GRINDHOUSE. PLANET TERROR de Robert Rodríguez - 2007 - ("Grindhouse. Planet Terror")
“Grindhouse” fue un divertidísimo homenaje de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino a las sesiones dobles que tuvieron su edad de oro en los Estados Unidos y más allá durante la década de los setenta, esas sesiones en las que por cuatro duros y en cines de capa caída o especializados se podían degustar dos películas seguidas que solían exponerse en pésimas condiciones a causa de la mala calidad o estado de las instalaciones y del equipo, del mal cuidado de los rollos, de la abulia de los empleados o de las pocas exigencias de su mismo público.
Los filmes que en ellas se pasaban solían ser filmes de serie B a Z, cintas gore, eróticas o directamente pornográficas, creaciones pertenecientes a las diversas ramas del “exploitation”, clásicos devaluados, filmes de artes marciales, spaghetti westerns o películas de creadores que entonces no estaban reconocidos como Russ Meyers.
La delirante propuesta de Tarantino y Rodríguez consiste en esta creación conjunta en presentar dos películas cortas independientes rodadas por cada uno de ellos respectivamente (“Planet Terror” y “Death Proof”) colocadas la una detrás de la otra e intercalando entre ambas trailers falsos de películas inexistentes de amigos y colegas suyos.
Por supuesto, y aunque “Grindhouse” esté rodada con medios más que solventes, está conscientemente salpicada de cortes bruscos, de fallos técnicos, de rugosidades en la pantalla y de momentáneas pérdidas de sonido y hasta de metraje (pérdidas que a veces incluso anulan momentos clave de las tramas que los espectadores se quedarán sin ver).
Hay que decir que, en muchos países entre los que España se cuenta, las dos películas que conforman “Grindhouse” fueron estrenadas por separado después de absurdas excusas con el único objetivo de obtener una recaudación doble por el mismo producto (por si fuera poco únicamente expusieron en las salas uno de los trailers, el de “Machete”).
Fue verdaderamente un hecho despreciable que destrozó vilmente el sentido del experimento de sus creadores y por el que a los responsables se les debería caer la cara de vergüenza (menos mal que con Internet pudimos ya en su momento ver la película auténtica).
Dejando a un lado esto, he de decir que “Grindhouse” (el conjunto) es un delirio divertidísimo como pocos y con notable personalidad. Voy a comentar ahora únicamente “Planet Terror” y mañana haré lo propio con “Death Proof”.
Sí hago una rápida mención a los trailers para decir que mientras los homenajes al cine gore de asesinos en serie y de casas malditas creados por Eli Roth (“Thanksgiving”) y Edgard Wright (“Don’t”) simplemente resultan apreciables, el western moderno de Robert Rodríguez (el mencionado “Machete”, que acabó siendo un largo completo) y la fantasía nazi de Rob Zombie (“Mujeres Lobo de las SS”) son verdaderamente geniales y desternillantes (impagable la aparición estelar de Udo Kier y de Nicholas Cage como Fu-Manchú de este último).
“Planet Terror” es un homenaje a las películas clásicas de invasiones zombies en el que Robert Rodríguez da rienda suelta a toda su habitual imaginería de influencias.
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