domingo, 19 de enero de 2020

FOLLOWING. EL FANTÁSTICO DEBUT INDEPENDIENTE DE CHRISTOPHER NOLAN


Christopher Nolan debutó en 1998 en el largometraje con "Following", una película independiente que sólo dura 70 minutos, rodada en blanco y negro, en 16 milímetros, que costó solamente 6.000 dólares en su día, que fue filmada por el director y sus amigos durante largos fines de semana y que se ha convertido poco a poco en una obra primeriza de culto. 

Heredera directa en lo estético y también en lo argumental de la Nouvelle Vague francesa o del Free Cinema inglés, "Following" narra una historia de perdedores que se torna en una historia negra (tema muy tocado en la mencionada Nouvelle Vague por más de un director, por lo menos en la primera etapa del movimiento -Godard, Truffaut, Chabrol, Resnais, Rivette...-) y que está ensamblada con imaginación, con buen gusto, con ritmo y con estilo. 


Reflexión sobre los riesgos que entraña la búsqueda de experiencias al límite del hombre contemporáneo perdido en un mundo que no comprende, el filme despliega una trama asombrosa, retorcida, llena de buenas vueltas de tuerca, con un humor negro verdaderamente perverso y con un desenlace que deja con la boca abierta y que pone los pelos de punta.

Todo el germen narrativo de la posterior "Memento", la obra que encumbraría a Nolan de forma fulminante dos años después, en el 2000, está ya comprimido en "Following".


También lo está la simiente de sus futuros thrillers, fantásticos o no, enrevesados, desordenados y vueltos a ordenar y protagonizados por personajes tan creíbles como tiernos, patéticos y terribles y a menudo al borde del abismo. 

No voy a decir mucho más de esta película porque corro el riesgo de revelar demasiado; sólo voy a añadir que su visionado es más que recomendable tanto para los fans del director como para los amantes del buen cine y sobre todo del buen cine negro. Rescátenla, no se arrepentirán.


No hay comentarios:

Publicar un comentario