EL ESPÍRITU DEL ESCORPIÓN. LA MÁSCARA DEL GENOCIDA DE SREBRENICA de Fernando Llor y Pablo Caballo - 2018 - ("El espíritu del escorpión. La máscara del genocida de Srebrenica")
Hace poco he descubierto un cómic fascinante: "El espíritu del escorpión". De dos españoles, además: Fernando Llor, al guión, y Pablo Caballo, al dibujo.
Ambos autores nos sumergen en uno de los hechos más sangrientos y escalofriantes de la Guerra de los Balcanes (como si no los hubiera): la Matanza de Srebrenica, también conocida como el Genocidio de Srebrenica.
En julio de 1995, en la región bosnia de Srebrenica, 8.000 bosnios musulmanes fueron brutalmente asesinados por serbios bosnios al mando del general Ratko Mladic y bajo las órdenes del político Radovan Karadzic, que entonces era presidente de la República de Srpska.
La historia de la antigua Yugoslavia, de los pueblos que la habitaban, de la mencionada Guerra de los Balcanes y de cómo terminó y en cuantas nuevas naciones acabó dividido el viejo conglomerado es larga de contar aquí. Y tampoco es mi objetivo. Baste saber que Radovan Karadzic fue uno de los peores genocidas de la historia europea y que se dictó sobre él una orden de busca y captura el 11 de julio de 1996 que no se cumplió hasta que lo atraparon el 21 de julio de 2008.
Y aquí vamos con lo interesante de esta historia: Karadzic pasó todo ese tiempo, más de una década, transmutado en un hombre de apariencia sosegada y bondadosa llamado Dragan Dabic, un hombre que vivía tranquilamente a las afueras de Belgrado y que se hacía pasar por un gurú energético que era, además, solicitado y querido por sus pacientes.
Fernando Llor explora, con inteligencia y dolorosa ironía, las relaciones que existen entre la figura del mencionado gurú y la del genocida. En este caso, son la misma. Y por medio de esta metáfora real explora también, valga la redundancia, la necesidad de las personas de adorar a alguien, de poner en las manos de un desconocido su destino.
La protagonista de "El espíritu del escorpión" es Jasmina, una mujer que no se puede quedar embarazada y que recurre a él y a sus sesiones espirituales para poder superar su problema. La relación entre ambos se tornará siniestra y enfermiza, pero reveladora.
El gurú y el dictador, el gurú y el asesino, el gurú y el político charlatán. Karadzic y Dabic son la misma persona y ambos tienen un lugar en una sociedad que necesita, de una forma u otra, líderes inmediatos, inefables, inmortales incluso.
El retrato psicológico y social de Llor, que salta del pasado al presente sin cesar en su ágil trama, es magnífico, y el dibujo en blanco y negro oscuro, onírico pero realista de Pablo Caballo ensalza este retrato en un ambiente crudo, de posguerra sombría, de mundo estancado, en pleno siglo XXI, en la superstición, en la defensa de lo indefendible, en el fanatismo.
"El espíritu del escorpión", lleno de escenas crudas en todos los aspectos, es un cómic genial, lúcido, revelador, necesario y doloroso. Maravilloso equipo han hecho Fernando Llor y Pablo Caballo. Dos carreras que hay que seguir, vaya que sí.
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