Si hay dos temporadas que creo que transmiten perfectamente la esencia de lo que es, por lo menos en su mayor parte, la saga de "Canción de Hielo y Fuego", son la tercera y la cuarta. La combinación perfecta de intriga política, de batallas épicas y de aventuras.
Las dos, en especial la cuarta, están además llenas de grandes sorpresas, agradables y desagradables. Creo que la mayor parte de "traumas" para los fans se encuentran en estas dos baterías de capítulos.
TERCERA TEMPORADA
Si bien esta tercera temporada tiene algunas pegas, creo que toma perfectamente el testigo de las dos primeras para continuar desarrollando a los personajes que sobrevivieron y para introducir un buen puñado de los más carismáticos caracteres nuevos de toda la saga.
Entre las mejores tramas que en ella se narran destacaría varias. La primera de ellas, todo lo que se cuece en Desembarco del Rey, que aquí, todavía más, se convierte en la verdadera capital de las intrigas del mundo. Joffrey se vuelve un personaje aún más odioso, superándose en crueldad capítulo a capítulo, y lo mismo podemos decir de Cersey.
Y cobra una fuerza onmipresente Tywin Lannister: personajazo donde los haya, es el verdadero dueño de Poniente en la práctica y demuestra cómo, y así ha sido en muchísimas ocasiones a lo largo de nuestra Historia, los que están detrás de los reyes-peleles son los que gobiernan en realidad.
Otra sub-trama fantástica es la de Jaime y Brienne. Aquí, ese ser despreciable que tiró a un niño por una ventana y que mató a su primo a sangre fría, experimenta el principio de un cambio sorpresivo, magníficamente estructurado y revelado en la que es una de las mejores historias de toda la serie.
También destaca la de Arya y el Perro. Otros dos personajes perdidos, destrozados por la vida, que van a desarrollar una relación especial e inesperada. Igualmente, en otro sentido, empieza la de Theon y Ramsay: momentos espeluznantes que se quedarán marcados para siempre en cualquier espectador y que, sin embargo, son el principio de otro brutal cambio que se va a operar en el descarriado de los Greyjoy.
Toda la acción en el norte que se ejecuta alrededor de los Stark, con Robb y Catelyn a la cabeza y que culminará en la brutal Boda Roja es también básica para el devenir de la trama, así como las aventuras de Daenerys en Essos y su conquista de sus sanguinarias ciudades esclavistas.
Como puntos flacos, señalo dos: los hermanos Reed no están bien delineados ni explicados. Ni sabemos por qué aparecen de golpe, ni de dónde vienen, ni qué buscan realmente en Bran. Y eso que mueven uno de los principales arcos argumentales. Si no conoce uno los libros, tendrá montones de lagunas con ambos.
Lo mismo podemos decir de la Hermandad sin Estandartes. No sabemos exactamente por qué actúa como actúa, qué ha desencadenado todo esto, quién es realmente Thoros de Myr y cuál es la esencia de Beric Dondarrion. Lo peor es que no los vamos a ver hasta dentro de un par de temporadas y pico, y para entonces casi que se nos han olvidado en gran parte.
Quitando estos dos puntos negros, la tercera temporada de "Juego de Tronos" constituye una saga fantástica que capta en sus capítulos la mejor esencia de lo que es esta variada epopeya.
CUARTA TEMPORADA
Desde mi punto de vista, es ésta la mejor de todas las temporadas. La más intensa, la que combina mejor la intriga con la acción, la que define mejor a todos sus personajes y la que tiene más sorpresas.
Todo en ella es redondo. Desde el capítulo en el que los salvajes asaltan el Muro (brutal e inmisericorde, frenético y épico) hasta el juicio de Tyrion y la traición de Shae y de toda su familia.
Jon Nieve llega a lo más alto de la Guardia de la Noche dirigiendo la defensa del asedio, el mencionado Tyrion es despojado de todo su honor y condenado injustamente a muerte por los suyos, Varys toma una decisión que lo va a cambiar todo, Ramsay alcanza el apellido Bolton por fin, Bran recibe una de sus revelaciones más importantes, Samsa comienza a abrir los ojos para bien y para mal, Daenerys se enfrenta a los problemas de gobernar un sistema que deja atrás el esclavismo, Jorah marcha al exilio, Brienne le da una paliza al Perro y Arya decide cruzar el Mar Angosto para viajar a Braavos.
También tenemos más muertes importantes que en ninguna otra temporada. Joffrey por fin recibe su merecido y es envenenado en público, Jojen Reed se sacrifica por Bran, Lysa Tully es asesinada por Meñique, Ygritte muere en un momento absolutamente terrible y le siguen varios de los amigos de Jon.
Y queda la de uno de los mejores y por desgracia más breves personajes que ha dado la saga: Oberyn Martell. Culto, refinado, pero también uno de los mejores guerreros del mundo, es ecuánime y justo a su manera y busca una venganza a la que tiene derecho pero que le va a perder. Su asesinato a manos de la Montaña ha quedado para los anales de la historia de las series.
Por supuesto, no olvido cómo Tyrion pierde por primera vez los papeles y acaba con Shae y con su padre antes de partir a Essos en busca de Daenerys. Otro momento estremecedor que se queda grabado para siempre.
Creo que esta cuarta temporada es el punto álgido de esta adaptación de la obra magna de George R.R. Martin. La quinta y la sexta mantienen el nivel, pero ninguna llega a esta redonda maestría.
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