lunes, 31 de agosto de 2020

COLOR OUT OF SPACE. UN LOVECRAFT ACTUALIZADO Y DE AURA PULP

El sudafricano Richard Stanley dirigió, a principios de los años noventa, dos curiosas y apreciables (y también de culto por sus rarezas) películas de fantasía y terror: "Hardware, programado para matar" y "El demonio del desierto".

Posteriormente, se ha prodigado en diversos trabajos documentales y en cortometrajes a lo largo de las siguientes décadas, hasta que ha retornado a la ficción grande con la adaptación del relato de H.P. Lovecraft "El color que vino del espacio".

Este tipo de adaptaciones suelen traer consigo una polémica, ya que autores como Lovecraft tienen legiones de seguidores que van a mirarlas con lupa.

"Color out of Space" no es igual que el relato original. Lo digo desde ya. También creo que es muy difícil que lo sea. No solamente porque dicho relato fue escrito por el autor en 1927, sino porque, y aún siendo éste bastante más largo que otros relatos suyos, el material para llevarlo a un metraje de dos horas no da, simplemente.

Creo que Stanley respeta la esencia del creador de Providence: ambiente apartado, mundo extraño, personajes comunes enfrentados a algo terrorífico que no comprenden y desenlace sorprendente. 

Sí que ha operado cambios en el terror sugerente y elegante de Lovecraft: aquí todo es más descaradamente pulp, de ambientación esplendorosa y rosada, más abiertamente violento e incluso "kitsch". Todo ello es conscientemente buscado.

También los personajes están adecuados a nuestros días, ya que la película no se ambienta en los años veinte. Son, posiblemente, concesiones que hay que hacer para sacar adelante este tipo de producción, que además vendrá con una presión extra por pertenecer a uno de los géneros más comerciales y devaluados de hoy: el terror.

Entre sus virtudes, "Color out of Space" tiene una visualidad cuidada, unos sustos y un horror cuidados (y dosificados en un "in crescendo" notable de sangre y vísceras), un reparto muy acertado (todos, desde Nicholas Cage hasta Madeleine Arthur, entregan papeles más que solventes) y un ritmo bien llevado.

Entre sus defectos, hay que decir que llega un momento, cercano al final de la película, en el que todo se estanca ligeramente para solucionarlo todo de golpe, valga la redundancia, con carreras por pasillos oscuros y personajes haciendo cosas absurdas para acabar de tonta carne de cañón.

El desenlace tampoco me termina de cuadrar. Sugiere que habrá más películas conectadas con esta en un gigantesco universo de seres de Lovecraft, lo cual en este caso concreto le quita poder de sugerencia (aunque esto no es otra cosa que la moda que ha establecido Marvel en el cine y que tantos están copiando, por otra parte). 

"Color out of Space" es terror digno, en general, con sus fallos y con sus aciertos, y con eso me quedo positivamente. Se ve bien y destaca en un género que, como he dicho, está muy devaluado y lleno de bodrios.


sábado, 29 de agosto de 2020

EL TÍPICO BAR. LA VIDA COTIDIANA ALREDEDOR DEL LOCAL DE OCIO PREDILECTO

Si hay un oficio que admiro, es el de camarero. De hecho, los camareros me parecen verdaderos héroes modernos. Trabajan muchas veces cuando los demás se relajan o se divierten, aguantan a idiotas de todo pelaje todos los días y tienen que tener una memoria prodigiosa y un aguante físico y psíquico infinito.

Sergi Moreso los homenajea en este cómic, que reúne varias de sus viñetas (las podéis ver también en sus redes sociales) sobre el dueño de un bar y los personajes que suelen ir a su local.

El autor, colaborador de revistas como "Mongolia" o "El Jueves", reflexiona sobre la vida diaria con la mejor tradición de ironía y ternura de las tiras cómicas clásicas como "Mafalda" o "Peanuts".

¿Y qué mejor lugar que un bar para hacer estas reflexiones? En este país, el bar es un lugar esencial. En este y en todos. En Inglaterra o en Irlanda, en Italia o en los USA, los bares, los pubs, los lugares para beber y divertirse son articuladores básicos de la vida social de todas las generaciones, incluso en la era de Internet.

