálogos lúcidos y personajes carismáticos, que bucea además en el amor y el desamor, en la amistad, en las primeras frustraciones vitales, en la persecución de los sueños, en los problemas de la pobreza y de la falta de oportunidades, en la religión y la espiritualidad o en los procesos de cambio de un Japón que ha pasado tiempos convulsos. 

Desde mi desconocimiento del manga (que no obstante leo que es magnífico) puedo decir que Shinichiro Watanabe sabe sacar adelante con limpieza, pasión y delicadeza (él además ama el jazz, lo que se nota en otras obras suyas como "Cowboy Bebop") una historia que en apenas 12 capítulos delinea un microcosmos social y emocional en el que nos podemos sentir perfectamente reconocidos aunque no hayamos sido jóvenes en esos años sesenta.

Sólo le pongo un cierto "pero" a la serie: la animación, siendo digna, creo que ha empeorado con respecto a las dos series anteriores del autor. Desde mi punto de vista luce esquemática y estática a veces y sus fondos no son todo lo buenos que podrían haber sido. Es un problema que veo en bastantes animes de las últimas décadas (sin ir más lejos, en la última serie que adapta relatos de Junji Ito, comentada también en este blog) y que creo que hace perder calidad final y redondez a muchas producciones animadas japonesas más actuales.

Quitando esto, "Kids on the slope" es una obrita bella, delicada, cargada de significados que hay que descubrir y un canto de amor a la amistad y al poder sanador y rompedor de la música y de cualquier arte. Muy recomendable.

jueves, 6 de enero de 2022

ANIMATRIX. UNA ESPLÉNDIDA Y MUY VARIADA COLECCIÓN DE CORTOS ANIMADOS

ANIMATRIX de varios autores - 2003 - ("The Animatrix")

"Animatrix" es una colección de cortometrajes ambientados en el mundo de "The Matrix" que surgió antes del estreno de las dos secuelas de dicha película de los años 2000, "Matrix Reloaded" y "Matrix Revolutions", como acompañamiento promocional. 

Superó, por desgracia, a ambas secuelas, en las que pienso que las hermanas Wachowski metieron la pata hasta el fondo y se cargaron su saga. 


"Animatrix"
, como su propio nombre indica, es una colección animada y un nutrido grupo de autores (casi todos ellos japoneses venidos del mundo del manga y el anime) entrega en ella unos cortometrajes que en su mayoría son fantásticos y que complementan perfectamente al rico universo de la trilogía (algunos están directamente relacionados con sus tramas y otros con los videojuegos que se lanzaron también para la ocasión). 

"El último vuelo de Osiris" de Andrew R. Jones da el primer pistoletazo de salida para la serie y, para mi gusto, es de los cortos más normalitos y de los que presenta una animación menos conseguida. Sin embargo, sí que nos ofrece una buena historia de acción y batalla y artes marciales con un toque algo erótico muy divertida, y eso lo salva bastante. 

"Segundo renacimiento", de Mahiro Maeda, dividido en dos partes, es uno de los platos fuertes de la colección, y es básico para comprender el mundo de Matrix. Con una animación tradicional pero mezclada sin fisuras estéticas con las entonces "nuevas tecnologías", narra la historia de cómo las máquinas ganaron la guerra a los humanos y cómo todo terminó como lo conocemos. Fantásticos dos cortos, casi lo mejor de todo el conjunto.

"Historia del chico", de Shinichiro Watanabe, autor de la mítica "Cowboy Bebop" y de otras series inolvidables como "Samurai Champloo", nos pone ante una aventura juvenil en la que un chico que va al instituto y que siente su ambiente enrarecido es llamado por Neo para ayudarle en la rebelión. Espléndidamente animada, divertida, con acción y fresca siempre. 


"Programa", de Yoshiaki Kawajiri (autor de maravillas como "Ninja Scroll" o la segunda película de "Vampire Hunter D"), es una delicia de la acción (su director es un maestro en este género) que hace un homenaje al cine de samuráis y que presenta una batalla épica de katanas y otras armas blancas japonesas espléndidamente animada con la fluidez y la personalidad que caracteriza a este autor.

"Récord Mundial", de Takeshi Koike, presenta una frenética historia de entrada en Matrix por medio de la aventura de un corredor que traspasa los umbrales de su propio límite. Muy imaginativa y divertida. 

"Más allá", de Koji Morimoto, recrea una historia de terror con regusto psicológico que toma los lugares comunes del género de las "casas abandonadas" para hacer una incursión en el mundo de la rebelión contra las máquinas. Muy bien desarrollada y animación también excelente. 


Shinichiro Watanabe repite con otro segmento (uno de los mejores) en "Historia de un detective", que hace un homenaje sentido al cine negro clásico y a sus códigos en una trama detectivesca y fatalista con un gran regusto nostálgico. De los cortos más redondos. 

El último de todos, "Matriculado", de Peter Chung, es también fantástico, y aunque creo que su animación no es de las mejores (en parte por ese 3D que a principios de siglo se mezclaba mal con el dibujo tradicional), entrega una de las historias más interesantes, una discusión sobre la inteligencia artificial y la relación del hombre con la máquina cargada de sugerencia y pasión. 

