lunes, 29 de diciembre de 2025

BRUCE SPRINGSTEEN: DELIVER ME FROM NOWHERE. UN MAGNÍFICO BIOPIC DE COOPER

BRUCE SPRINGSTEEN: DELIVER ME FROM NOWHERE de Scott Cooper - 2025 - ("Springsteen: Deliver Me From Nowhere")

Scott Cooper había tenido un par de resbalones con su primera y muy fallida incursión en el terror, "Antlers", y con el interesante pero irregular thriller "Los crímenes de la Academia". Ahora, ha vuelto por todo lo alto con uno de los mejores biopics de estos últimos años en los que están precisamente tan de moda.

El homenajeado es en esta ocasión el gran Bruce Springsteen, y la película se llama "Springsteen: Deliver Me From Nowhere". Y no es un biopic de estrella de la música al uso, lo cual agradezco además, porque hemos tenido ya muchos y casi todos van en la misma línea de retratar la infancia, el ascenso, la primera caída grande y el resurgimiento o muerte del personaje de turno.

Scott Cooper, hábilmente, se limita a contar una etapa muy concreta pero básica del músico: el germen, la creación y la comercialización de su mítico disco Nebraska, un disco que hoy podríamos decir que es totalmente "indie" para el canon de su momento, que grabó él sólo en condiciones conscientemente precarias y que no quiso poner a la venta ni con singles ni con publicidad ni con una carátula en la que apareciese su foto.

El director usa este momento concreto y clave de la vida del personaje para retratar además su lucha contra la depresión y, especialmente, su descubrimiento de que la padecía. En los años ochenta no existía una conciencia tan generalizada, clara y amplia sobre la necesidad de cuidar la salud mental como la que existe hoy, y Bruce Springsteen, que había tenido una infancia dura con un padre maltratador y que vivía constantemente estresado por su carrera, pasó muchos años en la sombra víctima de un malestar que prácticamente no entendía.

Alrededor de esto pivotan temas como la creación y su capacidad salvadora, la lucha del artista contra la industria artística masiva, que muchas veces es la peor trituradora de los propios artistas; la aceptación del pasado y de sus traumas, el amor, la familia o la fama opresiva.

Bruce Springsteen es un absolutamente espectacular Jeremy Allen White, que además de entregar un papelón es un actor tremendamente parecido a éste. El plantel de intérpretes secundarios también es magnífico por otra parte y Scott Cooper sabe llevar la trama con interés y dosificando perfectamente la información para gente profana del músico (algo básico que ya de por sí es garantía de que un biopic es bueno).

En lo estético finalmente estamos ante una película muy bella (fotografía de Masanobu Takayanagi) que representa muy bien las décadas en las que se ambienta, décadas convulsas y también de cambios sociales.

"Springsteen: Deliver Me From Nowhere" es un biopic o semi-biopic espléndido, cuidado, que sabe ir más allá de su protagonista para exponer situaciones con las que cualquier persona puede sentirse identificada (esencialmente esa depresión que muchísimas han pasado o pasarán por desgracia en algún momento de su vida) y que tiene un Allen White inolvidable. Me alegro mucho de que Scott Cooper se haya levantado de sus resbalones.

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