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martes, 24 de agosto de 2021

CANCIÓN DE NUEVA YORK. EL PRECIOSO HOMENAJE DE MARC WEBB A WOODY ALLEN

CANCIÓN DE NUEVA YORK de Marc Webb - 2017 - ("The only living boy in New York")

"Canción de Nueva York" fue la otra película que Marc Webb dirigió en 2017 junto a la excelente "Un don excepcional". Y vuelve a ser una película absolutamente maravillosa. 

Muchos habrán notado en ella un homenaje al cine de Woody Allen: sí, lo es por completo. No solamente en la estética, y en el hecho de que esté ambientada en la ciudad de los rascacielos, y en la banda sonora escogida para la ocasión, y en el hecho, valga la redundancia, de que haga un retrato de dicha ciudad romántico y evocador: también, incluso, hay algunos actores que suele emplear Allen a menudo entre sus secundarios. 

Webb juega a mostrar directamente y a la cara sus referencias y, a la vez, sabe trascenderlas y darles la vuelta y entregarnos un drama fantástico, genial, de personajes absolutamente maravillosos que esquiva con habilidad pasmosa el efectismo y el folletín. 

"Canción de Nueva York" habla de amor y de desamor, de relaciones entre padres e hijos, de amistad y de búsqueda de la gloria literaria en un ambiente intelectual y exquisito pero a la vez con trazas "underground" en algunos personajes. 

Los diálogos son profundos y chispeantes y nunca engolados, el drama no es efectista, las relaciones entre los caracteres están perfectamente delineadas y el director nos regala algunos momentos verdaderamente emotivos y, además, un desenlace inolvidable que a muchos no ha gustado del todo pero que a mi me parece absolutamente genial y original, capaz de dar una vuelta de tuerca no sólo a la historia básica sino también a las concepciones que tenemos por habituales de lo que son las relaciones entre las personas.

El plantel de actores y actrices de la cinta está, finalmente, genial: todos y todas. Callum Turner lo clava como el joven aspirante a escritor desvalido y algo perdido que trata de encontrar su lugar en un mundo muy loco (sí, es un trasunto joven de Woody Allen, por supuesto). 

Kate Beckinsale sale de una vez de las malditas tonterías de la saga de "Underworld" y demás morralla para demostrar que es, cuando quiere, una gran actriz. Pierce Brosnan también sale de sus habituales encasillamientos repetidos y nos entrega otro papel muy destacado. Y Jeff Bridges está totalmente inconmesurable: llega a poner los pelos de punta con el que es el personaje más carismático de la obra.

"Canción de Nueva York" es un precioso homenaje al sentir de la vida neoyorkino y a los problemas cotidianos que todos tenemos. Marc Webb, ojalá sigas en esta estela. Prometes mucho.

lunes, 23 de agosto de 2021

UN DON EXCEPCIONAL. EL INFIERNO DE SER SUPERDOTADO POR MARC WEBB

UN DON EXCEPCIONAL de Marc Webb - 2017 - ("Gifted")

Marc Webb ha demostrado con sus dos últimas películas que lo suyo no fue flor de un día y que los problemas con las dos partes de ese "Amazing Spiderman" que no sirvió para nada no le han frenado en absoluto (en el sentido de que terminó siendo un dueto circunstancial para explotar a lo bestia los derechos del hombre araña de Marvel mientras llegaba el definitivo que se integraría en su universo cinematográfico en la "Civil War"). 

En 2017, nos entregó en abril "Un don excepcional", que hoy comentamos, y en agosto del mismo año "Canción de Nueva York", y en ambas lo clavó y se confirmó como un excelente director de historias de relaciones humanas. 

"Un don excepcional" va de una niña pequeña que es superdotada y que por ello las pasa putas en un entorno opresivo marcado por la tutoría de su tío, un joven un tanto perdido y con trauma a sus espaldas. 

Un realizador mediocre habría hecho una película ñoña y lacrimógena de superación barata inscrita en la ideología plasta de siempre del Sueño Americano. Webb, por suerte, no es un realizador mediocre para nada. Este filme es sobrio, coherente, lúcido, y no hace demagogia ni efectismos de ninguna clase. 

Retrata cómo el ser alguien especial supone también el vivir en un auténtico infierno, especialmente en la infancia, y a través de las visiones de varias generaciones de familiares de personas con grandes actitudes que se han visto sometidas a la tiranía de las expectativas de los demás.