El protagonista es como he dicho el camarero de dicho bar, y observa diariamente a los clientes que pasan por allí y sus aventuras cotidianas, de toda clase y condición y, muchas veces, surrealistas.

Desfilan por el local todo tipo de personas, como he señalado, pero también animales, seres fantásticos y mitológicos, conceptos personificados o el mismo Dios. Cada viñeta les da un espacio para hacer su pirueta, a menudo acompañada de una observación inteligente o de un diálogo irónico sobre el mundo en el que nos ha tocado vivir.

Moreso habla de amor, de desamor, de sexo, de amistad, de alcohol y de drogas, de frustraciones diversas, de anhelos de todo tipo, de estrés, de alienación. Hay, como en toda obra basada en tiras, viñetas mejores y peores, pero el conjunto cumple de sobra y contiene algunas absolutamente geniales (para muestra, las que pongo aquí).

Muchas de ellas son agudas observaciones sobre nuestras contradicciones, sobre nuestros problemas, sobre nuestros miedos. Otras, son chistes simples pero efectivos. Otras, estampas tiernas. Otras, homenajes al imaginario cultural universal.

El dibujo de Sergi Moreso es sencillo pero carismático, simple en trazos pero visualmente potente en su condesación de pocos colores significativos y metafóricos. 

Este recopilatorio que reseño hoy como muestra de su arte se lee de una rápida sentada, pero da para pasar muchas horas disfrutando de la sagacidad de muchos de sus gags y de lo entrañable de sus personajes. 

Es una muestra pequeña pero suficiente de lo que son las tiras de este autor, que he descubierto hace poco y que me ha encandilado. 

Como he dicho, en sus redes sociales se pueden encontrar más producciones suyas. Esperemos que haya más recopilatorios de nuevas viñetas suyas en el futuro. 


jueves, 27 de agosto de 2020

TENET. UN SOBRIO Y EXIGENTE NUEVO THRILLER DE CHRISTOPHER NOLAN

Por fin se ha estrenado "Tenet", la ansiada nueva película de Christopher Nolan, que llevaba meses retrasándose a causa de la pandemia que por desgracia estamos viviendo. Y este director no decepciona: nunca.

Esta es otra de esas reseñas en las que voy a contar lo mínimo sobre la película, porque pienso que hay que enfrentarse a ella sabiendo prácticamente nada (o mejor incluso nada) sobre su trama y hasta sobre sus premisas.

"Tenet" vuelve, tras la bélica "Dunkerque", a uno de los géneros predilectos del director: el thriller. Es un thriller, sin embargo, con características especiales que no voy a revelar.

Si bien creo que le cuesta arrancar y que es demasiado largo (aunque el metraje extenso es una de las señas de identidad de Nolan, y un elemento con el que se siente a gusto), una vez que se le coge el "click" resulta muy estimulante en todos los aspectos.

Su estilo sí se aleja de otros que el director ha practicado: es, aunque no lo parezca en un principio o tras haber visto solamente el póster o el trailer de la película, mucho más sobrio en efectos especiales o en trucos que, por ejemplo, "Origen" o "Interestellar". En este sentido, se acerca mucho más en su realismo a la mencionada "Dunkerque".

Tiene también escenas de acción de alto voltaje. Son una maravilla: están llenas de potencia y de ritmo, de espectacularidad y de garra, y de un bien medido realismo, como he señalado, dentro de los parámetros de su propuesta.

Su trama toca numerosos asuntos que tampoco quiero revelar, pero sí que tengo que decir que lo hace con coherencia, con lucidez, y por medio de unos personajes muy bien construidos (e interpretados, además, por un plantel de actores y de actrices que están excelentes).

Es, además, como suelen ser las películas de Nolan, un reto en muchos aspectos. Especialmente, en el metafísico. Hay que verla despejado, y estar atento desde el primer minuto. Todos los detalles importan: todos. 

