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jueves, 11 de abril de 2024

GODZILLA Y KONG: EL NUEVO IMPERIO. CERO PRETENSIONES, DEMASIADA DEJADEZ

GODZILLA Y KONG: EL NUEVO IMPERIO de Adam Wingard - 2024 - ("Godzilla x Kong: The new empire")

Estamos de acuerdo en que "Godzilla y Kong: El nuevo imperio" no es, ni pretende tampoco ser, "Shin Godzilla" o "Godzilla Minus One" (ambas comentadas por cierto en este blog), pero sí que se le exigiría algo menos de dejadez en el desarrollo de su trama y de sus personajes humanos.

Repite Adam Wingard a la dirección tras la anterior entrega de la saga y la película no es más que lo mismo que aquella: un espectáculo pulp sin ningún tipo de pretensiones en el que vamos a ver a una serie de monstruos dándose guantazos y destruyendo escenarios variopintos y poco más.

Ésta es la parte del filme que funciona: ahora es todavía más pulp si cabe, valga la redundancia, y se nos entrega un mundo nuevo de gorilas gigantes con un villano nuevo con carisma y con algún monstruo nuevo más. Todo al servicio de la diversión más desprejuiciada y gozosa, y sin dar gato por liebre y sin ningún tipo de pretensiones: aquí se ha venido a lo que se ha venido y os vamos a dar muchos bichos enormes y muchos paisajes imposibles.

La parte mala es la de siempre: la de los humanos. Que sí, que no es una película seria ni pretende serlo, pero cuidar un poquito, sólo un poquito este aspecto la convertiría en algo bastante mejorcito. Porque para variar los protagonistas humanos del filme son una mera comparsa con una trama tonta y casi de relleno y, además, y repetimos cutrez, faltan personajes de los que no se dice nada de nada (no puede haber algo más chapucero que hacer esto de una entrega a otra: es incluso pura dejadez hasta en una obra de entretenimiento de estas características).

El resto cumple: los efectos especiales, los diseños de los monstruos de marras, las escenas de acción, el combate final. Espectacularidad, palos y puñetazos, explosiones, alianzas épicas de bicharracos y destrucción por un tubo. Y nada más, con todo lo bueno y lo malo que eso supone.

"Godzilla y Kong: El nuevo imperio" te entretendrá pero posiblemente se te olvidará también en semanas. No se le puede exigir más porque es una película sincera que sólo busca divertir, pero si cuidara un poco más algunos de sus aspectos tal vez sería algo más que una producción de temporada de usar y tirar (lo que han sido prácticamente todas sus antecesoras también, desde luego, pero la repetición de lo mismo termina por cansar y por condenar a la saga a lo aburrido y a la falta de alicientes generalizada).

domingo, 14 de enero de 2024

GODZILLA: MINUS ONE. UNA JOYA QUE AJUSTA CUENTAS CON EL PASADO BÉLICO DE JAPÓN

GODZILLA: MINUS ONE de Takashi Yamazaki - 2023 - ("Gojira -1.0")

Aunque existe ahora mismo en marcha un exitoso MonsterVerse donde Godzilla es junto con King Kong el protagonista (con películas mejores y peores, todo sea dicho), siempre me han interesado mucho más obras independientes como "Shin Godzilla" de Hideaki Anno o esta otra maravilla que es "Godzilla: Minus One" de Takashi Yamazaki, un experimentado director con una enorme filmografía a sus espaldas que incluye incluso animación.

Si "Shin Godzilla" propuso en 2016 una perfecta fábula geopolítica que exploraba cómo cambiaría un país e incluso todo el planeta con la aparición de un monstruo como Godzilla, esta nueva versión del mito del kaiju salda cuentas con el pasado más vergonzoso del Japón moderno: la Segunda Guerra Mundial y su trauma bélico y nuclear.

"Godzilla: Minus One" tiene algo que en general pocas películas de monstruos gigantes de todo tipo tienen: un desarrollo hondo de los personajes. De hecho, importan más ellos que el propio Godzilla, que a veces es incluso un telón de fondo metafórico para explorar el mencionado trauma de aquella guerra y la sociedad de terror y destrucción que dejó.

Los protagonistas de este filme, maravillosamente interpretados por un elenco genial, son... Los protagonistas. Tienen en conjunto más escenas que el propio monstruo. Tienen pasado, presente y futuro. Son todos diferentes y se relacionan entre ellos y se enriquecen y cambian, y sirven para tratar asuntos como el amor, la amistad, la solidaridad, la entrega, la superación.

