NOSFERATU de Robert Eggers - 2024 - ("Nosferatu")
Poco a poco, con el tiempo, iré comentando en este blog desde el "Nosferatu" original de Friedrich Wilhelm Murnau hasta el primer remake que tuvo, dirigido por Werner Herzog, pasando por la secuela-reinterpretación de ese remake, "Nosferatu en Venecia", y por la reinterpretación del mito "La sombra del vampiro".
Hoy, toca reseñar su última versión, "Nosferatu", llevada a cabo por Robert Eggers, la cual me ha parecido, aunque pierde algo de fuelle y se precipita un poco en su desenlace, muy interesante y más que notable.
No soy muy amigo de los remakes ni de los reinicios, pero hay casos en los que creo que están justificados y uno de ellos es éste: película mítica de terror muda de 1922, con leyenda y malditismo por detrás, que tiene más de un siglo y que incluso tiene un remake que a su vez es mítico (el mencionado de Herzog).
Eggers nos entrega una reinterpretación del primer filme que sabe aportar su toque personal y, a la vez, ser perfectamente fiel a la esencia del material original.
El punto de partida es el mismo de aquel: esa "versión encubierta del "Drácula" de Bram Stoker" que fue ligeramente variada para poder rodarse en su día. El mensaje, sobre la maldad, la muerte y la eternidad, repite, y Eggers añade otro de su cosecha que remite a una suerte de retrato de las relaciones tóxicas.
La trama, dividida claramente en las habituales tres partes herederas de la propia trama del mencionado "Drácula", si bien se vuelve algo errática y se precipita demasiado en la última de dichas partes, está cohesionada y mantiene el gancho siempre, y consigue algo muy importante: aterrorizar desde el primer momento con un terror, valga la redundancia, verdaderamente malsano.
A esto ayudan su estética y su atmósfera: Eggers sabe tomar perfectamente el aura del expresionismo alemán de la primera película y darle su propio toque para retratar una Europa oscura, a caballo entre la modernidad y su pasado de misterio y horrores atávicos, donde tanto los interiores como los exteriores son una delicia.
En especial creo que el primer segmento del filme, el del castillo del Conde Orlock, da muy mal rollo y es tremendamente efectivo, con algunas escenas de pura pesadilla y de fiebre de horror que ponen los pelos de punta.
El reparto está magnífico, desde la protagonista Lily-Rose Depp (gran descubrimiento) hasta el sufriente Nicholas Hoult, el carismático Willem Dafoe, los efectivos Aaron Taylor-Johnson y Emma Corrin o el impresionante Bill Skarsgard, que parece haberle pillado el gusto a interpretar a monstruos y que aquí da, como en "It", verdadero miedo.
Esta "Nosferatu" de Robert Eggers me ha parecido una película fantástica, personal, respetuosa con su herencia y visualmente sobrecogedora. Así es como creo que han de hacerse, si se hacen, los remakes.
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