Para muchos que la han visto ya puede resultar predecible: yo tengo que decir que a mi, personalmente, me sorprendió. Puede que su estructura no sea realmente tan enrevesada como pretende ser y es cierto que hay elementos bastante pretenciosos en ella. 

Sin embargo, "Tenet" me parece un retorno de Christopher Nolan, una vez más, henchido de calidad y que trae consigo una propuesta verdaderamente estimulante. Vayan a verla.

martes, 25 de agosto de 2020

EL LIBRO DE LA SELVA. UN DISNEY LOCO Y VITALISTA A RITMO DE JAZZ

Walt Disney murió en 1966, durante la realización de su genial versión de "El Libro de la Selva", que fue la última de las películas de su estudio que produjo y supervisó personalmente. 

La compañía que creó junto a su hermano Roy ha seguido adelante y, definitivamente, y a pesar de haber tenido épocas más flojas, fue y todavía es un referente a nivel mundial de la animación. 

La obra de Rudyard Kipling en la que este absolutamente imprescindible filme se basa es una simple excusa para entregar una aventura de acción completamente loca donde el dramatismo original pasa a ser un mero apunte en pos de la pura comedia a ritmo de jazz. 

Tomarse excesivas licencias a la hora de adaptar una obra suele ser polémico (aunque esta obra vaya dirigida a los niños), pero hay en ocasiones en las que incluso se agradece, porque "El Libro de la Selva" es todo un soplo de aire fresco en una filmografía donde hasta este momento (y aunque la cosa estaba cambiando ya por suerte) habían abundado las películas de corte romántico y las didácticas. 

Aún teniendo un mensaje finalmente machista en su epílogo (y es que seguimos en 1967, no nos engañemos), "El Libro de la Selva" es una película completamente desprejuiciada que predica por la ideología del "Vive y deja vivir" encarnada por el inolvidable oso Baloo.

Este personaje, uno de los míticos de la factoría de Disney nada más nacer e icono fulminante, es presentado como un vagabundo y un vago redomado, como un vividor que se dedica a pasárselo bien (madre mía, si es que hasta hace un baile que sugiere una masturbación... yo por lo menos lo veo así) entregándose a placeres como el mencionado y como las grandes comilonas seguidas de esplendorosas siestas. 

El mensaje del filme, pienso, es extremadamente positivo, sobre todo teniendo en cuenta las cosas que el estudio de Walt había hecho anteriormente, donde primaba, especialmente en su primera época, la transmisión de miedo dirigida a los niños que se portaban mal o la clasista y machista apología del "Sentar la cabeza". 

Otros mensajes positivos de Baloo son la convivencia en paz con la naturaleza y con los demás, el respeto y el "no hacer la guerra". 

Se contrapone el oso, humorísticamente también en escenas muy irónicas, a la pantera Bagheera, gruñona y que representa la obsesión por la responsabilidad (a pesar de ser otro personaje intrínsecamente bondadoso).

"El Libro de la Selva", además de los mencionados Baloo y Bagheera, presenta a una de las galerías de caracteres más divertidas y míticas del estudio Disney: el niño de la jungla Mowgli es otro icono de la compañía, así como los geniales animales Kaa (la serpiente), el Rey Louie (un mono que quiere ser humano para bailar jazz... simplemente inolvidable), el Coronel Hathi y sus elefantes, los locos buitres (cada uno con un acento diferente en la versión en español) o el villano de la función, el tigre Shere Khan, configuran un mundo de seres fantástico. 

Por supuesto, queda la animación, al nivel de la casa, y los realistas y coloridos escenarios y, también, las escenas de acción, que beben directamente del gag clásico para hacer reir al espectador con delirantes y desternillantes golpes y persecuciones animadas por un humor bastante irónico y fino. 

"El Libro de la Selva" es un clásico indiscutible de la animación mundial. Después de las también fantásticas "101 Dálmatas" y "Merlín el encantador" certifica plenamente la entrada de Disney en una nueva época.

domingo, 23 de agosto de 2020

AIRBENDER, EL ÚLTIMO GUERRERO. ¿QUÉ TE HA PASADO, SHYAMALAN?

