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lunes, 31 de julio de 2023

OPPENHEIMER. UNA OBRA MAESTRA QUE NOS RECUERDA QUE NADA ES BLANCO O NEGRO

OPPENHEIMER de Christopher Nolan - 2023 - ("Oppenheimer")

En esta época de blancos y negros, de buenos y malos, de negación fanática y rancia de todo punto medio y de política basura de campo de fútbol, "Oppenheimer" viene a recordarnos que la vida a veces es un eterno gris monstruoso y tozudo. Cuanto más la maduro, más genial me parece la última película de Christopher Nolan.

"Oppenheimer", un retorno al cine histórico y realista tras su también fantástica "Dunkerque" (por medio ha estado "Tenet"), es otra salida más de Nolan de su zona de confort y otra de sus películas más "diferentes" (aunque conserve sus señas). Me encanta cuando los artistas arriesgan.

Estamos ante un fresco impresionante, soberbio, excelso y demoledor de una de las épocas más complicadas que la humanidad nunca ha vivido: la Segunda Guerra Mundial. Pocas han reconcentrado tal cantidad de horrendos acontecimientos, de brutales cambios, de inmisericorde destrucción y de salvaje pisoteo de los derechos humanos y desprecio por la vida (tal vez la anterior Gran Guerra, y no estoy seguro de ello, a pesar de lo cruenta que también fue).

Nolan se sirve de la vida real de Julius Robert Oppenheimer, el que posiblemente sea el principal "padre" de la bomba atómica que puso fin a la mencionada guerra, para ponernos ante una de las tesituras más complicadas a las que la humanidad ha tenido que enfrentarse. 

De la misma manera que en la espléndida "El viento se levanta" de Hayao Miyazaki (no es el mismo dilema, pero se le acerca mucho, pienso) nos encontramos ante un callejón sin salida creado por unos locos poderosos que han desatado una contienda sin visos de terminar y que obligan a tomar contra ellos medidas extremadamente drásticas. 

¿Qué habríamos hecho si fuésemos Oppenheimer? Nos lo preguntamos sin cesar. Porque toda persona tiene claroscuros, toda persona tiene grises y toda persona tiene miedos. Y siendo judío en aquel momento, el miedo es extra. 

Nolan consigue ponernos en el lugar del célebre físico y de varias de las personas que le rodean. Estamos, como he dicho, ante uno de los peores dilemas a los que nadie ha tenido, hasta la fecha, que enfrentarse. Y Nolan no juzga: sólo muestra. Las conclusiones vienen solas, pero vienen montones de golpe, como la ramificación de un árbol. ¿Qué habrías hecho tú, que ahora me estás leyendo, si fueses este hombre y si vivieses en su época?

Christopher Nolan articula este drama psicológico en torno a la mencionada historia del personaje principal a lo largo de las décadas clave de su acción alternando el color y el blanco y negro y con un ritmo dinámico y justo en cada punto clave. Tres horas que se pasan en un vuelo. No te enteras: la película termina y dices... ¿Ya? 

Otros asuntos universales pivotan alrededor del principal: la ciencia y la tecnologías mal usadas, el imperialismo, el racismo, la caza de brujas, la corrupción, el poder político utilizado en beneficio propio, los prejuicios y la hipocresía, la culpa y la redención.

El retrato histórico es, además de visualmente riquísimo, exhaustivo y milimétrico, y los datos, montones de datos, se nos van desgranando con una economía, inteligencia y delicadeza exquisitas. Comprendes todo el contexto en segundos, y luego te quedan claras todas sus consecuencias sin ningún tipo de esfuerzo. Nolan es un profesor de historia genial.

Finalmente, su reparto, cargado de caras conocidas (hasta el secundario que parece más secundario es alguien famoso) está en total estado de gracia. Sobre todo un Cillian Murphy absolutamente inolvidable y un Robert Downey Jr. totalmente apoteósico.

"Oppenheimer" es gran cine. Lo ha dicho ya todo dios en las redes sociales en la última semana, pero es que de verdad lo es. Un clásico instantáneo, una obra demoledora, difícil, cero complaciente y que muestra una realidad dolorosa desnuda que nos pone cara a cara con lo mejor y lo peor de lo que somos capaces de hacer cuando no tenemos opciones. Una obra maestra.

jueves, 27 de agosto de 2020

TENET. UN SOBRIO Y EXIGENTE NUEVO THRILLER DE CHRISTOPHER NOLAN

Por fin se ha estrenado "Tenet", la ansiada nueva película de Christopher Nolan, que llevaba meses retrasándose a causa de la pandemia que por desgracia estamos viviendo. Y este director no decepciona: nunca.

