jueves, 27 de noviembre de 2025

EL ASUNTO TORNASOL. EL IRÓNICO THRILLER DE LA GUERRA FRÍA DE TINTÍN

EL ASUNTO TORNASOL de Hergé - De 1954 a 1956 - ("L' affaire Tournesol")

El pobre profesor Tornasol es secuestrado dos veces en las aventuras de Tintín: después de la saga de "Las siete bolas de cristal" y "El templo del Sol", en "El asunto Tornasol", volvería a ser raptado, aunque esta vez por las naciones de Syldavia y Borduria, que querían una poderosísima arma sónica que había diseñado (basada en una real pero fallida que intentaron crear los nazis en la Segunda Guerra Mundial).

En "El asunto Tornasol" vuelve de forma definitiva a la serie la sátira social, que había estado algo abandonada por Hergé incluso después de la liberación de Bélgica de los mencionados nazis. Ahora, Borduria, que inicialmente había sido una parodia de estos nazis en "El cetro de Ottokar", se torna una parodia de la Rusia de Stalin. Se amplía el "worldbuilding" del país y descubrimos que es una dictadura dirigida por un líder supremo llamado Plekszy-Gladz, jefe del partido único, que adora el "bigotismo" (la referencia es clara).

"El asunto Tornasol", inspirada en la Guerra Fría que se vivía ya en el mundo y en las novelas e historias de espionaje que se hicieron tan populares en esa época, es otro álbum excelente lleno de ironía (su crítica política y social, ampliable a cualquier dictadura, es una mofa genial que ridiculiza a sus fanatismos y personalismos) y en el que se mezcla perfectamente el thriller, la acción y el humor (con Haddock aquí especialmente golpeado por gags interminables como el del esparadrapo, inolvidable y desternillante).

Hergé presentó en este cómic a dos personajes que volverían. En especial, el pelmazo y caradura Serafín Latón (tipo despreciable, convenido, insoportable) estaría ya en todos los demás álbumes exceptuando "Tintín en el Tíbet", mientras que el Coronel Sponsz sería un villano recurrente que representaría al estalisnista típico, violento y repulsivo. También aparecería ya la mítica Carnicería Sanzot, con su delirante broma telefónica perpetua.

Las críticas de "El asunto Tornasol" fueron una vez más excelentes, y fue calificado como otro de los grandes cómics de Tintín. No obstante, hubo críticas, valga la redundancia, con las que coincido y que señalaron que era incoherente mostrar a Syldavia como un estado villano en la historia cuando en "El cetro de Ottokar" y en la saga de "Objetivo: La Luna" y "Aterrizaje en la Luna" había sido precisamente aliada de Tintín y de Tornasol, a los que incluso les debe respectivamente su libertad como país ante la amenaza de Borduria y su liderazgo en la carrera espacial.

No entiendo cómo a Hergé, siendo tan meticuloso como solía ser, se le pudo haber pasado este fallo tan gordo, la verdad. Dejado esto a un lado, "El asunto Tornasol" es otro cómic espectacular de su gran saga.

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