viernes, 15 de marzo de 2019

BAJO EL AIRE. OSAMU TEZUKA TAMBIÉN ES UN MAESTRO DE LA HISTORIA CORTA


Osamu Tezuka es llamado "el Dios del manga". Creo que no es exagerada la denominación. Ya sabemos todos que su obra, gigantesca, lanzó a las estrellas al cómic japonés dentro y hasta fuera de su país y sentó muchísimas de sus bases tanto en lo que a modelo artístico como de producción se refiere. Es historia del noveno arte.

Dibujante, escritor y animador, tocó todos los géneros, y desarrolló obras de toda clase a una velocidad de vértigo, y llevando varias a la vez y, en general, no dejando que el ser tan increíblemente prolífico afectase a la calidad de la gran mayoría de ellas.


Incursionó en la ciencia ficción y los mechas, el thriller, la aventura, la historia, los biopics (como el de Buda), el bélico, el drama, la fantasía, el terror, las leyendas japonesas, el infantil. Todo. Prácticamente todo.

Hoy, quiero recomendar sus relatos. El tomo "Bajo el aire", de Dolmen Editorial, reúne una colección publicada en Japón entre 1971 y 1972. Colección que es un ejemplo perfecto de lo que fue su obra insobornablemente todoterreno.


Con su estilo dinámico, imaginativo, que rompe paredes narrativas y metafísicas, que combina sin cesar recursos estilísticos, tópicos, reinvenciones, relecturas y géneros, nos presenta dieciséis historias cortas que son una delicia y un resumen de lo que fue su carrera.

No hay ninguna floja. Pero lo que se dice ninguna. Todas son sugerentes, o evocadoras, o morbosas, o sorprendentes, o potentes. Y la gran variedad de asuntos que tratan es apabullante.


Tenemos crímenes de guerra nazis, tenemos un "noir" clásico, tenemos una crítica a la miseria moral de los empresarios ricos japoneses, tenemos historias de terror con gatos malditos, tenemos laberintos kafkianos, tenemos salvaje oeste, tenemos ciencia ficción fatalista y hasta tenemos historias protagonizadas por el propio Tezuka, que viaja a lugares recónditos de su país para encontrar nuevos temas que narrar y dibujar.


Y la ristra de asuntos que todas tratan es igualmente gigante: memoria histórica, supremacismo, racismo, genocidios, clasismo, hipocresía, machismo, crítica a las tradiciones absurdas, redención, violencia, sexo, frustración vital, metaliteratura.

"Bajo el aire" es una forma excelente de iniciarse con Osamu Tezuka o de comprender una de sus vertientes tal vez menos conocida, la del relato corto, que es igualmente impresionante.


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