Godzilla es, tal y como he dicho, casi una metáfora, una alegoría del horror militar y atómico que quedó tras la que posiblemente fue la época más oscura del pasado siglo XX. Lo era ya en la película de 1954 y lo era también en la mentada "Shin Godzilla", y aquí se rescata, repito, este concepto de nuevo con todas sus implicaciones.

Pero otro concepto más brilla en este filme: el de la unión del pueblo japonés. Pero la unión del pueblo japonés entendida claramente como la unión contra una amenaza real: la de Godzilla. Esta amenaza se contrapone a lo que fue la guerra, que "unió" también a este pueblo pero por medio del fanatismo, de la locura militar, del patriotismo mal entendido y peor usado, del reclutamiento forzoso y de la demagogia. Un mensaje positivo, fuerte, sano, lógico: todo lo contrario a lo que es cualquier propaganda guerrera.

Finalmente, menciono la delicia del aspecto visual de "Godzilla: Minus One": está rodada en un bellísimo estilo de corte clásico que remite tanto a la película de 1954 como al cine de autores como Akira Kurosawa o Yasuhiro Ozu; en tonos ocres, con una fotografía preciosa, una representación histórica exquisita y unos escenarios que son auténticas filigranas. 

Viene además acompañada de unos efectos especiales de gran poder analógico que nos retrotraen a lo que fue el primer Godzilla de todos, aquel "muñeco" que hizo soñar y estremecerse a generaciones enteras mientras destrozaba la ciudad. Por supuesto, hay homenajes por todas partes y escenas de acción y de batallas geniales (muy equilibradas con el drama). 

"Godzilla: Minus One" es una obra maestra y lo mejor que se ha hecho para revitalizar al rey de los kaiju en las últimas décadas junto con "Shin Godzilla", que está por cierto también comentada en esta etiqueta y que recomiendo también encarecidamente ver si aún no la han visto.

domingo, 11 de abril de 2021

SHIN GODZILLA. HIDEAKI ANNO CREA AL GODZILLA REALISTA

SHIN GODZILLA de Hideaki Anno y Shinji Higuchi - 2016 - ("Shin Gojira")

De la misma manera que los USA han realizado sus propios y normalmente desafortunados remakes de "Godzilla", Japón se apuntó en 2016 a reiniciar la franquicia original de la Toho, la compañía en la que el famoso monstruo comenzó su andadura. 

Tras la friolera de treinta películas (treinta) que abarcan desde el año 1954 en el que se estrenó el primeo de sus filmes hasta el año 2004 en el que lo hizo "Godzilla: Final Wars", la compañía decidió por fin reiniciarlo todo y acabar con la supuesta continuidad delirante de una franquicia que, como la primera de James Bond por ejemplo, la que empezó con Sean Connery y acabó con Pierce Brosnan, se había vuelto incoherente y absurda de tan puramente larga y espaciada en el tiempo. 

Este reinicio ha sido inmejorable. Hideaki Anno, el creador de "Neon Genesis Evangelion", al frente de la dirección junto al genial creador de efectos especiales y director de anime Shinji Higuchi, ha entregado una nueva versión del primer ataque de la criatura ambientado en nuestros días que incide especialmente, de una forma totalmente realista, en las implicaciones políticas que éste tendría. 

Vamos a ver acción y destrucción, pero también políticos y militares histéricos hablando, mucho despacho, mucho parlamento, mucha opinión pública y mucha geopolítica internacional. Es lo que ocurriría ciertamente si alguna vez tuviésemos que vivir una invasión de un monstruo así. 

Por supuesto, no se olvida el mensaje ecológico ni contra la contaminación y la historia pasada y reciente de Japón: sus traumas con energías como la nuclear están bien presentes en el filme, adulto, serio, consecuente y como he dicho ultrarealista. 

El diseño de la criatura es finalmente una maravilla: se apoya visualmente en el estilo "retro" pero sin caer en la exageración y mostrando a un monstruo que bebe directamente del clásico de 1954 reinventándose y modernizándose con limpieza. 

Hay homenajes constantes (como la escena de los trenes) y guiños sin parar. Hideaki Anno siempre ha sabido ofrecer versiones actualizadas de cualquier adaptación que le pongan por delante, y aquí ha dado una vez más lo mejor de sí mismo para presentar el filme definitivo de Godzilla en décadas de versiones chungas o fallidas. Imprescindible clásico instantáneo del género de los kaijus. 

sábado, 10 de abril de 2021

GODZILLA VS. KONG. LOS MEJORES COMBATES DE LA SAGA Y LA PEOR TRAMA DE LA SAGA

GODZILLA VS. KONG de Adam Wingard - 2021 - ("Godzilla Vs. Kong")

En "Godzilla Vs. Kong", la última entrega del "MonsterVerse" hasta la fecha, se asienta el estilo de la anterior "Godzilla: Rey de los Monstruos": peleas de criaturas descerebradas en pos del entretenimiento puro y más desprejuiciado.