Hoy toca poner a caldo a M. Night Shyamalan, y con toda, toda la razón. Porque hoy me toca comentar la que es posiblemente la peor de todas sus películas, y además, con el premio gordo ganado a pulso.

Puedo entender que "La joven del agua" o "El incidente" sean dos patinazos de un director que estaba teniendo una mala época creativa o que no estaba muy fino en aquel momento, pero de ninguna de las maneras puedo entender algo como "Airbender, el último guerrero". 

Basada en la serie animada "Avatar, la leyenda de Aanag" (que me han dicho, por cierto, que está bastante bien) es ésta una película que nada tiene que ver con el estilo de M. Night Shyamalan y que no tiene razón de ser ninguna en su filmografía. 

A pesar de todo, siempre he pensado que de un trabajo de mero encargo se puede hacer algo digno. Pero no ha sido aquí así: "Airbender, el último guerrero" es un caos abrupto e infumable creado en una sala de montaje sin sentido ni sensibilidad (se notan los tijeretazos brutales a la legua) con personajes lamentables interpretados por actores lamentables que se mueven como patos mareados en una trama lamentable de la que el espectador no entiende absolutamente nada (se han solucionado los tajos en el mencionado montaje con voces en off y con flashbacks malos... glups). 

Hay, sin embargo, algún toque del director aislado por ahí: algún leve intento de ofrecer algo diferente en unos combates muy bien coreografiados o en algunos momentos de lirismo frustrado que imagino que los productores de la obra le habrían dejado conservar.

Y bueno, sí hay que decir que los efectos especiales son muy buenos y los escenarios son muy hermosos y están muy bien recreados (lo cual hoy en día es bastante fácil, por cierto), pero nada más. 

"Airbender, el último guerrero" sí certifica plenamente que la carrera de este director estaba en 2010 entrando en un bache grande, hondo y peligroso y deslizándose hacia lo cutre a pasos agigantados. 

Quedaría todavía la otra cosa inexplicable que fue la igualmente horrible "After Earth" y luego, con "La visita", empezaría a levantar ligeramente la cabeza hasta, por suerte, recuperar su buen hacer con "Múltiple" y "Glass" (menos mal). Pero bazofias como esta que hoy comentamos no merecerían ni haber existido, y mucho de menos haber venido de sus manos.

viernes, 21 de agosto de 2020

EL CASTILLO EN EL CIELO (LAPUTA). SE ASIENTAN MIYAZAKI Y EL STUDIO GHIBLI

"El castillo en el cielo" es la tercera película de Hayao Miyazaki y es la que confirma del todo al Studio Ghibli como un estudio de animación a tener en cuenta a nivel mundial tras la también genial "Naussicaä del Valle del Viento", que adaptaba su cómic homónimo.

Con esta película comparte dicha obra el ser una historia de aventuras plagada de buenos sentimientos y donde no falta, por supuesto, el habitual mensaje ecologista, antibelicista y a favor de una vida pacífica y sin ambiciones enfermizas del autor japonés (el asunto de la lucha absurda por el poder, que corrompe y destroza las vidas de los seres felices, vuelve también desde la mencionada "Naussicaä" y será otro de los asuntos centrales de la obra de Miyazaki). 

Este maravilloso filme sigue sorprendiendo hoy con su esplendorosa, fluida y detalladísima animación, todo un ejemplo de buen hacer artesanal y de realismo que deja con la boca abierta (las técnicas animadas han evolucionado mucho, y a mitad de los años ochenta realizar una producción de estas características manteniendo la calidad que tienen no era especialmente fácil).

Con una ambientación mágica-medieval con toques de "steampunk" y con unos escenarios asombrosos, "El castillo en el cielo" narra una historia de aventuras directa y lineal y, sin embargo, interesantísima desde el primer momento en el que la acción se equilibra perfectamente con una trama en la que los personajes se desarrollan a la perfección y en la que hasta los villanos tienen escondido un as en la manga para sorprender al espectador (otra característica habitual de los filmes de Miyazaki a partir de este momento). 

