miércoles, 4 de agosto de 2021

RAYUELA. LA NOVELA CON LA QUE JULIO CORTÁZAR DINAMITÓ TODO UN MUNDO

RAYUELA de Julio Cortázar - 1963 - ("Rayuela")

"Rayuela", la tercera novela de Julio Cortázar, es una de las cumbres de la literatura del "boom" sudamericano y de la literatura mundial en general. Sin eufemismos. 

No sólo por su representación del ser humano perdido intelectual y emocionalmente en la segunda mitad del pasado siglo XX, una época de cambios y revoluciones sin parangón, sino por ser una novela que destruyó a la propia palabra novela. El mismo autor la llamó "contranovela", y muchos críticos la han llamado "antinovela".

"Rayuela" tiene varias formas de ser leída y varios finales. Una primera es la que propone Cortázar como "tradicional": leer, de sus 155 capítulos, solamente del 1 al 56.

Luego, existe una segunda: usando el tablero de dirección que viene al inicio del libro, y que salta y alterna episodios hasta construir un mosaico en el que, además de los escritos del propio escritor, valga la redundancia, hay otras aportaciones y otros materiales.

También hay una tercera: "Rayuela" puede ser leída en el orden que el lector desee. Y una cuarta: en un orden estrictamente lineal, con los 155 capítulos seguidos.

"Rayuela", con todas estas posibilidades, pretende, como he señalado, destruir la propia concepción clásica de lo que es una novela. Y la dinamita, vaya que sí. Depende de como se lea la experiencia será diferente o hasta radicalmente diferente, e incluso cambiará el final.

Julio Cortázar amplía en esta novela el tema central de su relato "El perseguidor", incluido en la colección de cuentos "Las armas secretas y otros relatos" de 1959: la búsqueda del sentido de la existencia.

En dicho relato el protagonista era el músico de jazz Johnny Carter: en "Rayuela" es Horacio Oliveira, un tipo bastante más mediocre pero que, como él, busca sin cesar ese sentido que pueda tener o no la vida.

Como Johnny, Oliveira es un intelectual atormentado, antipático e insoportable. Ambos pueden caer mal a los lectores, y con razón: llegan a ser verdaderamente despreciables. Sólo que al segundo lo vamos a acompañar en sus padeceres cotidianos a lo largo de muchas, muchísimas más páginas.

El periplo de Oliveira, argentino que al inicio de la novela vive en París, se articula entre la referida capital francesa y Buenos Aires, la ciudad en la que transcurre la otra parte principal de la trama.

En París, lleva una existencia bohemia con una mujer uruguaya llamada "La Maga" (personaje mítico donde los haya y que no deja de inspirar historias u otros personajes), con la que tiene una relación sentimental, y con el Club de la Serpiente, un grupo de amigos de varias nacionalidades que, intelectuales y artistas, se reúnen para beber y fumar y hablar de literatura, de música, de cine, de filosofía.

La Maga es una mujer que tiene menos formación intelectual que Oliveira y que todo el referido Club de la Serpiente y que por ello a menudo es tratada de forma condescenciente y paternalista, como si fuese una suerte de niña pequeña (el propio Oliveira es el que más lo hace).

Una serie de acontecimientos desembocará con el protagonista en la mencionada capital argentina, en donde pasará a convivir con su antigua novia, Gekrepten, una mujer simple a la que desprecia pero de la que se aprovecha monetariamente, y con su amigo de toda la vida, Manuel Traveler, y la mujer de éste, Talita Donosi.

No voy a decir mucho más. Y además, podría rellenar páginas y páginas si decidiese desarrollar los dos nucleos duros de la novela, que se contraponen en muchos aspectos, desde el simple hecho de que estén ambientados entre una ciudad europea y fría como París y una sudamericana y cálida como Buenos Aires.

Sí voy a decir que "Rayuela" es una de esas obras que podemos calificar de "compendio" o "universales". El tema central ya lo he dicho, pero habla también de amor, de amistad, de paso del tiempo, de muerte, de angustia vital, de hipocresía (especialmente por parte de los intelectuales), de fracaso, de metafísica, de arte, de filosofía, de historia, de literatura. Sobre todo, de ésta última. 

Porque como he dicho, "Rayuela" rompe con las reglas habituales de la novela en su propuesta de varias lecturas donde quien la lee toma un papel activo en su propia construcción (y además teoriza sobre todo esto en los textos de Morelli, un personaje tan protagonista como secundario de la parte parisina de la obra del que no puedo decir mucho más).

El estilo es variado. Hay capítulos lineales, los hay con intromisiones psicológicas, los hay ensayísticos, los hay experimentales, los hay líricos, los hay sustentados en gran base en el diálogo o en la descripción, los hay narrados en varias personas. Incluso en esto la gran novela de Julio Cortázar es un compendio de técnicas.

También se mueve constantemente entre el drama y el humor, y entre el realismo y el absurdo. Lo mezcla todo, y cambia de situación sin cesar, y en un momento terrible torna al chiste de repente y viceversa. 

"Rayuela", siendo de 1963 y habiendo sido escrita en los años anteriores a esta fecha, tiene bastantes pasajes machistas. Es una obra de su tiempo. En varios de ellos los hombres usan a las mujeres como moneda de cambio para sus "peleas de gallo". Insisto: estamos a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta del siglo pasado.

La gran novela de Julio Cortázar es toda una experiencia. Y es única. Su nombre alude al juego de la rayuela y a la condición de la obra, a la que se puede volver varias veces y volver a releer luego otra vez y seguir encontrando cosas nuevas que habían pasado inadvertidas. 

Pocas creaciones existen en la literatura universal como "Rayuela". Pocas que hayan roto tantas puertas de una patada, pocas que hayan revolucionado tanto, a la vez: en temas, en lenguaje, en experimentación de todo tipo, en representación de toda una época.

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