NEON GENESIS EVANGELION de Hideaki Anno - De 1995 a 1996 - ("Shin Seiki Evangelion")
"Neon Genesis Evangelion" es una de las series más importantes de la historia de la animación japonesa y mundial. Dirigida por Hideaki Anno para el estudio Gainax, tuvo, a pesar de su gigantesco éxito comercial y de su condición instantánea de clásico, un desarrollo muy accidentado que propició que sus últimos capítulos y su final fuesen muy precipitados y discutidos.
Fue desarrollada entre 1993 y 1996 y con Anno y el diseñador de personajes Yoshiyuki Sadamoto (que se encargaría también del manga) como cabezas de la producción en lo artístico, y ya empezó con problemas que venían de la anterior serie del estudio, "Nadia: The Secret of Blue Water" (comentada en este blog), que también tuvo bastantes baches y un acabado final con el que no quedaron del todo contentos, y de otros productos previos que tampoco llegaron a buen puerto.
Hideaki Anno había pasado por una depresión a causa de todo esto y, aunque empezó "Evangelion" lleno de energía y en proceso de mejora, las cosas volvieron a repetirse, y en un grado bastante más grave.
"Neon Genesis Evangelion" se fue desarrollando conforme se iba emitiendo y, aunque Internet no estaba en la segunda mitad de los años noventa tan desarrollado (y envenenado) como hoy, la presión de las opiniones y de las críticas de los fans se notó muchísimo en este desarrollo (Anno llegó a leer en foros amenazas de muerte dirigidas hacia él, lo cual le hundió).
Leo en diversas fuentes que hay dos versiones de lo que pasó con la producción de la serie. Una dice que el dinero se empezó a acabar; la otra, que fue el tiempo lo que a Anno y a sus trabajadores les faltaba. He leído incluso una tercera que explica que fue una combinación de ambas cosas y de otros problemas como los puramente relacionados con el merchandising (muchas empresas de juguetes, por ejemplo, consideraban inicialmente a los Evangelion mechas difíciles de fabricar que iban a ser también difíciles de vender).
Ciertamente, y a pesar de que el éxito de "Evangelion" fue rotundo, su producción fue un caos tal que en el estudio de Gainax acabó todo desembocando en un ambiente de tensión y de estrés que llevaron, según he leído también en varias fuentes, a Anno a plantearse el suicidio hasta en dos ocasiones: saltar a las vías del tren o saltar al vacío desde la azotea del edificio del estudio.
Esto se nota en los últimos capítulos de la serie y en su final. Todo se precipita con rapidez en una resolución horrible de dos últimos episodios que se centran solamente en un debate psicológico y emocional que obvia todo lo demás y que cierra la trama (si es que a eso se le puede llamar "cerrar") de una manera lamentable (me recuerda en muchos aspectos, por poner un ejemplo moderno, a gran parte del desenlace de "Perdidos", otra serie que supedita todo de un giro radical y cutre a lo psicológico y a lo emocional y que deja mil cosas sin resolver o resueltas con explicaciones baratas o cogidas con pinzas).
Este criticadísimo desenlace trajo la creación, en 1997, al año siguiente del fin de la serie, de las películas "Evangelion: Death and Rebirth" y "The End of Evangelion", que si bien me parecen más dignas que este mencionado final, tampoco las veo cien por cien satisfactorias (posteriormente, llegaría, una década después, "Rebuilt of Evangelion", que por desgracia tampoco sería perfecto).
"Neon Genesis Evangelion" es, toda esta historia aparte, una de las series que redefinió la animación japonesa en los años noventa y una experimentación extremadamente novedosa con el llamado "realismo épico".
Olvídense del estilo de "Mazinger Z" o de otros mechas famosos: pilotar un Evangelion es una putada para un adolescente de catorce años y los protagonistas están o bien traumados por esto o bien psicológicamente apartados de la realidad u obsesionados con su labor. No hay niños alegres que compaginan su vida de escolar con salvar al mundo cada cierto tiempo.
Los demás personajes también tienen numerosos problemas, y se plantean dilemas morales sin cesar. Son todos un continuo claroscuro: desde Misato hasta Ritsuko pasando por Kaji o por el mismo Gendo, que esconde más de lo que parece.
El realismo se deja notar también en el funcionamiento de los referidos mechas: necesitan energía en cantidades colosales, tienen una autonomía muy limitada y para pelear contra los ángeles arriesgan muchísimo en cada misión.
El estilo de "Evangelion" comulga con este realismo. Si bien tiene escenas épicas y de acción inolvidables (y muchas), también es una serie de ritmo pausado, contemplativo, muy minimalista en muchísimos pasajes, y basada en las imágenes estáticas, en los paisajes urbanos o naturales que dejan traslucir el conflicto de los personajes o en composiciones oníricas (las otras grandes protagonistas, pues la serie está llena de metáforas y alegorías).
Las mencionadas metáforas y los simbolismos son constantes, por otra parte. Muchos están emparentados con el cristianismo, que en Japón es algo hasta cierto punto exótico, y son interpretables, como el mismo Hideaki Anno ha comentado, de muchas maneras posibles.
Los temas de "Evangelion" son también muchísimos. Hay uno muy, muy básico, que es el psicológico. Shinji Ikari, el protagonista, tiene mucho del propio Anno y de la etapa depresiva por la que él estaba pasando. Es un personaje que llega a padecer en algunos momentos la pura enfermedad mental, y no es el único. Su periplo de autocomocimiento y lucha contra su lado oscuro y triste era el del propio Anno.
La serie trata la depresión, la ansiedad, el miedo, las relaciones humanas de todo tipo, el amor, la amistad, el abandono, la muerte, el paso del tiempo, el trauma, la incapacitación derivada de los problemas psicológicos, el paso a la madurez, la búsqueda de la felicidad, la solidaridad, la soledad, la alienación, la tecnología y el abuso que los humanos hacen de ella.
Hay no obstante otro asunto que es también básico por encima del resto, pienso: el enfrentamiento entre la colectividad y el individuo. Es algo que marca muchísimo a una sociedad como la japonesa, que como tantas sociedades asiáticas da un papel a la mencionada colectividad tan enorme que llega a ser opresivo (en occidente tal vez ocurre al contrario: el individualismo es tan brutal a veces que la sociedad se deshumaniza).
Shinji y el Plan de Complementación Humana son un símbolo de esta lucha. Lo colectivo no puede aplastar al individuo en pos de la supuesta felicidad grupal, aún cuando éste esté depresivo o tratando de encontrar sin éxito su lugar en un mundo hostil.
"Neon Genesis Evangelion" pierde fuelle en sus últimos capítulos. No porque se vuelvan de repente más oscuros y el tomo cambie por todo lo que estaba pasando, en parte, en el estudio de Gainax, sino porque se nota que la serie terminó casi de golpe.
Sus dos últimos capítulos son una verdadera estafa digna de un discursito de Paul Coelho, pero además es que se dejan montones de cosas sin explicación, montones de secundarios interrumpidos o mal cerrados (como Kaworu o Gendo) y montones de hechos cogidos solamente con pinzas.
En las películas que llegarían al año siguiente esto se arreglaría, aunque lo cierto es que no contentaron tampoco a todo el mundo (me incluyo). Mañana hablaré de ellas (en la misma etiqueta porque realmente están fusionadas en una).
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