jueves, 13 de junio de 2024

GHOST IN THE SHELL II: INNOCENCE. NO TAN PERFECTA COMO SU ANTECESORA, PERO BUENA

GHOST IN THE SHELL II: INNOCENCE de Mamoru Oshii - 2004 - ("Ghost in the Shell II: Innocence")

Como era de esperar, un fenómeno como "Ghost in the Shell" no iba a quedarse sin secuelas y sin remakes. En los años 2002, 2004 y 2006 vieron la luz tres series animadas basadas en el manga homónimo de Masamune Shirow y en 2015 "Ghost in the Shell: The Rising", una película que solo se estrenó comercialmente en los cines de Japón engarzada con estas series. 

También hubo dos re-invenciones de la película original: "Ghost in the Shell 2.0" en 2008, que era un "remontaje" de la de 1995, y "Ghost in the Shell: Arise", de 2013, que consistía en cuatro filmes construidos a modo de "remake". 

La lista de productos que surgieron del filme original es enorme, y eso sin contar los manga que lo ampliaron en el mundo de las viñetas o el remake norteamericano terrible (del que hablaremos ya mañana). Sin embargo, la única segunda parte directa relacionada con la primera fue "Ghost in the Shell II: Innocence", que llegó de forma tardía a las salas, nueve años después de su antecesora. 

Por suerte, Mamoru Oshii, que rechazó participar en las series a pesar de dar ideas para ellas o haberlas supervisado, volvió a la dirección. Esta segunda entrega de "Ghost in the Shell" sigue buceando en los asuntos de la primera parte, aunque se centra especialmente en uno: en todo lo referente a los sentimientos de la inteligencia artificial. 

El espectador ahora se encuentra frente a los dilemas eternos de qué sería humano y que no lo sería, de si las máquinas pueden o no tener conciencia o "alma" o como se le quiera llamar y de, en el caso de tenerla, si han de ser vistas como seres vivos o no. Y de fondo un asunto bastante polémico: la prostitución, ejercida en este caso por muñecos sexuales que no son más que robots pero que pueden guardar algo más en su interior. 

Recuperamos a los personajes del anterior filme con el idéntico carisma y recuperamos una acción genial y una estética maravillosa, ahora mejorada por los avances técnicos en animación (de 1995 a 2004 han pasado muchas cosas).

Sin embargo, hay que decir que a pesar de todo esto este filme, aún siendo de nuevo inteligente, lógico, coherente y lleno de interesantes dilemas morales y filosóficos y magníficos diálogos, no me parece tan redondo como su predecesor, esencialmente porque creo que deja en el tintero demasiadas cosas. 

Propone mucho, pero finalmente soluciona poco: es algo que al primer "Ghost in the Shell" no le ocurría, mientras que además, por lo menos desde mi punto de vista, creo que tiene un desenlace bastante precipitado y cortado con demasiada rapidez. 

Dejando esto a un lado, que no consigue tampoco lastrar a un filme que desde el primer momento se muestra como "hacedor de preguntas", "Ghost in the Shell II: Innocence" es una continuación más que digna y que no desentona con la saga, aunque sea inevitable el ser comparada con su compañera al ser esta tan mítica y tan redonda.

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