"Animatrix" es una excelente colección de pequeñas joyas animadas y, como he dicho, es mucho mejor que "Matrix Reloaded" y "Matrix Revolutions" (y por supuesto de la bazofia de la reciente cuarta parte ni hablemos). 

miércoles, 14 de octubre de 2020

SAMURAI CHAMPLOO. KATANAS Y HIP HOP DEL CREADOR DE COWBOY BEBOP

SAMURAI CHAMPLOO de Shinichiro Watanabe - 2004 - ("Samurai Champuru")

"Samurai Champloo" es la segunda serie creada por Shinichiro Watanabe después de "Cowboy Bebop", y sigue sus pautas en gran parte y presenta una gran calidad, aunque creo, desde mi punto de vista, que es algo menor por algunos inconvenientes que comentaré más adelante. 

Si "Cowboy Bebop" mezclaba el género negro con la space opera, "Samurai Champloo" mezcla el de samuráis, uno de los clásicos del cine japonés de todos los tiempos, con divertidos anacronismos que son propios de nuestros días como el breakdance, el graffiti, la música electrónica, el rap y el hip hop.


 
Como en la primera serie, la mezcla funciona, y a las mil maravillas. Watanabe tiene olfato para revitalizar y fusionar en lo estético y estilístico géneros ya trillados o en apariencia radicalmente opuestos. 

El esquema también repite: tenemos 26 capítulos en los que prima una gran cantidad de historias autoconclusivas que se ven salpicadas por unas pocas en las que se desarrolla el pasado de los personajes principales, que son tres y cargados de carisma (los personajes sin ninguna duda son el punto fuerte de ambas series). 

Fuu es una chica que busca a un extraño samurai "que huele como los girasoles" y que está relacionado con su pasado. 

En su viaje, por pura casualidad, la acompañan dos samuráis totalmente opuestos en tipo de lucha. Mugen es un canalla que utiliza su espada combinada con técnicas breakdance y que es totalmente explosivo e impredecible. Jin, en cambio, es un samurai clásico, de los de "escuela", con una técnica elegante, precisa e impecable. 

Los dos van a su bola y luchan solamente por sí mismos, pero Fuu, que representa la valentía, la compasión y la racionalidad, opera cambios importantes en sus vidas. 

El humor está siempre presente, y la referencia cultural e histórica desprejuiciada e incluso fuera de tiempo. 

La variedad de capítulos es muy amplia: desde luchas contra yakuzas hasta combates contra samuráis corruptos pasando por encuentros con europeos fascinados por Japón, capítulos sobre el arte de la pintura o hasta partidos de baseball. 

Todo es ecléctico en "Samurai Champloo", y aunque prima la comedia en la mayor parte de los episodios, el drama ocupa también un lugar especial.

Los capítulos que desarrollan a los personajes, sus pasados y sus presentes, no escatiman a la hora de mostrar violencia, luchas a muerte, villanos brutales y un poso de melancolía y fatalismo que también estaban presentes en "Cowboy Bebop". 

Los tres últimos episodios me parecen una maravilla, y sólo por ellos la serie merece del todo la pena. Sin embargo, sí echo de menos en "Samurai Champloo" más segmentos de este tipo. 

Creo que el principal fallo que tiene la segunda obra de Shinichiro Watanabe es el abuso de capítulos de relleno. Llegan a ser abrumadores, y de tanto empacho de historietas pequeñas de coña el espectador llega a perder un poco el interés. 

No le ocurría a "Cowboy Bebop", que estaba mucho más equilibrada entre su parte cachonda y su parte seria. 

Hasta más allá del capítulo doce o trece no ocurre nada especialmente reseñable relacionado directamente con ninguno de los tres protagonistas, y eso cansa. Y luego, sigue el relleno durante bastantes tramos de la historia, y hay hasta capítulos que claramente sobran (como el del mencionado baseball o uno que es un resumen de lo ocurrido hasta entonces de lo más descarado). 

A pesar de todo esto, la serie es muy notable, y mezcla con mucha gracia unas influencias que en manos de otro autor tal vez no habrían cuajado. 

La animación, aún perdiendo detalle en algunos planos inexplicablemente, es muy buena, y los combates son un prodigio de inventiva, fluidez, potencia y emoción. Otra recomendable creación de este autor y, de nuevo, gran éxito de crítica y de público.

domingo, 2 de febrero de 2020

COWBOY BEBOP: LA PELÍCULA. UN FANTÁSTICO COMPLEMENTO PARA LA SERIE


Hay películas complementarias de series que, habitualmente, no suelen ser nada más que un simple capítulo alargado de dicha serie realizado de cualquier manera para hacer caja entre los fans.

Esto ocurre además, y mucho, especialmente en el mundo del anime, donde desgraciadamente muchas veces suelen alargarse los productos a lo bruto y sin sentido para explotar a la gallina de los huevos de oro sin miramientos.