Queda atrás del todo el aburrido "Godzilla" de 2014 ("Kong: La Isla Calavera" es la única diferente de la saga al ser una película de aventuras) y nos sumergimos, una vez más, en un gran festival de monstruos dándose tortazos y destruyendo ciudades.

El director elegido para la ocasión es Adam Wingard, autor de sonados bodrios como "Blair Witch" o la aberrante adaptación de "Death Note", que lo cierto es que aquí trabaja con solvencia en una secuela sin ningún tipo de pretensiones más allá de entretener con espectacularidad y "fanservice".

Tiene, como la anterior cinta, sus aciertos y sus desaciertos. Entre los primeros, están los combates. Son los mejores de toda la saga hasta este momento, y en ese sentido no decepciona la película en absoluto: el encuentro final entre Godzilla y King Kong se salda con un buen puñado de fantásticas escenas de los dos monstruos liándose a hostias. Era lo que llevábamos esperando tres películas y, como he dicho, no decepciona (y además, hay sorpresas extra que pienso que son notables).

También entre los aciertos está el aura pulp cachonda que lo envuelve todo, que homenajea a las películas, revistas y cómics de monstruos de sus décadas de oro.

Hablando de los desaciertos, hay que decir que ya la trama directamente es una estupidez. En "Godzilla: Rey de los Monstruos" algo había: aquí ya solamente hay humanos para hacer bulto en historias que a nadie interesan y que no sirven para absolutamente nada.

Incluso, haciendo alarde de la cutrería más grande imaginable, personajes importantes de la anterior entrega quedan olvidados y borrados de un plumazo (estas cosas, el hacer como si protagonistas o villanos nunca hubiesen existido, me parece imperdonable en cualquier guión, incluso en un guión malo).

Por otra parte, los diálogos han empeorado muchísimo, los giros de guión dan pena de lo ridículos que son y hay mil lagunas que no se ha molestado nadie ni siquiera en explicar un poco, un poquito.

Es cierto que en las películas de monstruos lo importante suelen ser los monstruos, pero una cosa es esto y otra cosa es que las tramas de los humanos sean, además de incoherentes con la saga, una auténtica gilipollez para rellenar metraje y hacer bulto.

En conjunto, "Godzilla Vs. Kong" da lo que ofrece. Sin dar gato por liebre, sin engaños y sin filtros. Es entretenida y tiene las mejores peleas de su saga, pero también podría haber tenido una historia un poquito decente y no una mamarrachada como excusa.

No sabemos si habrá quinta entrega del "MonsterVerse". Esta película parece indicar que no, pero nunca se sabe. Mañana comentaré "Shin Godzilla" de Hideaki Anno como complemento a este ciclo: para mí, la mejor versión del monstruo japonés que se ha hecho en las últimas décadas.

viernes, 9 de abril de 2021

GODZILLA: REY DE LOS MONSTRUOS. BARRA LIBRE DE TITANES, BARRA LIBRE DE TORTAS

GODZILLA: REY DE LOS MONSTRUOS de Michael Dougherty - 2019 - ("Godzilla: King of the Monsters")

En la tercera entrega del "MonsterVerse" se deja atrás el modelo fallido del "Godzilla" de 2014 y se apuesta más por una película de monstruos al uso: trama descerebrada, acción absurda y muchas peleas colosales y muchos monstruos para estas peleas.

Hay aciertos y desaciertos en este nuevo esquema (dejo aparte a "Kong: La Isla Calavera" porque se diferencia de las otras tres entregas de la saga en ser más una película de pura aventura que de peleas de monstruos como tal).

Aciertos: el tono grave y aburrido del primer filme de la serie queda atrás. "Godzilla: Rey de los Monstruos" es mucho más divertida que ésta y, sobre todo, tiene peleas de monstruos. Que al fin y al cabo es lo que hemos venido a ver.

Desaciertos: la trama se vuelve tonta y a veces incluso insignificante. Se olvidan de un plumazo y de forma muy cutre a protagonistas importantes de la anterior entrega (sólo repiten Ken Watanabe y Sally Hawkins, y en papeles secundarios) y la historia es mucho más simple y mucho más tonta (y sus mensajes ecologistas y contra la ambición desmedida del ser humano se convierten en mensajes de andar por casa).

