SAINT SEIYA: EPISODIO G de Masami Kurumada y Megumu Okada - De 2002 a 2013 - ("Saint Seiya: Episodio G")
De las series publicadas en España de la larguísima epopeya de "Saint Seiya", "Saint Seiya: Episodio G" es tal vez la más accesible, sobre todo porque está acabada y porque es la precuela de la Saga del Santuario, la más famosa del manga original.
Masami Kurumada se queda entre bastidores ahora, aunque supervisándolo todo, y toma tanto la batuta del guión como los lápices el mangaka Megumu Okada. Ambientada siete años antes de los hechos de la referida saga principal, esta precuela, de nuevo basada en los cánones del manga shonen de lucha, narra cómo Saga de Géminis conspiró entre las sombras en el santuario para hacerse con el poder y convencer o engañar a los demás caballeros de oro aprovechando una terrible amenaza (la de los titanes, los villanos de la función).
El protagonista es aquí Aioria, el caballero de Leo, que vive marginado y atormentado por ser el hermano de Aiolos, el caballero de Sagitario, que supuestamente fue un traidor (si se ha leído la serie anterior se conoce de antemano toda la verdad sobre este asunto, y creo que esta precuela está concebida para ser leída después, en su orden de publicación).
Esta saga consta de veinte tomos y ofrece, en líneas generales, lo que la anterior, con todos sus méritos y, también, con todos sus defectos.
Por una parte, tenemos el encanto de siempre del mundo que inventó Kurumada, basado en la mitología grecolatina y, sobre todo, el diseño de sus personajes, su entrañabilidad y sus armaduras (los nuevos, los titanes, con carisma repetido). Por otra, tenemos una trama que se va construyendo a trompicones y que tiene montones de lagunas.
Partes buenas del manga: su mundo, su "lore", su mentada mitología. Es maravillosa, imaginativa, romántica, extremadamente original. Los personajes acompañan: no son el culmen de la profundidad pero cada cual está muy bien definido en su carácter, en su estilo de lucha y en su alineación en el conflicto. Cada cual, valga la redundancia, con una armadura (los que la tienen son la mayoría) que potencia esta personalidad.
Igualmente, la nostalgia está muy bien explotada por Kurumada y Okada: volver a ver a los caballeros del Zodiaco de Oro (y a algunas sorpresas inesperadas también, que las hay) es muy disfrutable, muy bonito si eres fan de la saga. Y llenar algunos huecos que dejó el primer manga, ahora tapados con más o menos destreza, también.
Partes malas del manga: las incoherencias y la precipitación de su trama y lo mal aprovechados que están algunos de los personajes (sobre todo los nuevos, los titanes).
Vamos con las incoherencias: estamos ante una precuela. Eso significa que has de hilar muy fino, pero muy, muy fino, para no caer en ellas. Le ha pasado a George Lucas con "Star Wars", sin ir más lejos, y a Kurumada pues también le ha pasado con su creación estrella.
Este "Episodio G", si bien rellena huecos de la anterior saga, como he comentado, también abre otros que son bastante más insalvables porque, al ser como he dicho todo una precuela, empantanan a la antecesora-secuela.
Muchos personajes importantes creados para esta ocasión no están en el primer "Saint Seiya". Y muchos de los "clásicos" se comportan aquí de forma diferente. El mismo Aioria es distinto en muchos aspectos del Aioria original, y esto también ocurre con otros caballeros de oro.
Por otra parte, la trama avanza como he dicho a trompicones: va todo muchas veces a golpe de pura improvisación, y da la impresión, una vez más (porque esto ya pasaba en el primer manga) que a Kurumada lo que le mola es inventar personajes chulos con armaduras chulas y fin. Y claro, con esto se apelotonan las también mencionadas lagunas.
Finalmente, los nuevos villanos, los titanes, si bien tienen carisma (y son villanos posiblemente más poderosos que todos los que vendrían inmediatamente después) están bastantes poco aprovechados. Muchos de ellos son despachados de mala manera y otros se quedan colgados de la nada. Es una pena, porque son personajes fantásticos que muchas veces directamente no aportan nada.
Sabemos que "Saint Seiya" es un cómic abierto, y que está ramificado en muchas series y que posiblemente estos personajes vuelvan a aparecer, pero creo también que no se puede supeditar tantísimo de un argumento a su futuro y que hay que desarrollar bien los arcos y no dejar a los lectores con el caramelo en la boca.
No dejo de comentar el dibujo de Megumu Okada: es digno y está más estilizado que el de Masami Kurumada, pero tiene menos carisma y a veces es lioso y aparece apelotonado, con los personajes estampados en los escenarios o en las auras y dinámicas de los combates.
"Saint Seiya: Episodio G" es, con todo lo bueno y todo lo mano, más de lo mismo en su saga. Es lo que el fandom demanda, pero también lo que el fandom critica. Muy disfrutable pero irregular. Estaría genial poder tener más obras terminadas de este manga mítico. Mientras tanto, en esta etiqueta además de ésta tenéis la original.
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