martes, 19 de marzo de 2019

TRUE DETECTIVE II. LA DECEPCIÓN


La segunda temporada de “True Detective” fue una de las series más cruelmente vilipendiadas de su año. La destriparon con saña, sin ninguna clase de piedad. Imagino que la sombra alargada de su antecesora, un clásico instantáneo, le hizo un mal irreparable e infló demasiado sus expectativas. La "maldición de la primera obra maestra", le llaman algunos.

Pienso, de todas formas, que algunas personas han optado por cogerle manía a esta segunda historia de la franquicia de forma gratuita, sólo porque la anterior era muy buena y a la sucesora ya había que mirarla mal sí o sí (ya saben, las normas de la casa gafapasta).


Recuerdo que ya en los meses de abril y mayo de 2015, cuando no se sabía demasiado de ella aparte de quiénes eran sus protagonistas, estaba siendo objeto de críticas asesinas. 

También recuerdo que muchos, con sólo haber visto el primer capítulo, ya la despreciaron y la abandonaron (cosa que tampoco entiendo: con un sólo episodio no puedes juzgar a una temporada entera que tiene otros siete).


Una de las grandes "comidillas" del final de aquel año entre amantes del cine y de las series fue "lo mala" que era "True Detective II". "Terrible", "decepcionante", "aburrida", "nada original", "un fracaso”.

En medios de todo tipo: desde el blog más cutre hasta el periódico más famoso. Y sí, ciertamente es floja, desde luego, y las comparaciones son odiosas. Pero tampoco es un horror ni la peor serie de su año.

Nick Pizzolatto es de nuevo el creador y, tal y como comunicó en su momento, incursiona en otro tipo de historia negra. El objetivo de la serie es éste: explorar diferentes formas de “noir”. 


En la primera "True Detective" teníamos una trama retorcida de sectas, de poderes y símbolos primigenios, de ambiente rural. Aquí tenemos una trama de policías y mafiosos, de corrupción y de ambiente urbano. 

Pasamos de la América profunda a la América del cemento y el cristal. Me parece excelente arriesgarse para no repetir la fórmula (aunque me da a mi que algunos, se haga lo que se haga, lo van a criticar: si repite, porque repite; si no repite, porque no repite).

Tenemos, sin embargo, las mismas coordenadas que en la temporada de 2014: unos personajes al borde del abismo que han de demostrarse a sí mismos y al mundo que les rodea que, después de todo, son más íntegros, valientes y justos que toda la podredumbre que les rodea.


Pizzolatto trata ahora asuntos como las secuelas de la guerra, la frustración sexual, la homofobia, la hipocresía social, la violencia, la soledad, las relaciones familiares y de pareja, la mencionada corrupción o el capitalismo agresivo.

El estilo es el mismo: el escenario es onírico, realista a la vez, sucio y oscuro, y el poso narrativo es directo, tajante.

Los diálogos, aún siendo pretenciosos a veces y excesivamente enigmáticos otras, me parecen acertados en "True Detective II". Concedo aún así que es cierto que carecen de la genialidad de los de su antecesora. 


Los personajes me parecen también interesantes, aunque no tienen, ni de lejos, el carisma de los dos protagonistas de la primera temporada (y es que es verdad que, prejuicios aparte, aquella dejó el listón muy, muy alto).

No me parece que estén mal interpretados: creo que todos los actores lo hacen muy bien, desde Colin Farrell hasta Rachel McAdams y Kelly Reilly pasando por los ultracriticados Taylor Kitsch y Vince Vaughn (este último me parece que se come la pantalla con su ambiguo personaje).

La temporada está rodada con potencia también, pienso, y hay capítulos excelentes como el cuarto y el sexto.


No obstante, no niego que, en conjunto, esta "True Detective" de 2015 es más convencional en todos los aspectos que la original.

Hay capítulos olvidables como el segundo y el tercero, y a la trama le cuesta arrancar (hasta el cuarto no lo hace del todo).

El desenlace también puede resultar algo decepcionante (a pesar de contar con escenas excelentes como la del personaje de Vaughn en el desierto).


En fin, no se puede conseguir siempre la excelencia, aunque pienso que es injusto también masacrar de esta manera a una temporada que es desde luego normalita, pero que tampoco es la peor infamia que se ha hecho (hay series mucho peores, vaya que sí).

Mañana, hablo de la tercera temporada, que en general ha mejorado bastante el listón pero que ha cosechado también la polémica por su desenlace, que no ha gustado a todo el mundo.


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