Por otra parte, los nuevos personajes tienen algo más de carisma, todo hay que decirlo. Sin embargo, su desarrollo queda muy limitado y lleno de topicazos (también hay que decirlo).

El elegido para encargarse de la dirección es Michael Dougherty, que nos sorprendió con las dos excelentes películas de terror que fueron "Truco o trato" y "Krampus. Maldita Navidad". 

Y bueno, hace lo que puede. Se nota que su tercera obra tras las cámaras es un encargo y que no tuvo especial libertad artística. Si alguien espera algo similar a las mencionadas cintas de terror, que cuidaban mucho su personalidad y su aspecto visual, aquí no lo encontrarán: esto va de peleas de monstruos y de humanos corriendo y poco más.

Sí creo que "Godzilla: Rey de los Monstruos" cumple a nivel de espectacularidad: es ésta, con diferencia, la entrega que más titanes tiene a la vez de toda la saga.

Al eterno Godzilla se le unen el mítico King Ghidorah (un clasicazo de las franquicias clásicas japonesas, valga la redundancia, y uno de los peores enemigos del protagonista) y otros como Mothra o Rodan (y varios más que aparecen de pasada). Sí, barra libre de monstruos para la pura diversión.

"Godzilla: Rey de los Monstruos" es una película simple y directa, algo larga para lo poco que cuenta, pero que promete lo que da: entretenimiento desprejuiciado y una exhibición de criaturas de todo tipo que se van a liar a mamporros entre ellas. 

Podría haber sido mejor (podría haber tenido una trama mejor) y podría haber sido peor (podría haber aburrido hasta a las moscas, como la mencionada "Godzilla" de 2014).

miércoles, 7 de abril de 2021

GODZILLA. PRECIOSA ESTÉTICA, TRAMA ABURRIDA Y MONTAJE SIN SENTIDO

GODZILLA de Gareth Edwards - 2014 - ("Godzilla")

Si el "Godzilla" de Roland Emmerich era terrible por ridículo y pueril, el de Gareth Edwards, que inauguró la saga "MonsterVerse" en 2014, lo es por todo todo lo contrario: por aburrido. 

Se nota que el director, que sorprendió con "Monsters", una película que no era perfecta pero sí original y muy resultona, y posteriormente con la genial "Rogue One", ha intentado darle a su remake de las aventuras del mítico monstruo japonés un toque personal y artístico en la estética. 

Sin embargo, la trama falla estrepitosamente en todos los sentidos. Da la completa sensación de que, en la sala de montaje, el filme haya sido cortado a hachazos de mala manera por algún productor ajeno al trabajo original del director. 

Su ritmo es abrupto, su historia salta de un lado a otro sin sentido, sus escenas están descompensadas entre las de acción y las de drama y sus personajes resultan planísimos porque parecen estar interrumpidos de golpe (y los actores que los interpretan trabajan además perdidos, absolutamente perdidos en todo momento).

La película se vuelve así soporífera y eterna y, además, los combates entre Godzilla y sus "rivales" los Mutos, monstruos con carisma, todo sea dicho, son pocos, muy pocos (dos son cortados al comenzar) y carecen de emoción (y leñe, si vengo a ver un filme de monstruos, además de una buena trama, quiero combates que por lo menos sean aceptables... creo que es de cajón). 

El mensaje antibelicista y ecologista repite, pero está totalmente diluido en la confusa trama y no tiene fuerza ninguna. 

Sí hay que elogiar, como he dicho, la estética que Gareth Edwards le imprime al filme: respeta el material original y lo homenajea y juega de forma espléndida con la ambientación y sus colores. 

Escenas como la de la caída del cielo en paracaídas son absolutamente geniales. Lástima que su belleza no se apoye en nada. "Godzilla" de 2014 es, tristemente, un desastre y, posiblemente, la peor de las hasta ahora cuatro entregas que ha tenido su universo compartido de monstruos.

martes, 6 de abril de 2021

GODZILLA DE EMMERICH. UN BODRIO PARA APROVECHAR EL TIRÓN DE PARQUE JURÁSICO

GODZILLA de Roland Emmerich - 1998 - ("Godzilla")

El primer remake de "Godzilla" fuera del mercado japonés fue este infame bodrio que perpetró el habitualmente terrible Roland Emmerich en 1998. 

Siendo el director quién es, se imaginan lo que toca: destrucción absurda, explosiones por la cara, acción barata (bien hecha pero barata) y una trama simple y pueril en el peor de los sentidos. 