Chris Evans
está genial en uno de sus papeles revelación tras sus aventuras superheróicas, al igual que la pequeña Mckenna Grace, que borda una interpretación absolutamente inolvidable que pone los pelos de punta (lo cual suele ser difícil de conseguir tanto para intérpretes tan pequeños en cuestión como para quien los guía tras las cámaras). 

Los secundarios, ídem, y además vienen en un plantel excelente de caras muy conocidas. Y la trama fluye con limpieza ejemplar hasta un desenlace maravilloso y no deja ningún cabo suelto: dibuja todo el mundo que late alrededor de la protagonista y todas las causas y consecuencias de su existencia con finura e inteligencia.

"Un don excepcional" es una película excepcional. Desde luego. ¡Muy bien hecho, Marc Webb! Mañana hablaremos de "Canción de Nueva York", que es igualmente maravillosa.

viernes, 14 de agosto de 2020

(500) DÍAS JUNTOS. EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD Y DE LA RUPTURA

Marc Webb, antes de embarcarse en el malogrado y cancelado reinicio de las aventuras de Spiderman que siguió a la trilogía del Hombre Araña de Sam Raimi, rodó una comedia romántica encantadora llamada "(500) Días juntos" (de nombre real y más apropiado "(500) Días de verano" -y sí, otra traducción horrible para el mercado español que va para la saca...-). 

Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel protagonizan de forma maravillosa esta película tan fresca y tan llena de ritmo como tan lírica y delicada. 

Marc Webb dirige con tino, con elegancia, acompañado de una banda sonora fantástica y con una estética vistosa pero nada efectista, una tragicomedia sobre los sueños de amor en el mundo moderno, en nuestros días, y sobre cómo las reglas han cambiado radicalmente con respecto a lo que vivieron otras generaciones. 

Los protagonistas de la película están en una brecha: como tantos de mi generación y de otras inmediatamente anteriores y posteriores, crecieron con una idea del amor y de la pareja que, para cuando pasaron la adolescencia, ya no era efectiva y ya no se daba en todas las circunstancias.

Es éste el precio de la libertad: hoy en día, no hay por qué aguantar (por suerte) una relación para toda la vida, como por ejemplo sí tuvieron que hacer (a veces con buenos resultados, a veces con resultados pésimos) generaciones anteriores. 

Hoy se puede ir de flor en flor y hay de hecho personas que, simplemente, elijen estar solteros de forma permanente como modo de vida. 

Tenemos más opciones que nunca, y más libertad sexual y emocional que nunca. Por ello, esculpir el amor idealizado que muchos tenemos en mente y que no se nos derrumbe es tan difícil. De todo esto va esencialmente, pienso, "(500) Días juntos".

El amor y el desamor, el compromiso y la independencia, la libertad y la inevitable esclavitud que supone a veces el tener pareja, el paso del tiempo, las frustraciones de la juventud, el egoísmo y el altruísmo que se dan la mano y se intercambian en toda relación, los conflictos de intereses inevitables, la llegada a la madurez y el descubrimiento de que viejos modelos sociales ya no sirven (si es que alguna vez sirvieron, ya que fueron impuestos en el imaginario colectivo y poco cuestionados hasta las últimas décadas) es todo lo que trata, con lucidez y sin lecciones morales y además por medio de unos diálogos fantásticos, Marc Webb. 

Y ya lo he dicho, pero dos los protagonistas del filme están geniales. Sin ellos, y sin la magnífica química que despliegan, la película no habría sido tan buena. Esto es una comedia romántica en condiciones. Extremadamente recomendable es "(500) Días juntos".

jueves, 7 de marzo de 2019

LOS OTROS SPIDER-MAN. THE AMAZING SPIDER-MAN II: EL PODER DE ELECTRO (2014)


La segunda y última entrega del primer reinicio de las aventuras de Spider-Man, dirigida de nuevo por Marc Webb, es absolutamente irregular.

Si bien me sigue pareciendo en líneas generales, como su predecesora, bastante más acertada en su visión del superhéroe que la decepcionante trilogía de Sam Raimi, presenta una trama llena de lagunas y unos villanos flojos, muy flojos y, además, una sensación de "Deja Vu" bastante poderosa (es cierto que cuando se reinicia en 2012 una saga que terminó en 2007 no se puede escapar de esto, pero aquí ya estamos en 2014 y esta secuela no creo que esté a estas alturas en condiciones de permitírselo como su antecesora, que en cierta parte era casi un "remake experimento").


