lunes, 16 de septiembre de 2019

NUMANCIA. LA RESISTENCIA HEROICA Y SUICIDA QUE HUMILLÓ A ROMA


Hay fracasos y desastres históricos a los que el paso del tiempo, de alguna manera, ensalza y convierte en ejemplos. Uno de ellos es la heroica y suicida resistencia de la ciudad celtíbera de Numancia contra los invasores romanos.

Cascaborra Ediciones es una editorial española joven que se está especializando en Historia y que tiene abierta una interesante colección dedicada a este género llamada precisamente "Historia de España en Viñetas".


En ella, visita a través de autores de todo tipo y estéticas de toca clase hechos famosos de la historia de este país, unos más conocidos y otros menos pero todos interesantes: desde el comentado hoy hasta la Toma de Granada por los Reyes Católicos pasando por la Batalla de Trafalgar o la historia de Juan Martín Díez, "El Empecinado", el guerrillero que fue la pesadilla de los franceses durante la invasión napoleónica.

La de Numancia es la historia de una derrota. Una derrota que, sin embargo, ha quedado como un símbolo de la resistencia ante un invasor que ha servido a bandos políticos de todo tipo y que ha inspirado obras de ficción de toda clase.


Hispania fue siempre un hueso duro de roer para Roma. Muchas tribus, y muchas de ellas díscolas y brutales, le traían de cabeza ya desde los tiempos en los que peleaban en la península con sus peores rivales, los cartagineses.

Tras la caída de Cartago, se sucedieron en Hispania años de alternancias de guerras y periodos de cierta paz con resistencias heroicas como la de los lusitanos de Viriato o la de esta ciudad celtíbera en la que una alianza de segedenses y arévacos se parapetó y, con menos de tres mil guerreros, golpeó a Roma con una paliza tras otra.


Humillados tras varios fracasos, algunos de ellos verdaderamente estrepitosos, los romanos tuvieron que recurrir precisamente a Escipión Emiliano, el glorioso militar que había destruido la mencionada Cartago y había terminado con la Tercera Guerra Púnica.

Sólo él pudo tomar la ciudad, y lo hizo tras quince meses de asedio y después de que los asediados, destrozados por el hambre, destruyesen ellos mismos todo lo que tenían y se suicidasen la mayor parte de ellos. Antes que ceder ante Roma, eligieron la muerte.


Jorge Guillermo Palomera elabora un guión directo, crudo, cargado de ritmo y de acción, en el que se nos pone rápidamente en situación para desplegar la historia de esta guerra por medio de la historia de un padre de familia celtíbero que, ante el hambre y las malas cosechas, se alista en el ejército romano para poder mantener a su mujer y a sus hijos.

Del otro lado, están dichos hijos, que crecen y que se unen a las tribus que luchan contra Roma y se parapetan en la propia Numancia. 


Actos heroicos se dan la mano con actos rastreros, y personajes que buscan la gloria con otros que están simplemente desesperados. No hay maniqueísmo: ni todos los romanos son monstruos imperialistas, ni todos los celtíberos son valientes y justos.

Se hace especial hincapié en el hecho de que los pueblos de Hispania terminaron perdiendo la guerra porque estaban divididos y guerreaban entre ellos en un mundo que, antes de la "romanización", no era tampoco precisamente idílico.


El dibujo de Silvestre Szilagyi y el color de Mónica Costanzo son los ideales: combinados crean un realismo crudo pero de estilo clásico muy atractivo. El entintado, abundante en sombras bien recreadas, también es sobresaliente.

El cómic es, además de una lección de historia expuesta con limpieza y exactitud, un retrato de una lucha desesperada que, como la del mencionado Viriato, al que los romanos tuvieron que envenenar, o como la del esclavo rebelde Espartaco, ha pasado a la historia como una gesta increíble.

"Numancia" es un cómic excelente de una colección que me resulta prometedora y que ya tiene una apabullante cantidad de números que se pueden leer de forma independiente. Habrá que seguirle la pista.


No hay comentarios:

Publicar un comentario