lunes, 28 de diciembre de 2020

POBRE CABRÓN. EL "HATER" MISERABLE Y PATÉTICO DE LA ERA PRE-INTERNET

POBRE CABRÓN de Joe Matt - 1992 - ("The Poor Bastard")

El trío de amigos que conforman Joe Matt, Chester Brown y Seth es uno de los más interesantes del mundo del cómic. Sus obras son únicas e inimitables, pero además el hecho de que son, efectivamente, amigos en la vida real, las hace todavía más interesantes (entre otras cosas porque los tres han aparecido o aparecen en los cómics de todos ellos como personajes secundarios).

A finales de los años ochenta y durante gran parte de los noventa compartieron ciudad, Toronto. Brown y Seth son canadienses, pero Matt es de Philadelphia, aunque se trasladó por aquel tiempo a vivir al país vecino (en donde residió ilegalmente hasta el año 2002). Actualmente vive en Los Angeles.

Joe Matt es, de este trío de ases del cómic, de quien hablamos hoy. Un artista inimitable que siguió la estela de Robert Crumb y sobre todo de Harvey Pekar: la de las llamadas por algunos críticos "historias confesionales", historias en las que los autores narran su propia vida diaria.

Matt fundó en 1992 su propio cómic, "Peepshow". El título hacía referencia directa al propio exhibicionismo que en sus páginas él hacía de su propia cotidianeidad, que él también dibujaba. Y su día a día en aquellos primeros noventa era bastante patético y él se lo tomaba todo con bastante guasa.

En "Pobre Cabrón" se recopila la primera etapa de este cómic, que es también la más famosa ("Peepshow" ha sido publicado con interrupciones pero de forma más o menos constante por Matt: las últimas viñetas de la serie de su vida son, según he leído, de 2007).

Matt era por aquellos tiempos el retrato perfecto del "hater" (existían, desde luego, antes de la Era de Internet) que vivía odiando el mundo y quejándose de absolutamente todo en los años de la hegemonía del "grunge".

Estaba llegando por entonces el autor a la temida treintena, y estaba perdidísimo en la vida. Se dedicaba a dibujar su cómic y a nada más, y malvivía con compañeros de piso pesados del poco dinero que le generaba su "Peepshow" y de la caridad de sus parejas y de sus amigos.

Matt era un retrato tópico (pero los tópicos beben de la realidad) de aquella generación del mencionado "grunge": era un pasota redomado, estaba desencantado con su existencia, no creía que hubiese futuro para él, iba de relación en relación cuando podía (aunque normalmente lo que hacía era masturbarse mucho) y se dedicaba con un esnobismo feroz a una cultura fieramente "underground".

"Pobre Cabrón" es un retrato social fidedigno de toda esa generación mítica que vivió la explosión de Nirvana y del nuevo "cine indie", que coqueteó con la brutalidad de las peores drogas (cuando no se entregó directamente a ellas) y que se enfrentó al cambio de siglo con el hastío vital como pasaporte.

Pero Joe Matt, como he dicho, se toma esto muy a chorra, y se pone a parir a sí mismo desde la página número uno. Se dibuja como un tipo triste, muy patético, directamente estúpido a veces, cabezón para defender causas perdidas y para perder lo bueno que tiene, misógino, pajillero, rata y miserable y muy, muy caradura. 

No, no se pone nada bien a sí mismo, aunque tampoco salva a lo que le rodea: putea a la Era Pre-Internet y su capitalismo desmadrado, a sus jóvenes perdidos productos de los primeros hogares en los que fracasó el Sueño Americano (y Canadiense), a su libertad de puertas para afuera trufada de complejos y machismos de puertas para adentro, a su frustración sexual producto de haber crecido en una sociedad todavía conservadora y religiosa y a su también frustración emocional producto de no haber tenido ningún tipo de educación de este tipo.

"Pobre Cabrón" es descojonante. Te vas a reír, y mucho, aunque también vas a querer estrangular a Matt, un tipo huraño y carota que posiblemente nos caería como el culo, que trata a sus parejas con la punta del pie, que se aprovecha de sus amigos descaradamente, que desprecia a sus compañeros de piso aunque acude a ellos cuando les necesita.

Como el "American Splendor" de Harvey Pekar, el "Peepshow" de Joe Matt es puro retrato americano crudo y despiadado, puro despelleje de una sociedad en proceso de cambio (y de descomposición) y de una de las generaciones más perdidas que esta sociedad ha tenido. 

Curiosamente, "Pobre Cabrón" está ambientada en su mayor parte en Canadá, en donde como he dicho Matt vivía a pesar de ser estadounidense. Digo "curiosamente" porque descubrimos que este país, sobre el que pesa el tópico de ser "tranquilo y civilizado", tiene demasiadas cosas en común con los USA, su vecino "patito feo". 

Como curiosidad también, termino diciendo que dos de los protagonistas de este cómic son también los mencionados amigos del autor, Chester Brown y Seth, que aparecen dibujados con sus manías (aunque normalmente son ellos los que moralizan a Matt y los se llevan las manos a la cabeza ante sus barrabasadas). 

En fin, no dejo de recomendar "Pobre Cabrón". Es un retrato certero de todo lo que he dicho pero, también, de un tipo de persona que sigue existiendo en nuestra época: el "hater", el odiador nato, el Señor Scrooge post-moderno e insoportable.

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