Mostrando entradas con la etiqueta El Hobbit. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Hobbit. Mostrar todas las entradas

domingo, 30 de octubre de 2022

EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS. EL DESPROPÓSITO CULMINANTE

EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS de Peter Jackson - 2014 - ("The Hobbit: The Battle of the Five Armies")

¿Qué es lo que pasa cuando adaptas una novelita de unas 200 páginas en tres películas de más de dos horas? Pues ya lo sabemos: trama alargada como un chicle, subtramas inventadas, personajes que no salían en la novela que hay que meter por la fuerza para rellenar, personajes igualmente inventados... En fin, es lo que hemos visto en las dos primeras partes de la adaptación cinematográfica de "El Hobbit". 

Y... ¿Qué es lo que pasa además cuando en las dos primeras películas metes casi toda la novela? Pues que para rellenar el metraje de la tercera tienes que inventarte... Casi toda la película. Y para colmo, Peter Jackson, el creador de esta cosa y de sus antecesoras, se la ha inventado mal. 

"El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" es un auténtico despropósito. Tras una introducción de cinco minutos en la que se despacha de mala manera toda la conexión con la segunda entrega de la saga, se pasa a una batalla de dos horas y pico interminable y, además, mal rodada. 

Los personajes apenas tienen desarrollo en esta orgía de combates indiscriminados y los que lo tienen están mal desarrollados (el papel protagonista de Bilbo queda reducido de mala manera, el carácter de Bardo desaparece un trecho del filme para aparecer casi al final, Galdalf pierde importancia de forma cutre y Legolas, que ni siquiera está en la novela, se hace el amo del cotarro sin razón ninguna...), mientras que los mencionados combates son largos y pesados y hunden un ya de por sí ritmo inexistente. Y encima, Jackson rueda todo mal. Sí, la película, como he dicho, está mal rodada.

La batalla infumable que se zampa casi todo el metraje es muy confusa, tiene fallos gigantescos de raccord por todas partes, aparece y desaparece su sonido ambiente en según qué momento cuando toda la acción se desarrolla en sus alrededores (terrible fallo, de bulto e incomprensible en un director experimentado), el espectador no sabe con certeza cuáles son los cinco ejércitos implicados en ella (es que ni se explica, oigan, y algunos de estos ejércitos aparecen SEGUNDOS, sí, segundos) y todo termina en una sucesión infumable de supuestos "combates decisivos" metidos a lo bestia y sin sentido de la acción y de su despliegue y despachados uno tras otro como en una cadena de montaje.

Para colmo de los colmos (y aquí aviso de que viene un enorme spoiler, aunque la verdad es que creo que es mejor que el espectador fan de la obra de Tolkien los sepa de antemano), a Peter Jackson no se le ocurre otra cosa que despachar al dragón Smaug en cinco minutos (sí, en los cinco primeros minutos de película nos lo cargamos y ole y a otra cosa mariposa) de forma que todo el final supuestamente sorpresivo de "El Hobbit: La desolación de Smaug" no sirva para absolutamente nada. 

"El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" es un subproducto muy bien empacado para sacar los cuartos descaradamente al personal, la horrenda culminación de una adaptación infame que nunca tendría que haber sido una trilogía. Jackson, esta vez lo has hecho fatal.

sábado, 29 de octubre de 2022

EL HOBBIT: LA DESOLACIÓN DE SMAUG. MÁS DE LO MISMO Y MÁS ALARGADO TODAVÍA

EL HOBBIT: LA DESOLACIÓN DE SMAUG de Peter Jackson - 2013 - ("The Hobbit: The Desolation of Smaug")

"El Hobbit: La desolación de Smaug" es más de lo mismo con respecto a su antecesora, "El Hobbit: Un viaje inesperado", aunque no llega a ser tan horripilante como la tercera parte de la trilogía, "El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos", la peor obra de toda la saga de la Tierra Media de Peter Jackson con mucha diferencia. 

El director de Nueva Zelanda vuelve a presentar una película que de la novela original de Tolkien tiene bastante poco. Es normal cuando, como comenté ayer, se hace la locura de meter con calzador unas 200 páginas de narración en tres cintas de más de dos horas. 