Como he dicho, volvemos a tener las virtudes que hicieron de "The Amazing Spider-Man" un soplo de aire fresco tras una primera saga de la franquicia bastante irregular y ridícula: un Peter Parker más serio, una historia de amor con la mencionada Stacy que es adulta y está bien llevada y un humor mucho más parecido al de los cómics en el que la historia se basa. Los defectos, por desgracia, se repiten y se añaden otros nuevos.


Primer gran defecto: los villanos. Electro, el supuesto plato fuerte de la función, es como el Lagarto del anterior filme... Y peor. Si aquel pasaba demasiado rápido de la bondad a la maldad (o a la locura), éste es directamente un freak de cartón. 

Jamie Foxx, un excelente actor, está completamente desperdiciado en un papel gratuitamente estrambótico, ridículo y sin fondo ninguno que recuerda a los peores villanos de los dos "Batman" de Joel Schumacher.


No tiene pasado ni presente: es un marginado social, ok, pero se encoña con Spider-Man y de repente lo odia sin explicación convincente y sólo sirve para dar por saco mientras Harry Osborn traza sus planes. Absolutamente decepcionante (y eso que la película se subtitula "El poder de Electro"... pues vale).

El mencionado Harry Osborn ya mejora ligeramente con respecto a Electro, en especial porque en esta ocasión el Duende Verde SÍ ES UN DUENDE, y no un sucedáneo de Power Ranger, como en la versión de Sam Raimi.


Sin embargo, el "Deja Vu" sigue siendo demasiado poderoso y... Joder, estamos viendo otra vez a James Franco y no a Dane DeHaan (y eso que el chico actúa muy bien y su duende da verdadera grimita).

Rhino, por otra parte, hace una aparición casi insignificante: se le puede perdonar, ok. Pero los otros dos villanos decepcionan: uno por plano y desaprovechado, y el otro por calco. Que sí, que esta película no tiene culpa de que la anterior trilogía se cerrase en 2007. Pero... Se lo podían currar de otra forma, ¿no?


La figura del villano, en un filme de superhéroes, es tan importante o incluso más que la del propio héroe. Si los villanos fallan, la historia falla.

Otros problemas que "The Amazing Spider-Man II. El poder de Electro" tiene son sus lagunas de guión.


Harry Osborn entra a rescatar a Electro como Pedro por su casa, Spiderman se despreocupa del mencionado Electro cuando le vence por primera vez y pasa de él tres kilos (cuando es un villano casi invencible que podría volver a liarla parda cuando quisiese), el Duende Verde se transforma en villano casi de golpe y coge su patín aéreo como si cogiese una camisa de su armario, no se dice ni pío del Lagarto (leñe, que es el villano de la anterior parte...) y lo que hacen con Norman Osborn es una CAGADA directamente proporcional a la que metieron en "Iron Man III" con El Mandarín (lean abajo, en donde hago SPOILER).


Hay cosas buenas, por supuesto, también: la historia no esquiva una dimensión trágica que es muy acertada y que no estaba presente en el "Spider-Man" de Raimi, la trama amorosa de Peter y Gwen no es pastelosa y está muy bien llevada, la relación de Peter con la Tía May idem, el reencuentro de Peter y Harry idem de idem, las escenas de acción son buenas, la trama tiene ritmo y el personaje de Gwen adquuiere una importancia y un poder en la historia que es absolutamente fantástico y que da un toque adulto al filme que es acertadísimo.


Por ello, no es "The Amazing Spider-Man II. El poder de Electro" una mala película. Sin embargo, también es bastante fallida por lo arriba mencionado, y eso es imperdonable cuando la trilogía anterior del personaje ya lo era, y bastante.

Hay errores que, aunque el director sea otro, deben subsanarse. Para eso (además de para ganar pasta, desde luego) se hace también un remake, ¿no?


Como ya saben, esta saga se quedó colgada de la nada cuando Spider-Man pasó al Universo Cinematográfico de Marvel con la nueva cara de Tom Holland en "Spider-Man. Homecoming". El maravilloso mundo de los reinicios indiscrimnados y la falta de respeto total por el espectador.


ATENCIÓN, SPOILERS:

UNA ESCENA GENIAL: La muerte de Gwen Stacy está rodada con garra, con dramatismo y sin efectismos. Es lo mejor de la película y aquí se nota que Marc Webb es un buen director. Lástima que el resto del conjunto tenga tantos fallos.