Esta es otra de esas reseñas en las que voy a contar lo mínimo sobre la película, porque pienso que hay que enfrentarse a ella sabiendo prácticamente nada (o mejor incluso nada) sobre su trama y hasta sobre sus premisas.

"Tenet" vuelve, tras la bélica "Dunkerque", a uno de los géneros predilectos del director: el thriller. Es un thriller, sin embargo, con características especiales que no voy a revelar.

Si bien creo que le cuesta arrancar y que es demasiado largo (aunque el metraje extenso es una de las señas de identidad de Nolan, y un elemento con el que se siente a gusto), una vez que se le coge el "click" resulta muy estimulante en todos los aspectos.

Su estilo sí se aleja de otros que el director ha practicado: es, aunque no lo parezca en un principio o tras haber visto solamente el póster o el trailer de la película, mucho más sobrio en efectos especiales o en trucos que, por ejemplo, "Origen" o "Interestellar". En este sentido, se acerca mucho más en su realismo a la mencionada "Dunkerque".

Tiene también escenas de acción de alto voltaje. Son una maravilla: están llenas de potencia y de ritmo, de espectacularidad y de garra, y de un bien medido realismo, como he señalado, dentro de los parámetros de su propuesta.

Su trama toca numerosos asuntos que tampoco quiero revelar, pero sí que tengo que decir que lo hace con coherencia, con lucidez, y por medio de unos personajes muy bien construidos (e interpretados, además, por un plantel de actores y de actrices que están excelentes).

Es, además, como suelen ser las películas de Nolan, un reto en muchos aspectos. Especialmente, en el metafísico. Hay que verla despejado, y estar atento desde el primer minuto. Todos los detalles importan: todos. 

Para muchos que la han visto ya puede resultar predecible: yo tengo que decir que a mi, personalmente, me sorprendió. Puede que su estructura no sea realmente tan enrevesada como pretende ser y es cierto que hay elementos bastante pretenciosos en ella. 

Sin embargo, "Tenet" me parece un retorno de Christopher Nolan, una vez más, henchido de calidad y que trae consigo una propuesta verdaderamente estimulante. Vayan a verla.

martes, 30 de junio de 2020

DUNKERQUE. UNA EXPERIENCIA SENSORIAL BÉLICA DE CHISTOPHER NOLAN


"Dunkerque" es la película "menos Nolan" de Christopher Nolan hasta ahora, o así por lo menos lo veo yo.

Las críticas se dividen en este tipo de obras, y esto se agudiza por el hecho de que es además el primer filme bélico del autor, un género que no había tratado hasta ahora.

Yo veo "Dunkerque" sobre todo como una experiencia sensorial, y creo que es exactamente lo que pretende ser.


La Segunda Guerra Mundial nos la han contado ya mil veces desde miles de puntos de vista (mucho menos que la Primera, interesantísima también y menos tratada en el cine y en la ficción en general, no sé por qué), y Nolan no pretende narrar otra vez ni una historia patriotera de superación en batalla, ni una que nos vuelva a explicar de nuevo el contexto sociopolítico del momento, ni una que nos narre cómo marchó la guerra hasta su desenlace, ni una que homenajee a las víctimas del holocausto de los nazis.

Lo que pretende, pienso yo, simple y llanamente, es rodar una suerte de filme de acción bélico. "Dunkerque" narra lo que fue la batalla en esta ciudad del norte de Francia durante los primeros años de la contienda como si fuese una enorme secuencia única, y lo consigue.


Los más puristas del género tal vez se sientan indignados, pero lo cierto es que creo que deberían abrirse un poco más a las posibilidades que ofrece para mezclar estilos.

Posiblemente, esta película no pase a la historia ni como una de las grandes del mencionado género bélico ni tampoco como una de las mejores de la filmografía de su director. Sin embargo, solamente por su primera media hora ya merece la pena.


