sábado, 10 de diciembre de 2022

BLADE II. GUILLERMO DEL TORO ENTREGA LA MEJOR PARTE DE LA TRILOGÍA

BLADE II de Guillermo del Toro - 2002 - ("Blade II")

El éxito de "Blade" fue tal que propició dos secuelas para el personaje, llegadas ya en plena fiebre del "nuevo" cine de superhéroes. 

La primera de ellas, "Blade II", es desde mi punto de vista la mejor de la trilogía en cuanto a calidad se refiere. No es ninguna maravilla tampoco, pero es la que presenta una personalidad visual más marcada y es la única de las tres que fue dirigida por un "autor" (David S. Goyer, que realizó la tercera -horrorosa por cierto-, no me parece un autor en estos términos, por lo menos en lo que a dirección se refiere).

Guillermo del Toro se encargó de la nueva aventura del cazador de vampiros de Marvel y se recuperó de los batacazos artísticos de la horripilante "Mimic" y de la flojita "El Espinazo del Diablo". 

Entregó una película de acción bastante digna, con algunas precipitaciones en el guión, algo apresurado y como tantas veces con un desenlace forzado deprisa y corriendo (al director mexicano le ocurre a menudo esto, no sé por qué, pero le pasa en muchas de sus películas) y con personajes que podían haber dado bastante más de sí pero con una personalidad visual como he dicho marcada, caracterizada por una atmósfera oscura y un universo de tinte gótico en el que tienen una presencia importante los insectos o los seres emparentados con ellos (otra marca de la casa de Del Toro).

"Blade II" podría haber sido mejor, no se puede negar, sobre todo viniendo de un director que ha entregado maravillas como "Cronos" o "El laberinto del fauno" y sagas de acción tan solventes como la de "Hellboy". 

Sin embargo, la irregularidad es una característica habitual de la filmografía de Guillermo del Toro. Por una parte, tenemos como he dicho una personalidad visual clara y una historia que se sigue con dignidad. Por otra, tenemos un guión bastante simple (demasiado lineal, demasiado predecible, demasiado obvio) que se precipita en su parte final y unos personajes con carisma (bien interpretados de nuevo y ahora con Ron Perlman, actor fetiche del mexicano, haciendo un papel graciosillo) pero que no pasan del conflicto más básico. 

El nuevo villano de la función por otra parte, si bien tiene un mínimo de interés, tampoco le hace sombra al Stephen Dorff de "Blade", por lo que las comparaciones pueden llegar a ser odiosas. "Blade II" en conjunto, sin embargo, recupera a Del Toro de sus dos anteriores caídas y se erige como el colofón de calidad de su trilogía.

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