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sábado, 2 de septiembre de 2023

CENICIENTA. UNO DE LOS PEORES LIVE-ACTION DE DISNEY... Y ES DE KENNETH BRANAGH

CENICIENTA de Kenneth Branagh - 2015 - ("Cinderella")

He presentado a Kenneth Branagh en este blog con obras como "Thor" o como esta "Cenicienta" live-action de Disney que, pienso, están muy, muy lejos de lo mejor que este cineasta ha hecho. Pero como comenté el Universo Cinematográfico de Marvel en orden y ahora estoy comentando los referidos live-action en orden, es lo que toca (prometo hacer ciclo de Branagh desde su primera obra y analizarlas poco a poco).

Ciertamente, esta versión con intérpretes reales de "Cenicienta" rodada para la casa Disney no es lo mejor de este director. De hecho, es posiblemente lo peor (o casi lo peor). Intenta en este caso aprovechar el tirón del éxito de la primera "Maléfica" (que sí que era una buena película desde mi punto de vista) y aportar una nueva versión revisada del clásico animado.

No me parece mal esto, aunque últimamente se haya abusado de la fórmula y hayan salido de ella producciones de una calidad bastante baja: lo que me parece mal es que la película de marras sea tan pésima (como luego me lo parecieron otras posteriores que ya comentaré). 

La mítica obra animada de 1950 en la que se basa le de miles de millones de vueltas, y eso que tiene ya muchas décadas detrás y que su mensaje hoy es extremadamente rancio (estamos en 1950, no lo olvidemos). 

Me resulta del todo inexplicable, inconcebible, que Kenneth Branagh haya perpetrado esto. Los personajes son estereotipos de la peor calaña (Cenicienta es tontísima y la Madrastra es ridícula hasta la vergüenza ajena), los actores están pésimos y sobreactuados hasta la náusea (Cate Blanchett, ¿qué te ha ocurrido?), los diálogos son terribles, la trama se basa en meternos por la boca sobredosis de pasteles y azúcar en vena sin piedad (madre mía, es que no puede ser más ñoña y más tontamente edulcorada) y la ambientación se salva algo pero tampoco dice nada. 

Triste, muy triste es esta cosa infame. Y más triste aún viniendo de quien viene. Y poco más hay que decir, la verdad. El de "Cenicienta" es uno de los peores live-action de toda la colección, y miren que los hay malos.

domingo, 19 de julio de 2020

ZAPATOS ROJOS Y LOS SIETE TROLLS. DREAMWORKS A LA COREANA


"Zapatos Rojos y los siete trolls" es una película animada de Corea del Sur, dirigida por Hong Sung-ho, que trata de imitar una fórmula comercial occidental que bebe directamente de Pixar y, pienso especialmente, de Dreamworks.

Se inspira en los cuentos de hadas clásicos de las culturas europeas y en especial en los Mitos Artúricos, en Cenicienta y en Blancanieves, los cuales mezcla en una solución curiosa y en un mundo de personajes de leyendas que recuerda bastante al de la saga de "Shrek".


La película tiene un mensaje interesante a favor de la diversidad de cuerpos y de gustos que es lo que la salva en parte de su historia predecible y del estar orientada excesivamente a los más pequeños (no tiene guiños adultos apenas, y eso le impide ir más allá del divertimento más básico).

"Zapatos Rojos y los siete trolls" es un refrito bastante predecible de muchos elementos que hemos visto ya en muchas películas de su género o de su público. Te la sabes de memoria prácticamente nada más empezarla.

Sin embargo, hay que decir también que su animación es muy digna (salvo algunas transiciones un tanto extrañas que tiene) y que en ningún momento da gato por liebre: va de lo que es, de entretenimiento con mensaje moral honesto, y por ello no resulta en absoluto pretenciosa.


Cuenta también con un humor paródico que funciona, con algunos momentos de musical que están algo fuera de lugar pero que no molestan tampoco y con unos cuantos personajes principales que son bastante atípicos pero cuyo desarrollo se queda estancado, por desgracia.

Fuera de los estudios habituales que suelen copar las carteleras, "Zapatos Rojos y los siete trolls" es una película distraída, simple, que disfrutarán los niños especialmente pero que tampoco chirriará a los adultos (a pesar de que no les aporte estímulos extra como sí suelen hacer otras producciones de otras compañías).


miércoles, 8 de enero de 2020

CENICIENTA. EL ESTUDIO DE WALT DISNEY SUPERA SU PRIMERA GRAN CRISIS


Con "La Cenicienta" el estudio de Walt Disney sale a principios de los años cincuenta de su crisis de la época de las películas propagandísticas y las "películas-paquete" para entregar una de sus más grandes obras y para reponerse de aquellos mencionados filmes de segunda fila. 

El esquema vuelve a ser el mismo de sus inicios: adaptar un cuento clásico en el que prima la victoria del bien sobre el mal y del amor verdadero sobre el amor de conveniencia pero en el que también la ideología del Sueño Americano está bien presente y remarcada, cómo no viniendo del estudio del que viene.


No olvidemos que Cenicienta, a pesar de ser siempre humilde y bondadosa, pasa de la pobreza a la riqueza más delirante, al estatus social más alto posible -ser princesa- y por supuesto a "sentar la cabeza" y a darle hijos a su suegro, un rey que lo único que quiere es tener muchos nietos y que de una vez su hijo "siente la cabeza" antes de que "se le pase el arroz".

Y además no hay que olvidar el machismo indignante que la cinta guarda: todas las mujeres aspiran a casarse con el príncipe de turno y a nada más; no hay cosas más allá de esta hipotética boda y sólo hay que estar guapa las 24 horas del día para quedar bien ante el hombre de turno (de clase alta, por supuesto, ya lo he dicho).


Mensajes como estos aparte, la película, animada maravillosamente (se rodó un 90% de imagen real antes de comenzar los dibujos), con unos escenarios esplendorosos y con una banda sonora que ha quedado para los anales, es un encanto en todos los aspectos y su trama condensa en apenas 72 minutos momentos míticos de romance, humor, musical e incluso toques de aventura protagonizado por los animales del filme (por supuesto, y esto sí es muy positivo, Cenicienta es amiga de los animales y los trata con la dignidad que se merecen: Walt Disney siempre incluía estos mensajes en sus filmes).


La galería de personajes es sencillamente inolvidable: a la Cenicienta, encantadora y nada cargante para ser un personaje ciertamente de corte "ñoño", hay que añadir unos ratones que ponen la nota de comedia sin tampoco resultar pesados y reiterativos, un Hada Madrina divertidísima que se convirtió en un inono cultural de forma instantánea, unas hermastras convenientemente irritantes y una madrastra que se erige como una de las mejores villanas de la historia de Disney: fría, calculadora y sobre todo hipócrita, muy hipócrita. 

Machista y clasista por una parte pero con mensajes que pregonan la bondad y la humildad y la igualdad de los humanos y los animales, "La Cenicienta", con toda esa ambigüedad ideológica, es una maravilla del cine de animación si le podemos perdonar el contexto del que viene.