Es difícil, muy difícil, rodar una cinta de 107 minutos cuya espina dorsal es la acción. El retrato de personajes es mínimo (de hecho es que apenas hay), el patriotismo inglés da su grimita (como el norteamericano) y el retrato de los horrores de la guerra y sus egoísmos nos lo sabemos de memoria, pero Nolan no busca eso: busca tener al espectador agarrado al sillón y hacerle vibrar, y lo consigue de sobra.

Su primera media hora, ya lo he dicho, es un prodigio. Lo es porque es un prólogo enorme lleno de garra y potencia que lo agarra a uno ya no lo suelta. Y el resto, es idénticamente genial.


Las batallas aéreas de este filme son de las mejores que he visto rodadas nunca en un filme de guerra, y las escenas de combate ensambladas con un montaje frenético pero dinámico y siempre coherente son deliciosas. 

La ambientación de matrícula de honor, así como los efectos especiales y el sentido del ritmo del relato. Y los actores excelentes todos, aún en sus pequeñas piruetas, porque el filme es de protagonista coral. Hay además escenas angustiantes que verdaderamente ponen los pelos de punta. 


"Dunkerque" es y ha sido para mi eso mismo: una gran experiencia sensorial, una película arriesgada y diferente.

En parte, me recuerda, salvando las distancias, al concepto de la cuarta y polémica entrega de la saga de "Mad Max", que a unos encantó y a otros aburrió mortalmente: ambas regalan prácticamente una única secuencia de acción larga y en ella ponen toda la carne en el asador (aunque por ello también no tengan mucho tiempo para el desarrollo de los personajes).


miércoles, 10 de junio de 2020

INTERESTELLAR. LA APUESTA DE NOLAN POR LA FUERZA DE LA HUMANIDAD


Vi "Interestellar" con dos amigos matemáticos. Uno de ellos, precisamente, investiga los llamados Agujeros Negros. Al salir del cine, ambos estuvieron charlando sobre la "viabilidad" científica de la película: para uno, el que estudiaba los Agujeros Negros, tenía sentido; para el otro, que estudia Topología, era un absoluto disparate. 

Yo soy de letras (y de las puras) y no tengo mucha idea de los asuntos científicos que trata "Interestellar", pero sí tengo algo que decir a este respecto desde el punto de vista de la calidad puramente cinematográfica y narrativa de su trama: es un filme de ciencia ficción. Ciencia. Y ficción.


Es decir: hay una base científica y, a partir de ella, se despliega otra fantástica. Y teniendo en cuenta que no hablamos de un proyecto científico, sino de una película, "Interestellar" cumple de sobra.

Dejando a un lado la mencionada base científica, el filme viene a ser una clásica apuesta por la humanidad. Y no se trata de una apuesta ni ñoña, ni maniquea, ni ventajista. Nolan es optimista en su mensaje, y no manipula.


Por medio de una trama excelentemente aprovechada e hilvanada, que se acerca a las tres horas de duración (casi tres horas que se pasan en un vuelo debido al ritmo del conjunto y al interés que nunca se pierde), Chistopher Nolan despliega una lúcida y coherente historia de superación del abismo (como he dicho, sin manipulaciones) en la que apuesta por el ser humano y por su posibilidad de, en última instancia, resolver sus problemas por medio de la colaboración, el sacrificio y sobre todo el amor.


Los diálogos son muy buenos, el aspecto científico está explicado "para todos los públicos" y los personajes están, además de perfectamente delineados (todos con hondura de sobra) perfectamente interpretados por un reparto genial encabezado por un muy destacado Matthew McConaughey (hay que ver lo que ha cambiado la carrera actoral de este hombre en los últimos años...).

Los decorados son preciosos en toda su salvaje y primigenia soledad y el humor que salpica la obra no resulta fuera de lugar en ningún momento. "Interestellar" es, digan lo que digan, y desde el punto de vista cinematográfico, una muy buena creación. Recomendable.


lunes, 25 de mayo de 2020

ORIGEN. NUEVO GIRO HACIA LA METAFÍSICA DE CHRISTOPHER NOLAN


Christopher Nolan siempre ha sido un cineasta con gran gusto por los dilemas y los juegos metafísicos, lo que se puede comprobar en obras como "Memento", "El truco final" o "Interestellar".