La banda sonora es otra maravilla por otra parte, mientras que las escenas de acción deberían servir para darle una clase a más de un director de este género (las persecuciones del filme son maravillosas en su fantástico frenetismo, y otras como la batalla final en la fortaleza de Laputa y la caída de lo que queda de esta civilización son absolutamente inolvidables). 

No se la pierdan. Bueno, no se pierdan esta ni ninguna de este creador. Viva Miyazaki, el hombre que de cualquier historia por simple que sea hace una joya.

jueves, 20 de agosto de 2020

LA HABITACIÓN DE LOS AÑOS NOVENTA. POR QUÉ ESCRIBÍ MI ÚLTIMO RELATO

Hoy quería hablar un poco de mi último relato, "La habitación de los años noventa". En estos dos años que me llevo dedicando a la literatura, he tocado varios tipos de género (y entra en mis planes tocar varios más: mi próxima novela es de fantasía, sin ir más lejos).

Sin embargo, creo que hasta este momento, en lo que es relato corto, predomina en mi obra el terror. 

Aunque he incursionado en el thriller con "Los detectives domésticos" (recopilado en la antología "Visiones 2019" de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) o el mismo pastiche de Sherlock Holmes (con "Sherlock Holmes y la aventura de los cuatro muros"), hasta este momento la mayoría de mis cuentos han pertenecido a este género o, cuanto menos, al "weird".

"La habitación de los años noventa" vuelve a tomar el mencionado terror para tratar de diseccionar nuestra sociedad. 

He escrito este relato ambientado en el confinamiento que hemos vivido en la primera mitad de este año y en sus páginas exploro las relaciones familiares por medio de homenajes a referentes como Richard Matheson o su "alumno" Stephen King o a películas como "Toy Story".

En el Patreon de Ediciones El Transbordador lo podéis conseguir: si os unís antes del fin de este mes de agosto, lo tenéis en vuestra casa en el formato que elijáis. 

Aquí podéis acceder a este Patreon.

Espero que el verano se esté portando bien :)

Gracias por leerme y feliz jueves.


miércoles, 19 de agosto de 2020

WATCHMEN. UNA SERIE REDONDA QUE INNOVA MIENTRAS RESPETA SU LEGADO

WATCHMEN de Damon Lindelof - 2019 - ("Watchmen")

Con la serie de "Watchmen" nos encontramos con una comprensible polémica. También, con una serie, valga la redundancia, llena de calidad. Y de calidad con mayúsculas.

Sabemos ya que Alan Moore, el creador junto a Dave Gibbons del imprescindible cómic que esta serie continúa, no está de acuerdo con las adaptaciones que se hacen de sus obras. La historia es larga y conocida. La integridad artística de Moore, también. 

No voy a entrar a discutir todo este asunto que lleva años en la parrilla: es largo, tedioso, complicado de analizar, y entran en él numerosas variables ideológicas y artísticas. Da para debate, y para debate de los largos (es al final el eterno dilema del arte y el mercantilismo o los posibles puntos intermedios que puede haber entre ambos).

Sí que voy a decir de nuevo que esta creación de Damon Lindelof me parece una obra fantástica. Independientemente de su contexto de producción.

"Watchmen", la serie de HBO, retoma los eventos del cómic de Moore y Gibbons (no de la película de Zack Snyder, ojo) para traernos, tres décadas y media después de estos eventos, una historia completamente nueva que bebe de ellos pero que sabe encontrar perfectamente su propio camino.

Ya no estamos en los años ochenta ni en los últimos coletazos de la Guerra Fría. Los superhéroes han cambiado en los USA, y la policía también, y los villanos, y también todo el planeta. Estamos en la era de Internet, de una tecnología todavía más desbocada que la de entonces y de la resurrección de ideologías de corte totalitario y violento de todo pelaje.

No quiero decir demasiado de esta serie porque corro el riesgo de destrozarla a quien me esté leyendo y porque creo que, una vez disfrutado el cómic, es prácticamente imprescindible enfrentarse a ella sabiendo lo mínimo (o nada) de su trama.

Voy a alabar su calidad, y poco más. Porque la tiene, y es mucha, mucha, muchísima. Le pese a quien le pese y nade en el contexto en el que nade.