Godzilla cambia de forma para asemejarse a un tiranosaurio rex y ataca ahora la ciudad de Nueva York. En los noventa los dinosaurios de "Parque Jurásico" arrasaron y tuvieron numerosas imitaciones (prácticamente todas bastante cutres y malas) y este Godzilla, estrenada además un año después de la secuela de la película, "El mundo perdido", se apunta al carro para sacar tajada y, para colmo, se saca de la manga unas crías de Godzilla que se asemejan a los velociraptores de la saga de Steven Spielberg. 

El argumento es bochornoso: los personajes, capitaneados por unos lamentables Matthew Broderick, Jean Reno (este especialmente es para matarlo con tanto tópico chorra de su cultura, la francesa) y Maria Pitillo, se dedican a correr de un lado para otro mientras el mencionado Godzilla destroza la ciudad y los militares, que no podían faltar, le dan caña sin parar. 

De vez en cuando hacen alguna averiguación sobre el monstruo, de vez en cuando cuentan un chiste de vergüenza ajena, de vez en cuando tienen una escena romántica tontuna y después se lían otra vez a correr. 

Finalmente, hay que decir que el mensaje ecologista, que se recupera del filme de Ishiro Honda de 1954, es para niños de doce años. 

Emmerich se supera en esta película, en la que practica otra forma más de destruir burdamente el mundo. Nada más que decir de esta porquería que hoy permanece bastante olvidada y que no tuvo secuela, por suerte.  

lunes, 5 de abril de 2021

GODZILLA. LA PELÍCULA MÍTICA QUE CAMBIÓ EL GÉNERO DE LOS MONSTRUOS

GODZILLA de Ishiro Honda - 1954 - ("Gojira")

Ishiro Honda fue uno de los principales directores japoneses dedicados al género "tokusatsu" (producciones de efectos especiales y acción) y del "kaiju" (dentro de este género, el que se ocupa especialmente de los "monstruos" como Godzilla, Gamera, Mothra o King Kong -el género no ha sido ni fue en sus inicios exclusivamente japonés, aunque en dicho país se desarrollara de forma especialmente potente-). 

No fue un autor a pesar de que rodó muchas películas de culto dentro de su esfera como el primer "Godzilla" o "Matango". Trabajó en franquicias como la del mencionado Godzilla y en las de King Kong, Mothra, Ultraman o incluso Frankenstein. 

Aunque algunas de sus películas pueden resultar curiosas y algunas de hecho hasta son míticas, su filmografía, muy amplia, es bastante repetitiva en temas (monstruos sobre todo) y está llena de bazofias y de películas sin ningún interés.

Estrenada sólo nueve años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, "Godzilla", la primera, la original, es una película muy mala pero que fue una revolución comercial y, además, de todo un género y de los efectos especiales. 

Si bien hay que decir que su guión es burdo y torpe hasta decir basta (abrupto, gratuito e improvisado en muchos pasajes, con escenas absolutamente chorras que intentan ir de solemnes y con un desenlace de pena), que los personajes son planísimos e infantiles (aunque algunos tengan un cierto carisma naif y pulp, como el mítico Doctor Serizawa) y que los diálogos son horripilantes, hay que decir también que, teniendo en cuenta los medios de la época, ver al monstruo Godzilla destrozando ciudades y caminando amenazante entre sus ruinas sigue siendo un espectáculo. 

También es digno de elogiar el componente crítico que tiene la obra: aunque a veces de forma algo pueril, "Godzilla" es un filme clara y abiertamente antibelicista y ecologista que ataca frontalmente a los horrores de la guerra, a la contaminación, a la avaricia del hombre, al maltrato animal y, sobre todo, al terror nuclear que dejó el fin de la mencionada Segunda Guerra Mundial (las sombras de las terribles tragedias de Hiroshima y Nagasaki están bien presentes en la cinta).

Filme de contrastes bestiales, y nunca mejor dicho (efectos especiales muy buenos en su momento y mensajes críticos por un lado y una trama terrible por otro), "Godzilla" fue un éxito en Japón y también mundial y se ha transformado en una película (y saga) de culto; hoy, el monstruo que le da nombre es una referencia de la cultura japonesa en todas partes. 

Fuera de su país de origen y de su "saga madre" esta película ha tenido tres remakes (uno en 1998, otro en 2016 y otro compuesto por varias películas cuya última entrega, "Godzilla Vs. Kong", está ahora en las salas) y dentro ha gozado de nada más y nada menos que de 28 películas que llegan desde 1954 hasta el año 2004. 

No voy a comentar por ahora la saga japonesa del monstruo porque es lo más repetitivo y plasta que uno puede echarse a la cara (y no tienen interés prácticamente ninguna de sus entregas tras la primera parte). Sí me voy a adentrar en los mencionados remakes a lo largo de esta semana.