Tal vez su obra "definitiva" en lo referente a estos dilemas sea sin embargo la excelente "Origen", que somete al espectador a un tenso descenso a los diversos niveles del subconsciente mezclando el thriller, la aventura fantástica y la acción pura y dura en un efectivo mix de géneros en el cual también hay lugar para una maravillosa historia de amor y otra de relaciones paterno-filiales.


Nolan reflexiona sobre las relaciones entre la realidad y el sueño y sus naturalezas y sobre la posibilidad de la existencia de distintas realidades (en lo cual interviene poderosamente lo subjetivo -y lo obsesivo-) y de que dichas realidades terminen tanto solapándose como alejándose las unas de las otras de manera radical.

Lo puramente metafísico se une además a otra reflexión sobre los sentimientos y las reacciones humanas y emocionales que la existencia "real" de la mencionada telaraña metafísica podría suscitar.

"Origen" habla definitivamente, tras el envolvente juego que propone al espectador, de la necesidad de escapar que todos alguna vez hemos tenido hacia el mundo de los sueños y de cómo dicho mundo puede terminar suplantando al real. 


Y también de la posibilidad, dolorosa pero necesaria cuando se traspasa el límite, de volver o por lo menos de buscar "lo verdaderamente verdadero". 

Todo juego metafísimo está sometido por supuesto a ciertas trampas (aunque Nolan las esquiva con limpieza y dignidad casi todas) y a cierta polémica (no todos van a coincidir con la visión del que lo expone -a algunos les parecerá un timo-), pero "Origen" es, en este aspecto, coherente (pienso) y no trata de engañar al espectador. 


Por otra parte, sus espectaculares efectos especiales están justificados y no son abusivos en el artificio, mientras que el reparto del filme es destacadísimo, encabezado por un como siempre gran Leonardo DiCaprio al que acompañan geniales secundarios (todos). 

Una muy notable película es la que el realizador británico creó entre la segunda y la tercera entregas de su trilogía de Batman.


jueves, 30 de abril de 2020

EL TRUCO FINAL. THRILLER FANTÁSTICO DE ÉPOCA MADE IN CHRISTOPHER NOLAN


Desde que alcanzó la fama con la sorprendente “Memento”, Christopher Nolan se ha convertido en un director de culto gracias a su capacidad para crear obras que funcionan a la perfección en las taquillas y que además se pueden considerar plenamente “de autor”. 

“El truco final” es una de las mejores películas fantásticas de la década pasada. Aderezada con un efectivo toque de thriller de época, desarrolla la historia de dos ilusionistas rivales que luchan por superarse el uno al otro y a sí mismos, lucha que les lleva a la obsesión más enfermiza y que les coloca muy cerca de la perdición.


En el combate por conseguir un truco mejor que el de su enemigo, ambos ponen en serio peligro sus relaciones personales y sus propias vidas.

Poco más voy a contar sobre la historia de la película porque, si me extiendo demasiado, corro el riesgo de estropearla, ya que “El truco final” es la clásica cinta cuyo poder de impacto se encuentra en un argumento lleno de enigmas y de vueltas de tuerca (escrito por Christopher y su hermano Jonathan) coronado por una vuelta de tuerca final, valga la redundancia, que lo pone todo del revés y que propina una gran sorpresa (que, sin embargo, se puede llegar a intuir de alguna manera sobre la mitad del metraje).


Nolan lleva la trama con un gran ritmo y consigue que no decaiga un solo segundo. Todo está escrupulosamente hilvanado y no quedan cabos sueltos tras el laberinto de trucos en el que sus protagonistas envuelven a los espectadores.

La estructura de esta trama, además, intenta reflexionar sobre la propia estructura del cine y sus “trucos”.

Los actores principales (un magnifico Christian Bale y un Hugh Jackman que en aquel momento estaba demostrando cada día más que era un excelente intérprete y que tenía vida más allá de Lobezno) interpretan con carisma a los dos magos protagonistas.


Les secundan unos muy destacados Michael Caine, Scarlett Johansson y David Bowie (este último en un papel que resulta toda una sorpresa).

La representación histórica de un siglo XIX en el que la magia y la ciencia se tocan (el filme lo representa con un acierto tremendo por medio del personaje histórico de Bowie) es otro punto destacado: romántica y evocadora, construida a base de planos cerrados que le dan un aura ocultista y en parte onírica.