Volvemos a tener aquí, claro, una trama estirada como un chicle para rellenar metraje de cualquier manera, volvemos a tener a personajes que no salen en "El Hobbit" pululando por ahí (el más destacado -para mal- es Legolas, vehículo de lucimiento para que Orlando Bloom vuelva a a la saga a hacer sus piruetas élficas), volvemos a tener a personajes totalmente inventados (como esa elfa amiga de Legolas interpretada por Evangeline Lilly), tramas también inventadas (como el amorío de esta elfa con el enano Kili) y escenas de acción alargadas a lo bestia más emparentadas con las de un videojuego que con las espectaculares y dignas de la trilogía de "El Señor de los Anillos" (la de la huida de los enanos a través del río es especialmente demencial: además de ser eterna, es casi ridícula, con todos los mencionados enanos, valga la redundancia, rebotando como en un pinball). 

Y además tenemos un ritmo que se resiente debido al poco equilibrio entre la acción pura y el drama. Y alguna buena escena suelta por ahí también, pero solamente "alguna".

No se puede negar que Peter Jackson sabe crear un buen ambiente para su Tierra Media, desde luego: los escenarios siguen siendo maravillosos y la riqueza de los detalles también. Tampoco se puede criticar a los actores, que lo hacen bien y que están muy bien representados. Y, como he dicho, hay alguna escena excelente por ahí suelta (el juego entre Bilbo y el dragón Smaug es fantástico, y recupera al mejor Jackson, el que también dio destellos de buen director en la primera entrega con la escena del juego de acertijos entre Bilbo y Gollum). Igualmente, la película, al igual que su antecesora, puede resultar entretenida. 

Sin embargo, no es suficiente porque el conjunto, si no se hubiese ideado y hecho tal mal desde un principio, si no se hubiese ido tan descaradamente a sacar beneficios comerciales de mala manera, habría dado mucho más de sí. Otra pena.

viernes, 28 de octubre de 2022

EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO. EL PRINCIPIO DE UNA ADAPTACIÓN DESASTROSA

EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO de Peter Jackson - 2012 - ("The Hobbit: An unexpected journey")

Siempre he alabado, en general, la versión para la pantalla que Peter Jackson realizó de la trilogía de "El Señor de los Anillos". Desgraciadamente, no puedo alabar, ni por asomo, su versión de "El Hobbit", una adaptación que abandonó Guillermo del Toro, el que originalmente iba a dirigirla, al parecer por problemas de agenda. 

Jackson, después de su horrible versión de "King Kong" y de la también fallida "The Lovely Bones", aceptó volver a la Tierra Media para sacarse de la manga, de un libro que tiene unas 200 páginas, una trilogía (iban a ser dos películas, pero las ampliaron a tres... en fin) de cintas que para colmo pasan todas de las dos horas. 

Esta trilogía, por supuesto, se estrenó en tres años sucesivos (2012, 2013 y 2014) y en Navidad. Blanco y en botella. El éxito comercial fue claro. El artístico... No. 

¿Cómo metemos en tres películas de más de dos horas 200 páginas de un librito? Pues alargando la cosa como un chicle, haciendo escenas de acción interminables y metiendo a personajes inventados o que no estaban originalmente en la novela y dándoles subtramas. 

El desaguisado es bestial, y no sólo para los fans de la obra de J. R. R. Tolkien. Las tres entregas de "El Hobbit" son más que una afrenta a la obra de su autor: son tres películas erráticas, deslavazadas, alargadas con el peor de los descaros y por ello bastante aburridas.

"El Hobbit: Un viaje inesperado", sin ser tan horrenda como es "El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" (la peor de todas con mucha diferencia), maltrata a la novela original de mala manera metiendo a personajes con calzador que no estaban en dicha novela, recreando escenas innecesariamente alargadas con verborrea y parafernalia barata y montando escenas de acción todavía más alargadas que tienen ya más que ver con las de un videojuego que con las estéticamente perfectas y serias de "El Señor de los Anillos" (especialmente, la huida del antro de los trasgos es infumable). 

La película puede llegar a ser distraída; sí. Eso no se puede negar. Pero aquí de "El Hobbit" hay poco y Jackson se dedica a acumular más que a hacer un buen trabajo, dejando un conjunto vulgar y anodino. 

Los actores, tanto los nuevos como los que repiten de "El Señor de los Anillos", trabajan bien, y la ambientación vuelve a ser excelente. También hay momentos fantásticamente rodados: los acertijos de Gollum están representados con fidelidad y sutileza y recuperan al mejor Peter Jackson, al que no está por ninguna otra parte. 

