SEÑALES DEL FUTURO de Alex Proyas - 2009 - ("Knowing")
Alex Proyas empieza a caer en un peligroso pozo de mediocridad con "Yo, robot", muy lejana en originalidad y en calidad a sus obras fantásticas de los años noventa. Le sigue en la lista "Señales del futuro", un thriller sobrenatural de catástrofes que empieza espléndidamente, que se mantiene maravillosamente y que en su último tramo de metraje se precipita en la cutrería más absoluta con un inexplicable y horrendo desenlace.
A partir de una premisa muy vista, Proyas labra una trama que inicialmente sorprende, que se sigue con bastante interés y que incluso impacta con un terror bien explotado y unas escenas dramáticas cargadas de una crudeza poco acostumbrada en este género comercial en las que su genio para la puesta en escena brilla con luz propia (las mejores, sin ninguna duda, las del accidente de aviación y las del metro: magistrales) junto a una banda sonora verdaderamente estresante de Marco Beltrami.
Por desgracia, todo este despliegue de buen hacer termina por los suelos miserablemente cuando llega el momento del desenlace del filme, en el que ante la pura incompetencia a la hora de atar los cabos sueltos de la trama, se opta por desarrollar un cierre sin sentido y chapucero que, para colmo de males, viene marcado por un tufo mártir de resignación con aires del Antiguo Testamento de La Biblia que es verdaderamente terrible.
Al final, tanto accidente, tanta catástrofe, tanto misterio de baratillo y tanta búsqueda de marcianos termina de una forma lamentable y gratuita: un timo en toda regla. E insisto: "Señales del futuro" era un thriller sobrenatural dignísimo hasta que llego este... Final.
¿Por qué, Proyas? ¿Por qué destrozar lo que iba tan bien de una manera tan salchichera y por qué meterle encima a todo un mensaje religioso de sumisión a la resignación? Qué pena, chico. Vaya una forma de desbaratar una película sin sentido ni sensibilidad hasta transformarla por la fuerza en un bodrio.
Pero oigan, que la que vino después, que y comentaremos el mes que viene era todavía peor: "Dioses de Egipto", que terminó de confirmar, por lo menos hasta que vuelva a hacer algo digno, a este director en la pura caída libre. Recuerda uno "El Cuervo" y "Dark City" y se pone triste.




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