“El truco final” es una película genial, una obra comercial de esas que existen pocas, que divierten mientras también hacen pensar. Entretenimiento con personalidad y de alta categoría.


viernes, 10 de abril de 2020

INSOMNIO. EL THRILLER DE NOLAN MÁS CLÁSICO Y NARRATIVAMENTE AUSTERO


"Insomnio", la tercera película de Christopher Nolan, es una de las menos recordadas de su gran filmografía posiblemente debido a que se trata de, salvando sus tres "Batman" y "Dunkerque", una de las pocas películas de todas las suyas que presenta una "narrativa puramente clásica". 

Me explico: ante las piruetas de guión de las más efectistas (lo digo en el buen sentido: hay también "efectismo bueno") "Following", "Memento", "El truco final", "Origen" o "Interestellar" (la trilogía del hombre murciélago es caso totalmente aparte, pienso, tanto por su género como por su éxito instantáneo, y "Dunkerque" es casi un experimento bélico), "Insomnio" presenta una historia sin estas piruetas, con un guión que tiene su sorpresa pero que no busca sorprender al espectador con un desenlace "shockeante" sino, simplemente, hacerle disfrutar del tratamiento de los temas que propone.


Eso no significa que sea, en absoluto, una película peor que las otras. De hecho, sigue siendo una de las mejores de su director. 

Cimientada en las soberbias interpretaciones de un Al Pacino y un Robin Williams absolutamente esplendorosos (en dos de sus mejores y también algo más olvidados -de forma injusta- papeles), "Insomnio" es un thriller (el género preferido de Nolan o por lo menos uno de sus predilectos) con garra, potente, crudo y tajante, de aura clásica y en el que tiene una gran importancia tanto lo que se muestra como lo que no se muestra (el británico es un maestro de la sugerencia, y aquí especialmente) como la significación del paisaje en el que la acción transcurre, que es un personaje más y que delinea los estados de ánimos del resto.


El asunto central del filme es el de la redención y el de la integridad, que aparecen unidas y sobre las que vuelan otros como la soledad, el aislamiento físico y emocional y sus causas y consecuencias, el deber o la locura.

Los diálogos son magníficos y están cargados de inteligencia y de ironía, la trama se desliza con una agilidad y una lucidez pasmosas, el thriller está perfectamente dosificado y combinado con el puro drama y el comentario social está también presente, como en toda obra negra (aquí concretamente en su retrato de los ambientes cerrados y aislados de la Norteamérica profunda más extrema).


Los paisajes de la Alaska indómita que vuelven loco al protagonista son preciosos y brillan en todo su esplendor, esplendor de pesadilla y que, como he dicho, define a los personajes.

"Insomnio" es una película negra magistral que nadie debería perderse y que injustamente es menos recordada que otras obras de su director. A revalorizarla ya.


lunes, 10 de febrero de 2020

MEMENTO. EL FULGURANTE GRAN PISTOLETAZO DE CHRISTOPHER NOLAN


De no ser por su revolucionaria estructura narrativa, “Memento”, la segunda película de Christopher Nolan tras "Following" y la que le encumbró de forma definitiva en la fama de la joven promesa, no dejaría de ser una película negra del montón, incluso hasta directamente mediocre.


Pero por suerte esto no es así. Basándose en el relato corto “Memento Mori” de su hermano Jonathan Nolan, Christopher vuelve al género de su debut, uno de sus predilectos, para realizar uno de los mejores thrillers de las últimas décadas, una historia de venganza en la que su protagonista, un magnífico Guy Pearce en el que es uno de sus papeles básicos, es incapaz de recordar más allá de sus últimos minutos de vida, por lo que ha de apuntar todo lo que le ocurre minuciosamente o registralo con su cámara de fotos mientras investiga un caso que le atañe directamente.


El relato, perfectamente articulado y narrado con un extraordinario pulso, comienza por su desenlace, y marcha hacia atrás a base de constantes flashbacks que alternan con algunas escenas en hermoso blanco y negro que no son más que las únicas escenas que sí avanzan en orden, hacia delante, y que se entrecruzan con las que marchan hacia atrás.

El espectador no para un minuto, atrapado desde el primero en la oscura trama de “Memento”, en la que llega un momento en el que, en vez de esclarecerse todo (llegando a los inicios, que darán las claves del desenlace), todo vuelve a emborronarse. 


