lunes, 9 de noviembre de 2020

GYO. JUNJI ITO CREA UN CONCEPTO ATERRADOR QUE NO APROVECHA NADA

GYO de Junji Ito - De 2001 a 2002 - ("Gyo Ugomeku Bukimi")

"Gyo", la obra que comento hoy del maestro del terror Junji Ito, empieza de forma maravillosa (absolutamente terrorífica) pero termina, pienso, en un puro y absurdo caos que no lleva a ninguna parte.

Este autor es un genio de los conceptos horribles y macabros. De cualquier idea simple se saca una trama básica en la que la explota su innata capacidad para crear puro miedo y desasosiego. Desgraciadamente, creo que muchas veces le fallan los finales (especialmente en las obras largas: en las cortas es mucho más conciso y afina más).

"Gyo" (cuyo título original en japonés es según he leído "Peces revolviéndose espantosamente") está inspirada, según Ito, en el "Tiburón" de Steven Spielberg, al que le ha dado una vuelta de tuerca radical, genial y demencial: aquí los escualos (y otros animales marinos) salen del agua con patas de araña y atacan a las personas en tierra firme, en la que pueden operar en un principio.

Aterrador. ¿Verdad? Lo es. Mucho. Y sus primeras páginas dan verdadero pavor. Todo tipo de peces, grandes y pequeños, agresivos la mayoría, carnívoros una parte importante de ellos, surgen de las aguas del mar para arrasar con todo lo que se encuentran.


Los personajes
 (en lo esencial una pareja que está de vacaciones en la costa) no tienen gran desarrollo: son consciente carne de cañón para poder desarrollar una trama de terror y acción delirante, que no deja descanso, que aterroriza de verdad (y miren que eso es difícil en el formato de las viñetas).

Desgraciadamente, a Ito se le va de las manos. Tal vez es porque ni él mismo tenía claro cómo terminarla o incluso cómo desarrollarla más allá de su idea básica, pero lo cierto es que llega un momento en el que empieza a introducir elementos surrealistas, absurdos y asquerosos (sí, asquerosos: hedores, gases, putrefacción ambiental) que crean una atmósfera muy bien recreada (se puede oler, lo aseguro) pero que desvían a la trama del terror inicial para sumergirla en una especie de comedia negra y perturbada.

Por si fuese poco, el desenlace es una risotada en la cara de los lectores. Tal vez lo pretenda. Tal vez eche mano de ese horror surrealista que he mencionado para lograr sorprender de una forma que de repente es casi desenfadada. No lo sé. Para mi, Ito mete la pata.

No hay trama tras el prólogo de "Gyo". No hay resolución. No hay desarrollo de personajes. Sólo una acumulación de hechos y elementos cada vez más asquerosos que acaban con el terror que se ha instaurado con tanto acierto en las primeras páginas.

Es una lástima, pero una vez más Junti Ito desbarra cuando llega a la conclusión de una obra suya más larga de lo habitual. No obstante, su dibujo sigue siendo una delicia, como siempre, y ello la salva bastante con su capacidad para crear disfrute estético.

-DOS HISTORIAS EXTRA EN EL TOMO

"Gyo" fue recopilado con dos historias extra de Junji Ito que se me antojan, la segunda sobre todo, mejores que la "obra madre" de la colección.

"La tragedia del pilar principal" es la que abre este "inciso final" del tomo. Es corta, muy corta (apenas unas páginas), pero presenta un concepto novedoso y bastante espeluznante que, en su fugaz propuesta, causa un desasosiego notable.

"El misterio de la falla de Amigara" sí me parece perfecta. Duración justa, historia tétrica y delirante, concepto genial maravillosamente explotado, dibujo redondo y una capacidad absolutamente sorprendente para crear una sensación de claustrofobia que pone los pelos de punta.

Quien tenga miedo a los espacios cerrados lo pasará mal, pero mal de verdad con este último cuento del libro. Sólo por sus páginas demenciales y brutales, absorbentes y obsesivas, merece la pena, a pesar de lo fallido de la obra "Gyo" en sí.

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