lunes, 12 de octubre de 2020

ENOLA HOLMES. EL MUNDO DE CONAN DOYLE SIN PRETENSIONES PARA LOS MÁS JÓVENES

ENOLA HOLMES de Harry Bradbeer - 2020 - ("Enola Holmes")

"Enola Holmes" posiblemente me habría encantado si tuviese doce años. O trece. O diez. Porque creo que es una película completamente orientada para niños y adolescentes, y creo que como tal es como hay que juzgarla.

Estrella de "Stranger Things" como protagonista, adultos opresores o incomprensivos, aventuras y acción, un poco de feminismo básico, una pizca de humor, alguna escena más oscura que otra, una historia romántica (aunque sin elementos exagerados, pienso) y una introducción facilita a lo que es el mundo de Sherlock Holmes (con muchas cosas trastocadas de mala manera también, es cierto).  

Es una película como digo para un público infantil y juvenil. Es verdad que podría haber cumplido con el público adulto también, como se suele hacer por ejemplo en Pixar o en Ghibli, pero tampoco es ésta una obligación.

"Enola Holmes", el debut en el largometraje del curtido en series Harry Bradbeer, es una obra con fallos pero sin pretensiones de ninguna clase salvo las de entretener. 

Tiene muchas cagadas, sí. En especial, un Mycroft Holmes aberrante, verdaderamente horrendo, en el que es el recurso más facilón de toda la película para crear una opresión familiar barata sobre la protagonista (no veo mal toquetear a personajes clásicos, pero desfigurarlos sí me parece un error, y este Mycroft es terrible incluso en este contexto de película juvenil).

También tiene virtudes: especialmente en su aspecto técnico. La ambientación es excelente, y los decorados y el vestuario muy ricos, y hay muchas escenas de acción verdaderamente notables.

La película se sigue con ritmo, por otra parte: no es corta, y a mi no me aburrió en ningún momento, a pesar de que me pudiese resultar predecible o floja en muchas ramas de su trama general.

"Enola Holmes" es la enésima versión de los personajes estrella de Arthur Conan Doyle. No es la mejor, pero tampoco es la peor. Ha habido muchas antes y va a seguir habiendo millones después. Y es una película para un público muy joven, lo cual no es sinónimo de desprecio en absoluto pero sí, tal vez, de que no creo que haya que tratarla con mucha dureza: es lo que es, y no da gato por liebre (ni lo intenta siquiera).

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