EL MEXICANO de Robert Rodríguez - 2003 - ("Once Upon a Time in Mexico")
La saga del Mariachi de Rodríguez termina con “El Mexicano”, tercera entrega de sus aventuras visualmente muy vistosa y bonita pero por desgracia ya bastante desastrosa en lo que a guión se refiere.
Una vez más nos encontramos con las influencias fieramente heterogéneas de su creador: “El Mexicano” es un western/filme negro de acción con toques de comedia negra y con un estilo que bebe de los dibujos animados, de los comics, de los videojuegos, de la serie B y de los mencionados western, cine negro y cine de acción.
Hasta aquí todo muy bien: el cine de este director tiene una personalidad innegable. Sin embargo, la falta de pretensiones en lo que se refiere al mencionado guión es ya tan absoluta en esta entrega que no hay más en ella que una interminable sucesión de escenas de acción a cada cual más absurda y espectacular.
El cine de mero entretenimiento ha dado maravillas a la filmografía mundial, pero este cine que se ha quedado en la memoria colectiva (muchas películas de creadores como Fleischer, Spielberg, Donner, McTiernan…) tenía una base argumental mínima a la que las aventuras y la acción estaban subordinadas, y no al revés. En las irregulares “El Mariachi” y “Desperado” las tramas eran simples y lineales, pero en “El Mexicano” ya es directamente ridícula, mal planteada y desarrollada y gratuita en casi todos los aspectos.
La cinta no es más que un espectáculo pirotécnico lleno de escenas de acción ingeniosas (eso tampoco se lo niego porque visualmente es como he dicho muy bonita). Y punto y final. La historia trata de nuevo sobre la venganza del Mariachi, aunque Rodríguez la enmarca en una delirante y desprejuiciada revolución popular contra un esperpéntico presidente corrupto.
Los diálogos no tienen sentido y resultan inconexos, los personajes actúan muchas veces de manera inexplicable, hay lagunas y cabos sueltos por todas partes. Los actores sí están muy bien e interpretan a sus personajes con gracia.
Eso sí, tendremos lo de siempre pero multiplicado por mil: explosiones sin descanso, tiros por todas partes, mucha sangre, malos muertos por doquier, destrozos y seres humanos saltándose a la torera las más elementales leyes de la física y hasta disparando ciegos y acertando. ¡Si incluso en los flashbacks en los que el Mariachi recuerda a su amada muerta tenemos escenas de acción!
¿Que todo es un homenaje paródico freak? Desde luego. ¿Que como he dicho hay poquísimas pretensiones? Desde luego, también. Pero sin argumento no hay nada de nada. Y de verdad que esta película necesitaba una trama: así de simple.
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