Eso es lo poco que se salva de esta infamia perpetrada contra "El Hobbit" por el mismo director que sorprendió diez años antes con la adaptación de su novela secuela. Una pena.

sábado, 18 de junio de 2022

EL HOBBIT DE RANKIN/BASS. UNA ADAPTACIÓN ANIMADA MEJOR QUE LA DE JACKSON

EL HOBBIT de Arthur Rankin Jr. y Jules Bass - 1977 - ("The Hobbit")

La primera adaptación de "El Hobbit" en largometraje corrió a cargo de una de las grandes compañías del cine de animación de los sesenta, setenta y ochenta, la Rankin/Bass Productions, hoy algo olvidada pero por suerte cada vez más justamente revalorizada (poco a poco). 

Teniendo en cuenta que este largometraje fue creado para estrenarse en la televisión, teniendo en cuenta que la mencionada compañía no tenía ni tanto dinero ni tantos recursos como por ejemplo la de Walt Disney y teniendo en cuenta que estamos en la segunda mitad de los setenta con las técnicas animadas y de efectos especiales de esta década... "El Hobbit" de Arthur Rankin Jr. y Jules Bass es una joyita y, aunque suene duro decirlo, es ciertamente mucho mejor que esa terrible trilogía de películas de más dos horas que adaptan un librito de menos de 300 páginas de Peter Jackson, que con "El Señor de los Anillos" lo hizo muy bien pero que aquí metió la pata hasta el fondo.

Arthur Rankin Jr. y Jules Bass, apoyados en la animación por el estudio japonés Topcrath, uno de los principales dedicados a la animación de su momento también, adaptan en "El Hobbit" la novela homónima de J. R. R. Tolkien que precede a su mítica y mencionada saga de los anillos y lo hacen con bastante fidelidad (muchísima más que Jackson) y, a pesar de estar limitados por la duración del filme y su presupuesto (faltan algunas escenas, personajes y pasajes del libro, aunque era de esperar) entregan una película infantil que también es perfectamente disfrutable por los adultos.

"El Hobbit" es en todo momento un libro más dedicado para los niños que "El Señor de los Anillos", donde se incrementaban ya las dosis de alegorías (la guerra, el racismo, la ecología...), de violencia y de historias con dramas adultos. 

Rankin Jr. y Bass saben extraer la esencia de la novela, sus diálogos, sus lecciones morales (más sencillas), y plasmarlas en la pantalla con ritmo y con una animación excelente y unos decorados maravillosos. 

El mundo de Tolkien queda perfectamente representado en esta cinta animada que contiene escenas fantásticas como los encuentros con Gollum o el dragón Smaug, muy bien desplegadas. 

Recomendable filme en todos los aspectos. La Rankin/Bass Productions volvería en 1980 al mundo de la Tierra Media ya con bastante peor fortuna con "El Retorno del Rey", una suerte de continuación "no oficial" del fallido "El Señor de los Anillos" de Ralph Bakshi.

sábado, 31 de octubre de 2020

EL HOBBIT. EMPIEZA LA GRAN SAGA DE LA TIERRA MEDIA

EL HOBBIT de J.R.R. Tolkien - 1937 - ("The hobbit")

"El hobbit" es la primera novela publicada por J.R.R. Tolkien, y la novela con la que comienza a delinearse su riquísimo, imitado y parodiado mundo imaginario de la Tierra Media y todo su universo.

Inicialmente, esta obra surgió como un cuento que el escritor contaba a sus hijos con el objetivo de divertirles. El cuento, sin embargo, se fue ampliando a lo largo del tiempo y varios de sus amigos le indicaron que había potencial en sus páginas y que tratase de publicarlo: les hizo, por suerte, caso.

Hablar de las influencias de "El hobbit" y del mundo de Tolkien en general nos podría llevar páginas y páginas. 

En resumidas cuentas puedo decir que, además de en el propio "El Silmarillion" (que estaba ya comenzado por el autor), se inspira en los escritos épicos y mitológicos nórdicos (aunque yo también veo influencias de los grecolatinos, por ejemplo) o en los cuentos de hadas clásicos.

En la creación de los hobbits, su raza más famosa, se inspiró concretamente según el mismo reconoció en la novela infantil fantástica "El maravilloso país de los snergs" de Edward Wyke-Smith. Menciono ésta porque me parece especialmente importante, pero hay más obras con nombre propio en las que Tolkien miró: desde "Beowulf" hasta los "Dichos de Fafnir" pasando por "El flautista de Hamelín".