"Watchmen" tiene una sola temporada de nueve capítulos. Cerrada. A cal y canto además. Con todo explicado, con todo perfectamente ensamblado, con todo desarrollado con coherencia. Ni siquiera llega a los diez episodios, al número par al que muchas otras series llegan: con nueve es suficiente, y con nueve nos quedamos.

La trama está llevada con ritmo, y vuelve a los temas del cómic añadiendo o desarrollando más otros como el racismo, la homofobia, la corrupción policial. Vuelven personajes míticos, y lo hacen con lógica y sin efectismos, mientras que los nuevos son bombas de carisma y los complementan perfectamente. 

Todo está medido, todo está cortado con bisturí. No falta nada y no sobra nada. Pone Lindelof un pie en el pasado y otro en el presente y hasta otro en el futuro. Lo que hace lo hace con cariño, con verdadera admiración por la esencia de la obra de Moore y Gibbons. No sé qué pensarán ellos, pero lo cierto es que se nota que adora su trabajo.

La ambientación es acertadísima y encantadora, el reparto está absolutamente genial (todos y todas brillan), el argumento fluye sin fisuras y sin perder el interés en ningún momento y cada capítulo deja con ganas de poner en seguida el siguiente.

"Watchmen", la serie de HBO, me parece una de las joyas no sólo del pasado año, sino de la década. Una serie sentida, coherente, que no trata de dar gato por liebre, que se toma su tiempo justo sin estirarse como un chicle, que toma un legado y lo enriquece sin faltar a su origen. La recomiendo cien por cien. Absolutamente sí.

lunes, 17 de agosto de 2020

LA MEJOR VENGANZA. EL MUNDO DE ABERCROMBIE SE SIGUE ARTICULANDO

Después de su trilogía de "La primera Ley" (que he comentado en este blog, en esta misma etiqueta), Joe Abercrombie siguió hilando la historia de su mundo fantástico en sus siguientes novelas. Y su cuarta fue esta "La mejor venganza".

Si en el mencionado tríptico desarrolló, mezclando la intriga política, la aventura y el género bélico, las sociedades de La Unión, Gurkul, el Viejo Imperio y el helado norte, ahora toca desarrollar a Styria, la tierra de reinos independientes que aparece también mencionada en dichas tres novelas.

"La mejor venganza" narra la historia de otro de sus grandes personajes (lo mejor de Abercrombie, sus personajes): Monza Murcatto. Una mujer que se ha hecho fuerte en un mundo de hombres, que se ha convertido en una gran guerrera y en una importantísima señora de la batalla y que busca, como el título ya dice, su venganza.

Alrededor de ella y de su plan para darle una sangrienta lección a los que la traicionaron, orbitan varios personajes igualmente fantásticos. Unos vienen de "La primera Ley" (como Caul Escalofríos o Nicomo Cosca), y otros son nuevos y geniales.

La trama se desarrolla otra vez entre la aventura, la batalla y la intriga palaciega. Volvemos a encontrar los mensajes de las anteriores obras del autor: la guerra es algo horrible, y no hay nada glorioso en ella, ya que es el pueblo el que al final acaba sufriendo y pagando los platos rotos de los tejemanejes de los poderosos.

Como la buena fantasía, "La mejor venganza" entronca con nuestro mundo y lo representa por medio de alegorías. Hablamos de venganza, valga la redundancia, pero también como he dicho de política, de violencia, de relaciones humanas de toda clase, de bondad y maldad, de redención, de cambio interior, de culpabilidad, de soledad, de seres humanos obligados a ir la deriva por circunstancias que no controlan.

En alrededor de novecientas páginas, con un gran ritmo, Abercrombie nos lleva por un continente de ciudades independientes enfrentadas entre sí (emparentadas en nombres y en cultura con los reinos de la Italia anterior a la unificación) y de mercenarios de todo tipo que combaten con todo tipo de armas en sus contiendas. Todo se va emparentando poco a poco con hechos de la anterior trilogía de la larga saga: nada ocurre por azar ni de forma aislada.

