martes, 25 de marzo de 2025

EL CAPITÁN. UNA OBRA MAESTRA SOBRE EL APOCALIPSIS DE TODA GUERRA

EL CAPITÁN de Robert Schwentke - 2017 - ("Der Hauptmann")

Robert Schwentke es un director alemán afincado artísticamente entre su país y los USA y su caso me parece especialmente curioso: constantemente se mueve entre películas fantásticas y originales y entre inexplicables bodrios de encargo o sin personalidad. Su filmografía, una completa montaña rusa de calidad, se compone del thriller "Tattoo", de la comedia "Las joyas de la familia", del thriller “Plan de vuelo: desaparecida”, del filme romántico "Más allá del tiempo", del thriller de acción "Red", de la comedia de acción “R.I.P.D. Departamento de Policía Moral”, de las dos entregas de la saga "Divergente", "Insurgente" y "Leal", del comentado filme "El capitán", del spin-off "Snake Eyes: El Origen" de la saga G.I. Joe y de la histórica "Séneca".

“El capitán” es la mejor película sobre el nazismo que he visto en una década. Y no exagero. El irregular Robert Schwentke vuelve a rodar a su Alemania natal en 2017 y nos entrega un filme post-apocalíptico total en forma y en fondo. 

Blanco y negro riguroso y bellísimo, una banda sonora atronadora y terrorífica que remite al anacronismo de la irrupción de la modernidad, escenarios desolados donde los humanos han quedado reducidos a la bestialidad y unos personajes que dan maldito miedo. Todos. Hasta el más a priori razonable. 

Un desertor del ejército nazi encuentra un uniforme de alto mando y se hace pasar por eso mismo. Corren los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, y los alemanes queman posiciones con urgencia: constantemente llegan noticias que les anuncian que han perdido la contienda, que los aliados los tienen cada vez más cercados. Schwentke retrata la locura de estos momentos en los que todo está perdido, en los que la moral desaparece, en los que la autoridad no importa y en los que el puro surrealismo entra en la Historia. Porque “El capitán” es una película también histórica: da fe de que cosas como ésta ocurrieron.

Dos horas agarrado a la butaca. Dos horas de sufrimiento, de tensión, de sorpresa tras sorpresa. ¿Creían que todo estaba inventado en el género “nazi”? Estaban equivocados. Yo también. Esta película es un estudio certero, cruel, sin paliativos, de las mecánicas demenciales del poder y del liderazgo, del fanatismo, del borreguismo y de la mentira en tiempos de guerra y de convulsiones sociales. 

El director lo capta todo con su onirismo delirante, con sus metáforas visuales que dan en el clavo, con sus planos alucinógenos. No importa nada, ni el bien, ni el mal, ni siquiera la misma guerra. Humor negro a raudales, pero del que no tiene en realidad ninguna gracia. 

No se pierdan “El capitán”. Les sobrecogerá y les agarrará, y no les soltará. Y por cierto, premio ya para Max Hubacher, el actor principal: les asesinará con la mirada.

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