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sábado, 2 de noviembre de 2024

VENOM: EL ÚLTIMO BAILE. LA QUINTA ESTAFA DE SU ESTAFA DE UNIVERSO COMPARTIDO

VENOM: EL ÚLTIMO BAILE de Kelly Marcel - 2024 - ("Venom: The Last Dance")

Soy completista de sagas y de universos y siempre lo veo todo de las franquicias que me gustan, y además voy al cine a pagar por ello porque disfruto de esta actividad social. Eso me da un derecho especial también a poner por los suelos aquellas cosas que no es que sean malas, sino que son directamente engendros. 

El mundo absurdo de Spiderman sin Spiderman hecho para pasar la gorra tiene nueva entrega, y es otro bodrio infecto, como era de esperar (increíble que Sony sea la misma compañía que haya hecho las dos preciosidades animadas del Spiderverso de Spiderman y a la vez todos estos despropósitos).

"Venom: El último baile" sigue la estela de su universo y ya es su quinta película y su quinta película que da vergüenza ajena. No se puede hacer peor, en serio. Es que ni queriendo. Esto ya es pura dejadez, es el tener asumido que se hacen estas cosas para mantener unos derechos, rascar lo que se pueda del Universo Cinematográfico de Marvel y sacar todos los cuartos posibles.

De nuevo lo que hay es lo de siempre: un Venom de cachondeo y de coña marinera que va por ahí haciendo el pamplinas con un Tom Hardy terrible (que este hombre salga de esta saga ya, por favor) en una trama llena de estupideces.

Todo está en la línea de sus dos antecesoras y de "Morbius" y de "Madame Web", pero aquí encima es que la cosa es bastante peor por lo que comento en el espacio para spoilers de abajo del todo.

"Venom: El último baile" es además especialmente aburrida, posiblemente la más de todo su universo hasta la fecha, que ya es decir. Sobre todo porque su trama tiene un bajonazo gigantesco en la parte central (no va a ninguna parte y se dedica a poner a los protagonistas haciendo el imbécil en escenas aleatorias -y con el humor lamentable de siempre-) y luego un combate final que es tan largo y confuso y que explica tan, tan, tan poquito de por qué se ha llegado a él que todo se convierte en puro sopor de siesta de indigestión.

Lo completamos el conjunto con los habituales diálogos diarreicos, con personajes nuevos con desarrollo cero, con actuaciones terribles y desganadas y hasta con unos efectos especiales que, para lo que se puede hacer hoy en día, son bastante poco estéticos y dan bastante el cantazo.


"Venom: El último baile"
es lo que se puede esperar cualquiera que, por las razones que sea, haya seguido hasta ahora este universo de Spiderman sin Spiderman: patetismo, dejadez y vergüenza ajena al turbo para exprimir a unos personajes míticos de la peor de las maneras.

ESPACIO PARA SPOILERS: Lo peor de esta aberración es que es toda ella un prólogo para una película siguiente. Cuando descubres esto, al final de la jugada, se te queda cara de poker. Y claro, de último baile nada, por lo menos según promete este final: o va a haber una cuarta entrega de esta saga de Venom en solitario, o va a haber una reunión de los personajes de este universo enlazada con esta película (de la que no hemos visto apenas siquiera a su villano principal). Terrible todo.

sábado, 23 de octubre de 2021

VENOM: HABRÁ MATANZA. EN LA LÍNEA DE LA PRIMERA PARTE Y HASTA UN POCO PEOR

VENOM: HABRÁ MATANZA de Andy Serkis - 2021 - ("Venom: Let There Be Carnage")

Hay películas que, hoy por hoy, no entiendo cómo llegan a salir en las circunstancias artísticas en las que salen. Una de ellas es "Venom". Otra, esta secuela suya que hoy comento.

"Venom" fue una de esas jugadas extrañas en los bailes de derechos que permitió que este villano existiese, como punto de partida, en un mundo absurdo en el que estaba él solo, sin Spider-Man, sin otros superhéroes, sin otros supervillanos. 

Para esta segunda película, el mencionado baile de derechos, que ha seguido adelante, le ha permitido ya entrar en el actual Universo Cinematográfico de Marvel (que es donde pienso que debería haber estado desde un principio). 

Y bueno, sinceramente, no entiendo cómo se pueden rodar hoy en día cosas como ésta. Independientemente de que todo esto fuese en su inicio una jugada cutre para hacer un universo marvelita aparte para sacar dinero y fin, toda película creo que se merece, por lo menos, tratar de ser buena.

"Venom" era una infamia que descendía a los niveles de los Batman de Joel Schumacher, de "Catwoman", de aquellas varias películas que surgieron en los años 2000 mal hechas para pasar la gorra de varios superhéroes que no se merecieron aquellos productos ("Daredevil", "Elektra", "The Punisher", "Los 4 Fantásticos" y su secuela, "Motorista fantasma" y su secuela...).

"Venom: Habrá matanza" es más de lo mismo y hasta un poco peor, lo que ya es decir. Da igual que Andy Serkis esté ahora con la batuta de la dirección. Da exactamente igual porque es la misma porquería que su antecesora.

