miércoles, 19 de abril de 2023

ANIMALES FANTÁSTICOS: LOS CRÍMENES DE GRINDELWALD. UNA SECUELA QUE NO CUMPLE

ANIMALES FANTÁSTICOS: LOS CRÍMENES DE GRINDELWALD de David Yates - 2018 - ("Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald")

El gran, grandísimo problema de "Los crímenes de Grindelwald" es, por encima de que sea una precuela bastante mal planteada, que es un prólogo gigantesco para la película que le sigue.

Más de dos horas tenemos de hechos y hechos que nos dejan con la miel en los labios porque de repente todo se corta de un tajo y nos prometen una siguiente entrega y adiós. No hay clímax apenas, y para colmo, no hay desarrollo de personajes: salvo Dumbledore, que aparece por fin, ninguno de los nuevos caracteres está bien delineado. No sabemos quién es casi ninguno de ellos ni sus razones para hacer lo que hacen porque aparecen de forma fugaz y desestructurada, y nos perdemos en un maremagnum de nombres, de escenas desgajadas y de menciones que nos lían y nos dejan de interesar al poco tiempo (por lo menos al que no es un grandísimo fan de la saga). 

El ritmo, debido a esto, es soporífero. Y además, apenas hay escenas de aventuras y de acción, que era algo que caracterizó a la primera "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" y que la hizo tan extremadamente divertida. 

Ambientación de diez, eso sí, y hay algún mensaje efectivo que hace referencia a los albores de movimientos supremacistas que tiene aplicación hoy, pero paren de contar. 

David Yates, que lleva en la saga desde "Harry Potter y la Orden del Fénix", de 2007, aunque no sea un gran director, debería por lo menos saber ya lo que funciona y no funciona en estas producciones en serie (más que nada porque ya la cagó también y bien cagada en "Harry Potter y el Misterio del Príncipe").

Todo ello aparte de que, y esto es un gran problema que tienen las precuelas, hay mil cosas que no coinciden con los hechos que vendrán después a partir de "Harry Potter y la Piedra Filosofal". Si Dumbledore es un personaje clave de la historia, no le puedes crear a posteriori un pasado tan rico que implica incluso a un nuevo villano tan poderoso o más que Voldemort que luego a todos les importa tres pitos. 

Si no te da para hacer una precuela, y ojo, comprendo que es muy difícil articularla por todas estas cosas, haz mejor una secuela y ya está. 

Me da pena, pero "Los crímenes de Grindelwald" no cumple con la frescura de su antecesora y la deja en muy mal lugar. Por suerte, todo mejoró con la tercera entrega de esta saga del universo de J.K. Rowling.

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