OJOS DE FUEGO de Keith Thomas - 2022 - ("Firestarter")
De la gigantesca producción literaria de Stephen King, "Ojos de Fuego" es una de las novelas que me falta por leer (me faltan muchas en realidad: este hombre escribe sin parar y a velocidades de vértigo desde hace décadas). Así que mi crítica de esta película puede que esté sesgada.
Dirigida por Keith Thomas, que presentó hace un par de años la imperfecta pero interesante "The Virgil", esta nueva versión de "Ojos de Fuego" (también me falta por ver la de 1984) me ha parecido una película muy plana, muy predecible, sin ninguna emoción y llena de lagunas.
Estamos ante un filme que va demasiado al grano, que no tiene ninguna sutileza y que corre bastante en líneas generales: tanto como para no desarrollar apenas a los personajes, que van al meollo de la cuestión sin apenas dejar ver muchas de sus motivaciones (en especial, un secundario importantísimo para la historia que no revelo creo que no puede ser más plano, y esto en un carácter tan relevante creo que es imperdonable).
Los protagonistas, aún bien interpretados, no se salvan demasiado tampoco. Cumplen, pero de forma muy, muy básica. Y además, apenas hay un trasfondo detrás de todo lo que viven (son meros apuntes, e incluso hay otros secundarios que desaparecen de la trama sin que se sepa nada de ellos luego).
La estética es por otra parte bastante monótona y oscura, y llega a ser atosigante y soporífera porque no está expuesta con una fotografía especialmente artística ni tampoco alterna con cuadros que digan algo diferente.
Los efectos especiales cumplen y las escenas de acción son solventes, pero nada más. El clímax es finalmente precipitado y el epílogo está cortado de un tajo y adiós muy buenas.
No me ha convencido nada esta versión de la famosa novela de Stephen King. Como he dicho, tengo pendiente la primera, la de los años ochenta (que según me dicen es un clásico del terror de esa década). Apuntada queda.
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