Nuevo villano y poco más. Esquema de "buddy movie" y comedia sin gracia. Y oigan, que a Venom le pega la comedia, pienso, pero la comedia negra e irónica, no una colección de chorradas sin sentido y sin ninguna gracia.

Porque el humor de esta película da aún más vergüenza ajena que el de la primera. Porque los gags son estúpidos y los diálogos dan pena. Y porque las actuaciones son penosas. Tom Hardy está terrible, como lo estaba en la anterior película, y Woody Harrelson es un despropósito de antagonista. Los dos se basan en tics, en tópicos, en caras descolocadas, en gracietas bochornosas. Dos actorazos como la copa de un pino tirados a la basura.

Los secundarios no se quedan atrás: los que repiten y los nuevos. Naomie Harris como Grito está especialmente para echarle de comer aparte: al nivel de Hardy y Harrelson.

Y el guión... Pues bueno, es lineal y tontorrón y está salpicado de los lamentables golpes cómicos mencionados. Tópico, predecible, abrupto, soporífero. No hila fino en absolutamente ninguno de sus momentos. Ni en los más supuestamente importantes.

Hasta las escenas de acción y los efectos especiales han perdido calidad. Se ve todo cutre, como un pastiche, sin estilo. A años luz de la visualidad de las últimas películas de Marvel y de DC en todos los aspectos.

Y queda finalmente la manera en la que este Venom entra en el UCM, que es de lo más improvisado, desganado y salchichero que he visto en bastante, bastante tiempo en una película de este género. Terrible. Todo mal. Fatal. Espero que ya que el personaje va a estar en el mencionado universo compartido se le de un lavado de cara y una vuelta de tuerca, porque no se merecía este maltrato infecto.

viernes, 8 de marzo de 2019

VENOM. UNA FELONÍA FÍLMICA QUE DESCIENDE A LOS NIVELES DE CATWOMAN


VENOM de Ruben Fleischer - 2018 - ("Venom")

La película de Venom en solitario ha ido arrastrando su sombra por los estudios desde aquel desastroso "Spider-Man III" de Sam Raimi, cuando se barajó como posible spin-off de la saga.

Pero la saga, valga la redundancia, acabó cancelada, reiniciada de mala manera con "The Amazing Spider-Man" y de nuevo cancelada (también de mala manera) tras "The Amazing Spider-Man: El Poder de Electro", y el Hombre Araña, definitivamente, pasó al Universo Cinematográfico de Marvel en "Capitán América: Civil War".


Pero, según leo, Sony quiere hacer ahora su propio Universo Marvel, y como el baile de derechos lo permite, se saca de la manga esta película protagonizada por el simbionte en exclusiva, en un universo en el que está él solo, y nos quedamos todos tan panchos.

Sí, efectivamente, es una maniobra bastante parecida a aquella de Catwoman de cuyo recuerdo no quiero acordarme.

Aquí, como he dicho, Venom está solo, sin Spider-Man, sin superhéroes, sin supervillanos, sin prácticamente nada que recuerde al mundo Marvel de marras. Vaya, que ha venido a pasar la gorra. Y encima, con descaro.


Porque esta aberración es, en su género, lo peor que he visto desde la mencionada Catwoman (aunque ahí anda cerca también la última de los Cuatro Fantásticos, otro reinicio para estrujar derechos que tal baila).

Tom Hardy está terrible, para empezar. En serio: terrible. Su papel es lamentable, bochornoso, de vergüenza ajena. Su Eddie Brock no produce ni risa: sólo pena. Mucho le tuvieron que pagar para que aceptase dar vida a semejante espantajo.

Pero los secundarios no se quedan atrás. Especialmente Riz Ahmed duele con su horrendo villano de opereta (un Carlton Drake penoso, muy, muy, muy penoso). Michelle Williams tiene un cierto pase: está un poquito menos ridícula, a pesar de que su papel es otra chorrada.


Luego, tenemos el guión. Si es que se le puede llamar así. La trama es una colección de gilipolleces de infarto, con una introducción larga y pesada, con un cuerpo de persecuciones interminables que no van a ninguna parte, con gags sonrojantes, con giros colocados al tun tun.

Venom es un simbionte molón y enrrollado que hace chistes para sacar algo de tajada de la sombra de Deadpool y que también hace cosas maravillosas como revelar sus puntos débiles a los humanos en toda su cara o cambiar de bando porque “en su planeta él es una especie de pringao” (sí, con estas palabras lo dice, señoras y señores).


Y quedan ahí los diálogos: horripilantes. Y el simplismo de un ecologismo barato y de una crítica contra el neoliberalismo de manual desarrollados por un niño de doce años. Y el hecho de que el filme trata de ir de violento y oscuro cuando no se ve ni una sola gota de sangre.

En serio: esto es un desastre. Pero uno de los gordos: un disparate infame, una felonía. Una mierda pinchada en un palo, siendo bruto. Y esta vez me voy a permitir serlo, porque la bazofia lo merece. Huyan de ella como de la peste.