lunes, 21 de diciembre de 2020

TODO SE DESMORONA. ACHEBE CAMBIA PARA SIEMPRE A LA LITERATURA AFRICANA

TODO SE DESMORONA de Chinua Achebe - 1958 - ("Things fall apart")

El nigeriano Chinua Achebe es uno de los escritores más famosos de África y uno de los que con más fuerza ha conseguido llegar más allá de sus fronteras: hoy es un clásico indiscutible de las letras contemporáneas.

Perteneciente al pueblo igbo, uno de los más numerosos del sudeste de Nigeria, fue profesor y un famoso intelectual que vivió largas temporadas en los Estados Unidos y que estuvo implicado en movimientos políticos para tratar de mejorar su país (no obstante, se separó de ellos ante la corrupción de la que fue testigo). Murió en 2013 a los 82 años.

La primera novela de Chinua Achebe marcaría las pautas principales de una grandísima parte de su obra posterior: el retrato de la colonización y de la post-colonización de su tierra.

"Todo se desmorona" se publicó en 1958 y fue un hito en Nigeria y más allá de sus fronteras: se convirtió en una novela mítica y en una de las más célebres de la Literatura Africana.

En su debut, Chinua Achebe cuenta, usando un estilo sencillo y bello, muy expresivo, donde la narración incluye cuentos mitológicos de los igbo, cómo la llegada del hombre blanco a una comunidad de esta etnia acaba con todas sus tradiciones ancestrales y con toda su identidad.

Podríamos pensar, a priori, en que Achebe, como han hecho tantos escritores con menos talento que él, va a narrarnos como unos blancos malvados, crueles y brutales subyugan a un Edén maravilloso donde, antes de su llegada, todo era paz, prosperidad y amor. No es así. Ni de lejos.

El hombre blanco en "Todo se desmorona" es un ente presente y a la vez casi lejano, y apenas está representado en un puñadito de personajes conscientemente más desdibujados que el resto que se deben a una reina que está muy, muy lejos, en una metrópolis de Europa que casi parece un lugar mítico o directamente inventado.

Este hombre blanco es, desde luego, un colonizador, un imperialista, un ser que ha venido a imponer su ley y su religión a una sociedad a la que va a esquilmar comercialmente con su fanatismo y su intransigencia religiosa, entre otras armas ideológicas (y cuando estas no funcionan, pasa a las físicas).

Sin embargo, este hombre blanco no es un hombre blanco de un sólo color: hay hombres blancos brutales y terribles y los hay que buscan, dentro de su clara idea colonizadora, el diálogo (aún usando también su demagogia).

Los igbo no son tampoco, por otra parte, perfectos. En absoluto. De hecho, Chinua Achebe los retrata sin ningún tipo de concesión: antes de que el mencionado hombre blanco llegase su sociedad ya era clasista, machista, violenta y oscurantista y estaba marcada por sangrientos enfrentamientos tribales. 

Okonkwo, el inolvidable protagonista de "Todo se desmorona", es un hombre que representa todos los valores "superiores" de esta sociedad. Es un guerrero brutal que sólo busca el reconocimiento social y la riqueza y que ha ascendido en su pueblo trabajando sin cesar pero también actuando sin miramientos.

Traumatizado por haber tenido un padre pobre y holgazán y mal visto por ello por sus vecinos, desprecia a los débiles y los ve como a seres inferiores, y trata a su familia con una violencia tremenda: pega a sus mujeres y a sus hijos, y es autoritario, frío, despiadado y guardián orgulloso de las peores tradiciones de las castas superiores de su pueblo.

Umuofia, el conjunto de aldeas que es su sociedad, es un lugar dominado por los más poderosos y por costumbres absurdas y machistas, clasistas y represoras. No en vano, cuando llegan los cristianos, son sus individuos más desfavorecidos (los marginados, los parias, los desterrados, los más pobres y despreciados por la comunidad) los que se unen a ellos (algunos para tomarse su ración de justicia y venganza con su propia mano).

Chinua Achebe lo deja bien claro: el viejo sistema era terrible, y el nuevo también lo es. Los gerifaltes que dominaban Umuofia no son en realidad tan diferentes de los gerifaltes de los hombres blancos. 

"Todo se desmorona", muy rica en su representación de lo que fue el viejo mundo igbo, con sus costumbres, su mitología, sus ritos, es una novela que en su sencillez aparente guarda un mundo muy complejo, lleno de grises y de aristas.

Dos culturas se encuentran y chocan, y gana la más fuerte pero la que también sabe dar un lugar a los marginados de la cultura perdedora. Ha ocurrido en otras partes del mundo.

"Todo se desmorona" es una enorme fábula sobre el poder, sobre África y su encuentro con Europa, sobre el fin de un mundo que pierde su identidad lleno de personajes para el recuerdo y de escenas que ponen los pelos de punta. Un clásico indiscutible con el que comenzaba una gran carrera literaria que trajo cuatro impresionantes novelas más.

Por cierto que, en la segunda novela de Achebe, "Me alegraría de otra muerte", continúa la historia de la familia de Okonkwo. De esa novela hablaré en otra entrada en el futuro.

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