domingo, 13 de junio de 2021

EL TOPO. UN THRILLER EXIGENTE PERO AGRADECIDO, UN DESAFÍO DE CINE NEGRO

EL TOPO de Thomas Alfredson - 2011 - ("Tinker Taylor Soldier Spy")

Thomas Alfredson, tras su etapa en Suecia, su país natal, amplia y con filmes irregulares, dio el salto en 2011 tras la estupenda "Déjame entrar" al cine extranjero y al británico en concreto con esta fascinante "El Topo" (horrenda traducción para el mercado español de "Tinker Tailor Soldier Spy", mucho más relacionado con el argumento del filme y sus ironías). 

En esta película, adaptaba una aventura de George Smiley, personaje de varias novelas de John le Carré, personaje sumergido en el mundo del espionaje y que ha tenido a lo largo de las pasadas décadas desde películas hasta series de televisión (lo han interpretado Rupert Davies, James Mason, Alec Guinnes y Denholm Elliot).

George Smiley es taciturno, serio, frío, tristón incluso, y "El Topo" es una película dura. Larga, compleja, retorcida. La información se nos va dando con cuentagotas, y tenemos que ordenarla toda nosotros mismos, sin ayuda del director, que para colmo nos pone constantemente ante trampas. 

Dobles identidades, dobles agentes, conspiraciones inesperadas, juegos constantes, espejos cotidianos: nada es lo que parece ser y a veces es todo justo lo contrario. 


Thomas Alfredson
nos guía, por medio de una narrativa estricta y tajante, despojada de todo artificio, minimalista, por un mundo en constante cambio político y al borde del tumulto que retrata con una riqueza de ambientación preciosa (tiene lugar en los convulsos años setenta). 

No hay acción al uso, ni romanticismo al uso, ni buenos y malos al uso en "El Topo", que por cierto tiene a un Gary Oldman absolutamente inolvidable y soberbio como personaje principal (en una de sus actuaciones para el recuerdo: otra más) y a un reparto de secundarios que es para caerse de espaldas: Colin Firth, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, Tom Hardy, John Hurt, Ciaran Hinds y Toby Jones. Todos espectaculares.


"El Topo"
es una película que no es nada fácil ni de afrontar ni de digerir y que exige un esfuerzo duro y constante por parte del espectador desde su inicio hasta su desenlace, ambos espectaculares. 

Pero precisamente por esto es un gran reto de 127 minutos delicioso, dedicado especialmente para los amantes del thriller de altura y del retrato político bien delineado, articulado y resuelto. 

A mí me parece una cinta magnífica que confirma definitivamente la calidad de un director sueco que sabe dar buen hacer y personalidad (a pesar de su brutal patinazo "El muñeco de nieve", de la que hablaré en las próximas semanas). 

Vean "El Topo" siendo conscientes de que no van a ver una película de James Bond, y ni siquiera una de Jack Ryan. En un buen momento y con la mente despejada. Y prepárense para un buen desafío fílmico en todos los aspectos. Lo dicho: una joyita.

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