UNA ESCENA TERRIBLE: La muerte de Norman Osborn. Me parece horrible quitarse de encima a un villano BÁSICO de Spider-Man de esta forma tan chapucera. Es como si haces una película de Superman y matas a Lex Luthor al inicio, o una de Batman donde el Joker también muere nada más empezar. No, esto es una cagada con una catedral. Muy mal.


miércoles, 6 de marzo de 2019

LOS OTROS SPIDER-MAN. THE AMAZING SPIDER-MAN (2012)


Para algunos cinco años es mucho tiempo; para otros, no es nada. Sea como sea, lo cierto es que reiniciar una saga como la de "Spider-Man", cuya primera parte tenía en 2012 una década de existencia pero cuya última entrega era de 2007, que como quien dice "estaba todavía ahí al lado", tenía sus inconvenientes. 

La sensación de "Deja Vu" estaba garantizada con "The Amazing Spider-Man", y si no se sabía dar un giro de 180 grados a la trama del reinicio, el efecto todavía podría ser mucho peor.


También, por suerte, tenía sus ventajas practicar este reinicio, especialmente cuando el trabajo del director de las tres primeras películas de la franquicia, Sam Raimi, había sido tan decepcionante en líneas generales.

Porque no es lo mismo, por poner un ejemplo muy socorrido, hacerle sombra a los excelentes y míticos dos primeros "Batman" de Tim Burton (olvidémonos de los dos siguientes de Schumacher, por favor), con "Batman Begins" (que además llegó ya ocho años después de aquella "cosa" que fue "Batman & Robin"), lo cual Christopher Nolan consiguió, que hacerle sombra a los flojísimos "Spider-Man" del director de "Posesión Infental".


Y bueno, Marc Webb no crea una película perfecta, pero supera con creces a Raimi en un sólo filme, lo que no era nada difícil pero lo que de una forma u otra se agradece. Sé que mi opinión es bastante impopular, pero no soy nada fan de la primera trilogía del Hombre Araña.

"The Amazing Spider-Man" tiene esa poderosa sensación de "Deja Vu" que he señalado impresa a fuego, y de hecho sigue un esquema idéntico a la primera de sus antecesoras en algunas partes: la muerte del Tío Ben, la transformación de Peter Parker, el villano que vuelve a ser traicionado por la eterna empresa del eterno Norman Osborn, la historia de amor (ahora con Gwen Stacy)... Todo muy visto... Pero infinitamente mejor llevado.


Para empezar, es preciso señalar que el Spider-Man de Webb SÍ es el verdadero Spiderman o, por lo menos, se parece infinitamente más tanto en físico como en comportamiento al héroe que el del pánfilo bajito y sin gracia que fue el pobre Tobey Maguire: Andrew Garfield es mejor actor, tiene un físico más acorde con el de Peter Parker, es más cínico y cachondo y es más estilizado para las escenas de acción.


Por otra parte, el villano de turno, aunque adolece de seguir el mismo camino del desaprovechadísimo Duende Verde al que dio vida Willem Dafoe, tiene más carisma y llega más al público (entre otras cosas porque es un excelente actor -Rhys Ifans- y, al contrario de lo que se hizo con Dafoe, otro enormísimo actor pero en el filme de 2002 tapado con una máscara cutre, cuando se transforma en el Lagarto los efectos especiales no borran su rostro y le permiten lucirse más).


Finalmente, la Stacy de Emma Stone hace en una sola película mucho más de lo que hace la Mary Jane de Kirsten Dunst, que en toda una trilogía no evolucionó casi nada y sólo servía para ser rescatada una y otra vez por Parker.

Sólo por estas tres cosas, "The Amazing Spider-Man" tumba a su antecesor. Quedan ahí, además, una ambientación más oscura, unas escenas de acción muy divertidas, una Tia May que no da vergüenza ajena y que no es un secundario cómico y un humor más comedido y fino y no basado en la ridiculización constante de Peter Parker.


El reinicio de las aventuras del Hombre Araña también tiene sus fallos, por supuesto. Por ejemplo, el Lagarto no tiene el conflicto interior lo suficientemente desarrollado (pasa demasiado rápido de la bondad a la maldad y viceversa) y la trama de los padres de Peter Parker parece quedarse en el aire.

Pero como remake "The Amazing Spider-Man" supera a sus predecesoras, y con creces (y lo dice uno que no es nada partidario de remakearlo todo a lo bestia y sin dejar tiempo de "respiro", como parece ser que va a ser la moda en los próximos años o décadas).