¿Es el protagonista un loco de atar o verdaderamente tiene la razón? Siempre quedarán bailando de forma perversa las dos incógnitas durante todo el metraje, cuya trama no se resolverá hasta el impactante y completamente inesperado verdadero desenlace (el verdadero punto de partida de la historia).

El espectador llega a fundirse con el protagonista de “Memento”, una de las películas más absorbentes y una de las propuestas más frescas, innovadoras y bien acabadas del cine negro norteamericano, una obra maestra sobre la verdad y la mentira, sobre la falsedad, sobre lo inseguros que son los recuerdos y sobre la manipulación y la automanipulación.


domingo, 19 de enero de 2020

FOLLOWING. EL FANTÁSTICO DEBUT INDEPENDIENTE DE CHRISTOPHER NOLAN


Christopher Nolan debutó en 1998 en el largometraje con "Following", una película independiente que sólo dura 70 minutos, rodada en blanco y negro, en 16 milímetros, que costó solamente 6.000 dólares en su día, que fue filmada por el director y sus amigos durante largos fines de semana y que se ha convertido poco a poco en una obra primeriza de culto. 

Heredera directa en lo estético y también en lo argumental de la Nouvelle Vague francesa o del Free Cinema inglés, "Following" narra una historia de perdedores que se torna en una historia negra (tema muy tocado en la mencionada Nouvelle Vague por más de un director, por lo menos en la primera etapa del movimiento -Godard, Truffaut, Chabrol, Resnais, Rivette...-) y que está ensamblada con imaginación, con buen gusto, con ritmo y con estilo. 


Reflexión sobre los riesgos que entraña la búsqueda de experiencias al límite del hombre contemporáneo perdido en un mundo que no comprende, el filme despliega una trama asombrosa, retorcida, llena de buenas vueltas de tuerca, con un humor negro verdaderamente perverso y con un desenlace que deja con la boca abierta y que pone los pelos de punta.

Todo el germen narrativo de la posterior "Memento", la obra que encumbraría a Nolan de forma fulminante dos años después, en el 2000, está ya comprimido en "Following".


También lo está la simiente de sus futuros thrillers, fantásticos o no, enrevesados, desordenados y vueltos a ordenar y protagonizados por personajes tan creíbles como tiernos, patéticos y terribles y a menudo al borde del abismo. 

No voy a decir mucho más de esta película porque corro el riesgo de revelar demasiado; sólo voy a añadir que su visionado es más que recomendable tanto para los fans del director como para los amantes del buen cine y sobre todo del buen cine negro. Rescátenla, no se arrepentirán.


miércoles, 10 de abril de 2019

EL CABALLERO OSCURO. LA LEYENDA RENACE. LA MÁS FLOJA, PERO IGUALMENTE BUENA


EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE de Christopher Nolan - 2012 - ("The Dark Knight Rises")

"El Caballero Oscuro. La leyenda renace" es la culminación de la saga del hombre murciélago de Christopher Nolan, culminación que no llega al nivel de la perfecta "El Caballero Oscuro" pero que la cierra casi sin fisuras y con una historia que hace que casi tres horas de metraje se pasen en un soplido.

Es bien cierto que las expectativas estaban aquí altísimas. La mencionada "El Caballero Oscuro" se transformó en un clásico de culto instantáneo el mismo día de su estreno y hechos como la triste muerte de Heath Ledger el mismo 2008 han hecho de ella, para bien o para mal, una leyenda.


A esto hay que sumarle los cuatro años de tensa espera y especulaciones sobre cómo terminaría la trilogía: es suficiente para poner el listón del fin de la saga por las nubes.

Yo, personalmente, no me he sentido decepcionado por "El Caballero Oscuro. La leyenda renace". Todos los conflictos personales de Batman se cierran en esta película, y de manera definitiva: el personaje encuentra una nueva vida y puede pasar página a su traumático sacrificio por el bien de Gotham, ciudad que vuelve a verle como el héroe que es, mientras que vuelve a enfrentarse al concepto de justicia férrea y brutal que tenía su primer gran enemigo, Ra's Al Ghul, aquí personificado en sus descendientes (aunque con excelente cameo sorpresa de Liam Neeson).


