miércoles, 6 de mayo de 2020

LA GRAN AVENTURA DE PEE-WEE. LA OLVIDADA PELÍCULA DEL TIM BURTON PRIMERIZO


“La gran aventura de Pee-Wee”, el debut para la gran pantalla de Tim Burton, es una de sus películas más olvidadas y lo es con razón, ya que deja bastante que desear en todos los aspectos a pesar de que tenga a su favor el hecho de que, aún siendo un puro trabajo de encargo de un creador en busca de pista de despegue, cuenta con una cierta personalidad visual en la que se encuentra el embrión de lo que iba a ser en el futuro el cine del director gótico de Hollywood. 

La ópera prima de este famoso realizador no era más que un vehículo para el lucimiento de Pee-Wee Herman, el mítico personaje cómico de la televisión de los años ochenta al que encarnaba Paul Reubens, un hombrecillo entrañable, alocado, infantil, ingenuo y bondadoso que nunca deja de meterse en líos y que alcanzó tanta popularidad en la referida década que llegó a poseer su propio show y a protagonizar aventuras suyas destinadas a las salas como ésta.


Él mismo fue quien seleccionó a Burton para dirigir la primera de ellas (habría otra: “Big Top Pee-Wee”, la cual no voy a comentar porque carece ya de todo interés), tras haber visto sus excelentes cortometrajes “Vincent” y “Frankenweenie”. 

La película, que funcionó bastante bien en las taquillas y que abrió las puertas a su director para que pudiera embarcarse en otros proyectos como “Beetlejuice”, no deja de ser la clásica obra familiar orientada casi exclusivamente a los niños y a los seguidores del personaje.


La historia que narra es la siguiente: a Pee-Wee le roban su bicicleta, por lo que ha de recuperarla y viajar por una infinidad de lugares en los que ha de enfrentarse a toda clase de seres extraños, seres en los que se encuentra la impronta de un Tim Burton primerizo pero ya interesante.

La cinta ha envejecido muy mal: su humor hoy no tiene ninguna efectividad y se ha quedado completamente obsoleto y Pee-Wee, que no para un segundo de hacer horrorosas muecas y sonidos extraños, resulta irritante y cansino. 

Las gracietas del filme básicamente consisten en constantes persecuciones, golpes y caídas, y poco más. Hoy, treinta y cinco años después de su estreno, muy pocos se acuerdan de esta cinta de consumo y olvido rápido. 


¿Qué se puede aprovechar de “La gran aventura de Pee-Wee”? Sus personajes, esbozos de lo “burtoniano”: el propio Pee-Wee, un freak excéntrico y extravagante, aunque feliz y nada oscuro, y todos los que le rodean en su periplo; seres sacados de un circo o de un carnaval onírico entre los que hay fantasmas y dinosaurios (espléndidamente animados en stop-motion).

También se puede encontrar el “toque Burton” en algunos escenarios como la casa del protagonista, llena de extraños inventos, o como el barranco oscuro en el que se llega a caer. Pero nada más. Como curiosidad esta cinta se puede ver, pero sólo para los muy fans de su creador.


1 comentario:

  1. Recuerdo haberla visto en mi adolescencia. En plenos 90s, y bueno, ya en ese entonces daba verguenza ajena, ahora ni hablar jeje
    Saludos!
    http://politocine.blogspot.com

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