Como he dicho, lo mejor de este escritor vuelven a ser los personajes. Ninguno es cien por cien bondadoso ni cien por cien malévolo. Todos tienen grises, aristas, traumas y sueños, y todos se pueden deslizar desde la ternura hasta la brutalidad.

En especial, además de la protagonista Murcatto, creo que destaca la evolución de Caul Escalofríos, genial carácter que nos deparará bastantes sorpresas.

"La mejor venganza" está mejor escrita que "La primera Ley". Se nota que Abercrombie tiene aquí más tablas: ha mejorado su ritmo, y ha mejorado sus recursos literarios y la calidad de sus metáforas. 

También es una novela aún más violenta que las de aquella trilogía: es verdaderamente sangrienta, brutal, con menos concesiones todavía.

Recomiendo leerla tras haber disfrutado las mentadas novelas anteriores. Creo que Joe Abercrombie es un autor cuya obra es preciso abarcar en orden, porque su mundo está en constante construcción y constantemente interrelacionado y se pierden muchos, muchos detalles y hechos si no se conoce todo lo que sucedió antes.

En general, muy recomendable la cuarta obra de este autor, a la que sigue "Los héroes", en la que volvería al helado norte (y que comentaré, por supuesto, en un futuro).

sábado, 15 de agosto de 2020

PAUL HA MUERTO. HOMENAJE A LOS BEATLES DESDE SU LEYENDA URBANA MÁS DELIRANTE

Las leyendas urbanas y las historias conspiranoicas están presentes en numerosos campos. En el mundo de la música las hay a millones, y, por supuesto, los Beatles no se libran.

Una de las más famosas que existen alrededor de ellos es la de la supuesta muerte de Paul McCartney. Con varias teorías y teorías dentro de otras teorías (en Internet se multiplican sin cesar): desde que todo era una broma hasta que durante años hubo un doble suplantándolo.

De esta historia absurda pero divertida sacan un cómic los italianos Paolo Baron (guionista y editor) y Ernesto Carbonetti (dibujante), ambos muy conocidos en su país por sus cómics y libros y cada vez más conocidos fuera de él.

"Paul ha muerto" se inspira como he dicho en la historia delirante de la muerte del mencionado McCartney en un accidente de coche en 1966, durante la grabación de uno de los discos más míticos y revolucionarios de la banda inglesa: "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band".

El cómic es corto, y su trama es casi una anécdota ampliada. Mezclado realidad y ficción, Baron nos lleva a su propia explicación, con mucho sentido, de lo que pudo haber pasado realmente entre los cuatro músicos durante aquellos días en los que su carrera experimentaba un giro nuevo y básico y en los que ya empezaban a cuajar las luchas de egos que, entre otras cosas, acabarían separándoles años después.

Esta trama, llena de homenajes y de cariño, de sincero amor por los Beatles y su obra pero no exenta de retrato crítico del mundo de la fama, de la banalidad del triunfo y de los mencionados egos de los artistas (en especial de los de John Lennon), está resuelta, a pesar de basarse en un hecho tontamente conspiranoico, con una lucidez fantástica, sin efectismos.

El dibujo, sin embargo, es lo que le da al cómic su gran calidad definitiva. Carbonetti, al que acabo de descubrir, entrega un trabajo absolutamente fascinante.

Este dibujo rememora directamente el estilo que los Beatles estaban empezando a desarrollar en aquellos momentos: no solamente en lo musical, sino también en lo visual. 

Parece que estamos otra vez dentro de "Yellow Submarine", o dentro de sus viajes imaginarios (y alucinógenos). Sin embargo, se mantiene también a la vez el toque realista necesario para conservar el interés en la veracidad de lo que se trata de narrar. 

El color psicodélico, explosivo y a la vez delicado, termina de configurar un homenaje sin fisuras y multidisciplinar. Cada página es una delicia. El cómic es como he dicho corto, pero se echan ratos fantásticos admirando sus viñetas, su disposición y sus cromatismos preciosos.

Explicado por los propios autores como "un caso sin resolver" del que, sin embargo, se han documentado para cerrar desde su propia inventiva, "Paul ha muerto" me parece muy recomendable en todos los aspectos.