Se cierran también las vidas de los que le rodean: el comisario Gordon vuele a ser insobornable y a dejar bien claro por qué cree en lo que cree, Lucius Fox y Alfred vuelven a abrir los ojos del héroe y a revelarse como compañeros indispensables, el Espantapájaros vuelve a hacer de las suyas en un momento bastante divertido e hilarante y la memoria de Rachel y Harvey Dent tiene el peso justo y suficiente en la trama.

Sí, queda el Joker... ¿Qué ocurrió con él? Pues yo imagino que, al igual que el Espantapájaros, anduvo por ahí liándola cuando Bane abrió las prisiones... Es una pena que el personaje del mítico payaso asesino no quede cerrado, pero no es culpa de nadie.


Tenía inicialmente un papel principal en esta tercera parte de la saga, pero la prematurísima muerte de Ledger cambió todos los planes y no se optó por cambiar al actor (personalmente, yo lo habría hecho para cerrar al personaje: creo que había intérpretes igual de grandes que Ledger).

El otro elemento que hace de esta tercera aventura del nuevo Batman una maravilla son sus nuevos personajes, tanto protagonistas como antagonistas. Bane, interpretado de manera maravillosa por Tom Hardy (que actorazo, tan eclipsado hasta aquel momento), tiene el porte necesario para aterrorizar al público con su fuerza bestial y su inteligencia retorcida (nada que ver con aquella bestia babeante e imbécil de "Batman & Robin").


¿Que no es el Joker? Pues claro: es OTRO villano, con OTRAS motivaciones y OTRA forma de actuar. Muchos criticaron que no llegase a tener el carisma del payaso. Para mi sí tiene carisma, aunque se trata de otra clase de carisma. ¿Hay que comparar a Ra's Al Ghul con el Joker o con Dos Caras? Absurdo, ¿no? Pues lo mismo aquí.

Bane es un antagonista al nivel de todos los de la saga: de órdago, con una historia desarrollada, con un interés creciente y con una capacidad brutal para poner a Batman en jaque mate (y lo consigue como nunca nadie lo ha hecho antes).

Por otra parte, la sorpresa de Talia Al Ghul está excelentemente cuadrada y Marion Cotillard le aporta al personaje la enjundia justa para el cierre circular de la función.


Siguiendo con las novedades, Catwoman es una heroína en la línea realista del propio Batman, con una química excelentemente desplegada con el héroe y personificada en una Anne Hathaway estupenda.

Es difícil construir e interpretar a una Catwoman que no caiga en el histrionismo gratuito, y Hathaway lo logra, como lo logró aquella también fascinante mujer gata de Michelle Pfeiffer del genial "Batman Returns" de Tim Burton. 


Y todavía más meritorio es el hecho de saber colocar con acierto y sin que quede ridículo a uno de los personajes más odiados por fans y no fans de la franquicia de DC: a Robin. El Chico Maravilla aparece en "El Caballero Oscuro. La leyenda renace", y a todos nos deja con un palmo de narices.

Sí, Nolan lo logró: metió a Robin en su saga, lo que nadie se esperaba, y lo hizo sin vestirlo con mayas chillonas, sin hacer de él un adolescente irritante, sin convertirlo en un lastre para el superhéroe o para la seriedad del filme. Bien por Nolan, y bien por el genial Joseph Gordon-Levitt. 


Queda ya la ambientación casi postapocalíptica que el filme tiene (magistral), esa siempre acertada combinación de thriller y acción que caracteriza a la saga, esas espectaculares escenas de lucha (la paliza de Bane a Batman en la oscuridad y sin sonido ninguno quedará para los anales), esos emotivos diálogos, el humor fino e irónico (desde los tiritos de Batman y Catwoman al cinismo sádico de Bane pasando por las eternas coñas de Alfred), la caracterización (Bane no parece salido de otro mundo, es perfectamente creíble), el coherente desenlace (a muchos no les gustó: yo creo que es el lógico y acorde al tono de la cinta) y la manera en que todo, absolutamente todo (bueno, menos el Joker, pero aquí no se puede hacer nada) queda perfectamente ensamblado y cerrado.

Y ese ritmo: la friolera de 164 minutos que el filme dura se pasa en un vuelo; es que ni se entera uno. Christopher Nolan lo volvió a conseguir. ¿Con un poco de menos maestría? Quizas, pero como he dicho el listón estaba demasiado alto. Esta trilogía ya tiene su lugar en la historia del cine.