jueves, 9 de febrero de 2023

EL REGRESO DE LA MOMIA. MÁS MOMIAS Y MENOS DE TODO LO DEMÁS

EL REGRESO DE LA MOMIA de Stephen Sommers - 2001 – (“The Mummy Returns”)

Tras el enorme éxito de “La Momia”, no tardó mucho en llegar a las salas su esperada secuela, “El regreso de La Momia”, en la que todo el equipo principal de la primera parte repetía (tanto director como elenco actoral) para entregar, por desgracia, una terrible bazofia que poco tenía que ver con aquel desprejuiciado y divertidísimo homenaje a la obra homónima de Karl Freund, al cine de aventuras y fantástico clásico y de serie B y a la entonces trilogía de Indiana Jones. 

“El regreso de La Momia” vuelve a ser una película de aventuras sin pretensiones en la que los personajes de la primera entrega junto a algunas nuevas adquisiciones se enfrentan una vez más al otra vez resucitado Imhotep y a un nuevo enemigo, El Rey Escorpión (interpretado por The Rock, que a partir de aquí se lanzaría hacia una estelar carrera comercial en Hollywood). 

El problema y el lastre de esta secuela radica, principalmente, en la arriba mencionada falta de pretensiones. Y es que, inexplicablemente, se dedica Stephen Sommers, anclándose en ella, a hacer de la trama de su nuevo filme un aberrante e inconexo batiburrillo en el que todo vale para incluir una escena de acción más y un giro argumental “más sorprendente”, giro argumental que casi siempre resulta ser absurdo. 

Una cosa es rodar una película cachonda, delirante, paródica y totalmente desprejuiciada (como lo eran “La Momia”, “Indiana Jones y el Templo Maldito” o la primera “Piratas del Caribe”), y otra rodar un popurrí sin sentido ninguno de hechos y situaciones en el que de Londres se pasa al desierto y del desierto a una selva poblada por momias enanas y en el que nadie se aclara con las resurrecciones y las muertes y las maldiciones cada vez más rebuscadas que van surgiendo al tuntún.

Para colmo, en este popurrí los personajes están mal desarrollados. El Rey Escorpión aporta muy poco a la trama salvo un combate final mediocre, la familia O’Connell e Imhotep y su amada han perdido mucho carisma y, siendo los protagonistas, tampoco aportan mucho salvo una idiota historia de amor y de odio ancestral de la que en “La Momia” no se dijo nada de nada. 

Porque resulta que los O’Connell y los egipcios de marras están unidos por un pasado milenario común que Sommers se saca de la manga y que es, sin ninguna duda, el elemento más chorra, tonto y gratuito de la película (de vergüenza ajena los flashbacks de las luchas a muerte entre concubinas en el Antiguo Egipto). 

Por si fuese poco, el hijo pequeño de Rick y Evelyn no sólo no funciona como secundario cómico, sino que resulta verdaderamente ridículo e irritante, al igual que el personaje de John Hannah, ya totalmente desquiciado. Tampoco se salva demasiado el de Oded Fehr, que se empantana en intentar, sin éxito, poner un orden en el argumento tontorrón de esta cosa. 

Hay que sumar que la trama de “El regreso de La Momia”, además de ser enrevesada, no tiene ritmo ninguno, ya que apenas existe descanso entre las escenas de misterio (casi inexistentes) y las de acción, que son tan inagotables y que han perdido tanta inventiva que llegan a ser soporíferas. 

Los efectos especiales, para colmo, han empeorado (El Rey Escorpión parece sacado de un mal videojuego). Es una verdadera lástima que el propio Stephen Sommers sea incapaz de repetir película (algo que no era tan difícil). 

“El regreso de La Momia” sí que repitió sin embargo recaudación en taquilla, lo que propició una cinta "spin-off" sobre bastante horrible su nuevo villano llamada “El Rey Escorpión” dirigida por Chuck Russell (que comentaré en otro momento junto con su secuela) y una tercera algo más tardía llamada “La Momia. La Tumba del Emperador Dragón”, la cual es todavía peor que “El Regreso de La Momia”.

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