Por suerte, la película de "Cowboy Bebop" no es uno de estos casos. Estrenada tres años después de la finalización de la serie de televisión, "Cowboy Bebop. La película" (mucho mejor su título original, "Cowboy Bebop. Knockin' On Heavens Door", título que además es el que da pleno sentido a su trama), presenta una historia independiente situada dentro del arco argumental básico de la serie.

A grandes rasgos funciona como una aventura más dentro de las tantas que los protagonistas viven y presenta una trama nueva que interesa de principio a fin y dos personajes nuevos llenos de carisma, profundos y con motivaciones lógicas y perfectamente desplegadas (el nuevo villano de la función es especialmente genial).


Por otra parte, Spike, Jet, Fay y Ed siguen comiéndose la pantalla y añaden nuevas aristas a sus historias.

Se repiten los asuntos habituales de la serie, aunque los del paso del tiempo y la redención y el peso del pasado siguen teniendo especial peso, al igual que no se marcha el aura fatalista propia del mejor thriller negro. 


Las escenas de acción son geniales, dinámicas y a ritmo del mejor jazz, mientras que la animación sigue siendo preciosa pero incluso llega a verse mejorada para la ocasión.

Por otra parte, los escenarios y su integración en ellos de elementos 3D (entonces, siendo incluso el año 2001, no era tan habitual encontrársela, y menos bien hecha) es totalmente compacta. Muy recomendable película, una excepción que confirma la regla.


sábado, 1 de febrero de 2020

COWBOY BEBOP. SPACE-OPERA, NOIR, JAZZ Y ACCIÓN EN UNA SERIE INIMITABLE


Shinichiro Watanabe es un autor y animador japonés que ha realizado muchas de sus obras dentro del famoso estudio Sunrise. 

Su estilo se caracteriza por la mezcla de géneros diversos y una ambientación musical anacrónica pero muy personal.

Ha realizado la serie de ciencia ficción "Cowboy Bebop", la de samuráis "Samurai Champloo",  la serie drama sobre la música "Kids on the Slope", la nueva de ciencia ficción "Space Dandy" y  la serie sobre el terrorismo"Terror in Tokyo" y la de nuevo serie de ciencia ficción "Carole & Tuesday".


También es el autor de la película "Cowboy Bebop: La película. Llamando a las puertas del cielo" y de dos de los segmentos de la colección de cortometrajes animados de "Animatrix".

"Cowboy Bebop" es una de las mejores series de animación de finales de los años noventa y la gran revelación de un entonces poco conocido Watanabe.

De sólo 26 episodios, nos traslada al año 2071, en donde la humanidad ha conquistado el espacio pero sigue perdida, muy perdida.


Se mezcla la ciencia ficción espacial romántica con el thriller y el western y la banda sonora se mueve a ritmo de jazz, uno de los estilos musicales preferidos de su autor, melómano empedernido. 

La combinación es fabulosa, y tiene una gran potencia evocadora y fantástica y, además, está recreado este mundo de una forma nostálgica, conscientemente analógica (y justo a las puertas de la era de Internet), cosmopolita y llena de referencias y homenajes al cine clásico.


Los protagonistas son cuatro cazarrecompensas muy diferentes pero que conforman una extraña familia muy compacta y compenetrada. Todos tienen claroscuros: ninguno es malvado pero todos tienen sus propios intereses, sus propios códigos y sus traumas que no les dejan avanzar de una forma u otra. Los antagonistas a los que se enfrentan poseen las mismas virtudes y defectos.

"Cowboy Bebop" es una serie que explora asuntos como el peso del pasado, el paso del tiempo, el azar, la muerte, el amor, la amistad, la soledad, el vacío vital o la lucha por la integridad a pesar del entorno adverso.


Combina a la perfección el humor (mucho, abundante) con la acción pura y dura (maravillosas escenas) y con el drama más doloroso. El aura fatalista heredada de los grandes filmes negros del Hollywood clásico está siempre bien presente.

La animación de "Cowboy Bebop" es una maravilla. Tratándose de una serie que se emitió en 1998 por primera vez, sorprende su calidad, su fluidez, su nivel de detalle, así como la riqueza de sus personajes y sus escenarios. Producto televisivo cien por cien magistral y redondo.


A finales de la década de los noventa muchas personas se negaban todavía a reconocer a la animación como algo "serio", y fueron series como ésta decisivas para cambiar esta concepción absurda de un arte que entonces, y no entiendo por qué, primaba en gran parte del público. 

"Cowboy Bebop", con un desenlace de infarto (de verdad que es digno de antología) es una creación magnifica de un autor que ha seguido entregando maravillas año tras año. Imprescindible serie.


-COMENTARIO CON SPOILER PARA LOS QUE HAN VISTO LA SERIE:

Nunca dejará de sorprenderme el final de "Cowboy Bebop". Si no hay muchas series animadas que terminen de forma trágica, imagínense lo que tuvo que suponer esto en 1998, cuando esta se cerró.

Impresionante y fatalista, el desenlace de esta maravilla ha quedado para los anales y sigue sorprendiendo a los que se acercan a ella por primera vez. De diez.