jueves, 13 de noviembre de 2025

LAS SIETE BOLAS DE CRISTAL. EL ÁLBUM MÁS OSCURO Y DESESPERANZADO DE TINTÍN

LAS SIETE BOLAS DE CRISTAL de Hergé - De 1943 a 1946 - ("Les 7 boules de cristal")

Después del dúo de "El secreto del Unicornio" y "El tesoro de Rackham el Rojo" llegó el de "Las siete bolas de cristal" y "El templo del Sol", otro igual de maravilloso e inolvidable y que conformaba otra de las grandes sagas de Tintín.

"Las siete bolas de cristal" empezó a publicarse en 1943 y el gran Edgar P. Jacobs fue colaborador en sus páginas. Una vez más, debido a la ocupación nazi de Bélgica, no hubo sátira política, pero sí que Hergé desarrolló una trama de misterio que es la más oscura de todas las que escribió y la única que se sumerge en el terror.

El estado de ánimo y de salud del creador de Tintín en esta época era muy malo y el cómic estuvo parado durante dos meses debido a que enfermó de gripe, sinusitis y otitis a la vez y, además, a que padecía una depresión porque había sido acusado de colaborador de los nazis y el régimen de Adolf Hitler en Bélgica parecía a punto de caer.

El 2 de septiembre de 1944 Bruselas fue liberada por los aliados de los alemanes y el diario Le Soir, en el que se publicada Tintín, fue intervenido y toda su plantilla sustituida, él incluido. Detenido hasta cuatro veces diferentes, fue liberado, pero estaba en la lista negra de colaboradores de los nazis de la Resistencia Belga (llamada "La Galería de los Traidores"). Fue indultado porque se consideró que era simplemente un ilustrador de "inofensivos libros para niños", pero se quedó en el paro y se dedicó junto a Jacobs ese tiempo a reformar y actualizar los antiguos álbumes de Tintín.


Fue ésta la peor época en la vida de Hergé
, que nunca perdonó a la sociedad belga cómo había sido tratado, aunque lo ocultó de su imagen pública. Volvió a trabajar dos años después de todo esto cuando le concedieron el Certificado de Buena Ciudadanía necesario para ello tras la liberación. William Ugeux, el líder de la resistencia belga que en aquel momento se encargaba de la censura y de dicho certificado, concluyó que Hergé había sido "un torpe más que un traidor".

Gracias a Raymond Leblanc, antiguo miembro de dicha resistencia, Hergé pudo volver a publicar en la nueva revista que precisamente se llamó Tintín, en la que habría otras obras de otros autores belgas como sus amigos Edgar P. Jacobs y Jacques Van Melkebeke, y que fue un éxito instantáneo.

"Las sietes bolas de cristal" es un historia como he dicho de terror, y muy oscura para el estilo habitual del personaje. El profesor Tornasol es secuestrado, y hay una momia inca de por medio y unos personajes extraños relacionados con ella y una maldición que tiene que ver con esta momia (vuelve a la saga el elemento fantástico de "La estrella misteriosa").

El mencionado misterio te atrapa desde el primer momento, la acción que hay es frenética, las escenas de terror espeluznantes (inolvidable la del manicomio: pone los pelos de punta) y el final, abierto a "El templo del Sol", desolador. Puede que influyese en todo esto la mencionada depresión de Hergé (estoy casi seguro de que sí).

Posiblemente sea "Las siete bolas de cristal" el álbum más sombrío de todos los del reportero belga, lo que lleva a la saga a nuevos terrenos, a nuevos géneros y a nuevos estilos. La influencia de Edgar P. Jacobs se palpa en todo esto y en que el dibujo se vuelve incluso más abigarrado y los escenarios más retorcidos (dentro de lo que es la línea clara).

Algo sólo no me cuadra aquí: el general Alcázar, que vuelve tras "La oreja rota", es presentado como un amigo de Tintín, y precisamente fue con él un ser bastante despreciable. 

Dejando esto de lado, "Las siete bolas de cristal" es un álbum espectacular, terrorífico, inolvidable y la antesala de la siguiente joya que sería ya de nuevo aventurera pura y dura: "El templo del Sol".

No hay comentarios:

Publicar un comentario