"El hobbit" es muy diferente a "El Señor de los Anillos". Su origen de cuento claramente infantil pesa (sin que ello sea negativo lo digo, ojo), sobre su acabado final. 

Está más cerca de la fábula clásica que del relato épico que posteriormente caracterizaría a Tolkien, y es también menos violento (aunque tiene algunas escenas siniestras propias del mencionado cuento de hadas que a menudo se pasan por alto).

Esta novela es, además, una "novela de formación". Bilbo Bolsón, su inolvidable protagonista, lleva una vida relajada pero mediocre y acaba enfrentándose a sus miedos, descubriendo su valía y madurando como persona independiente.

Que la fuerza no es lo único importante queda claro: Bilbo, un hobbit, salva la papeleta en más de una ocasión a sus compañeros enanos, de una raza guerrera, e incluso se erige como un hábil negociador entre éstos, los humanos y los elfos. Este tema se repetiría en "El Señor de los Anillos", donde los también hobbits Frodo y Sam quedan como la última esperanza contra Sauron.

Podemos decir que "El hobbit" es maniqueo en general: la mayoría de los personajes son buenos o malos sin demasiados grises de por medio, y la maldad está despersonalizada y canalizada en conceptos, representada, como volvería a estarlo básicamente en la mencionada "El Señor de los Anillos", en criaturas horribles y monstruosas como los trolls, los trasgos o las arañas gigantes.

Es lo que Tolkien buscaba en parte: era un hombre católico y se adivinan en sus escritos ideas conservadoras. El "Mal" es entendido como una metáfora grande, oscura, deshumanizada. 

No obstante, la vida nunca es blanca o negra por completo: fue un ecologista y un antibelicista declarado, y despreció públicamente a Adolf Hitler y, también, las brutalidades que también cometieron los Aliados en la Segunda Guerra Mundial (él perdió a la mayoría de sus amigos en la Primera, lo que le dejó traumatizado de por vida).

También hay que matizar algo: no todos los personajes de la novela son estrictamente buenos y malos. Thorin Escudo de Roble tiene claroscuros: es un enano de fondo bondadoso, pero su orgullo y sobre todo su avaricia desmedida le llevan a cometer tonterías y a poner en peligro a sus amigos.

Gollum es el otro personaje que rompe esta norma: aquí ya aparecen dibujadas sus dualidades y su recuerdo de una feliz vida anterior perdida. Se desarrollará plenamente ya en "El Señor de los Anillos".

Los elfos silvanos del Bosque Negro, por otra parte, también la rompen: son soberbios y orgullosos, y se comportan con altanería y desconfianza con todos aquellos que entran en su territorio, aunque no sean una raza malvada.

"El hobbit" es también una novela ecologista. No tanto como "El Señor de los Anillos", pero lo es. El amor por la naturaleza de Tolkien se transluce en su descripción de paisajes (inspirados muchos de ellos en unas vacaciones que pasó recorriendo Suiza) y se vislumbra ya una cierta crítica a la acción destructora de los humanos sobre ellos.

Finalmente, hay que decir también que, si bien como he dicho es esencialmente un cuento más orientado a los jóvenes, "El hobbit" tiene algunos pasajes verdaderamente sombríos que a veces no son recordados como se merecen: desde las cuevas de los trasgos hasta el encuentro con el terrible dragón Smaug pasando por, sobre todo, la pesadilla por la que pasan los protagonistas en el mencionado Bosque Negro y el duelo de acertijos de Bilbo con Gollum (un capítulo verdaderamente siniestro).

"El hobbit" es una novela divertidísima, con personalidad, con un mundo perfectamente delineado y lleno de encanto, evocador y romántico. Se lee en un vuelo: es pura aventura, puro cuento del bueno, y toma las influencias mitológicas que toma pero las moderniza y las adapta y reinventa. Empezaba la leyenda de la Tierra Media.

Ha tenido varias adaptaciones cinematográficas, por cierto: la animada del estudio Rankin/Bass Productions no es perfecta pero es bastante fiel en general a la novela, y la de Peter Jackson, si bien visualmente es espectacular, metió la pata a lo bestia al querer repartir un libro más bien cortito en tres películas larguísimas.