viernes, 2 de septiembre de 2022

KING KONG. LA PRIMERA GRAN PELÍCULA FALLIDA DE PETER JACKSON

KING KONG de Peter Jackson - 2005 - ("King Kong")

No sé qué le ocurrió a Peter Jackson después de terminar la trilogía de "El Señor de los Anillos" para haberse abandonado a tanto exceso y a tanta mediocridad. Sí, mediocridad. 

Siempre me ha gustado el concepto de cine de este director neozelandés que, en su primera etapa, supo incursionar con éxito en géneros tan dispares como el drama ("Criaturas celestiales"), el gore ("Braindead"), los filmes de marionetas ("El delirante mundo de Los Feebles") o la aventura épica (la mencionada "El Señor de los Anillos", que siempre reivindicaré como una de las mejores trilogías de este género del cine -no así la horrenda y posterior "El Hobbit" que el mismo Jackson se cargó-). 

Con "King Kong" metió la pata. Y la volvió a meter con "The Lovely Bones" y ya la terminó de meter con la mencionada "El Hobbit", que culminó en una tercera parte indignante que se pasaba por el forro la obra de Tolkien. 

"King Kong" es el principio del hasta ahora fin de la calidad en la obra del director. Es un ensayo de "El Hobbit". Es un mamotreto fílmico de nada más y nada menos que tres horas de acción, acción y acción lleno de incongruencias donde el colosalismo porque sí, la exhibición de efectos especiales a lo bruto y sin sensibilidad y la mencionada acción bestia es lo más importante y punto.

Peter Jackson no sabe, desde hace mucho, hacer una película que no sobrepase las dos horas. No puede. "King Kong" tiene tantas escenas de relleno que matan al espectador. Carreras, carreras, carreras y carreras. Y monstruos, y monstruos, y monstruos y monstruos. Y momentos que se cargan las leyes de la física sin miramientos en los que los protagonistas ya se habrían partido el cuello pero no... Ellos siguen corriendo tan frescos y les da todo igual. 

La trama se pierde en toda esta acción enfermiza y el espectador se aburre de sobremanera. Especialmente, toda la parte de la isla es infame. Y cuando digo infame es infame con mayúsculas. Ahora nos persiguen diplodocus. Ahora tiranosaurios. Ahora King Kong. Ahora vampiros enormes. Ahora gusanos gigantes. Y al final todo es para nada. Mueren cutremente los secundarios "carne de cañón" y nos llevamos a King Kong a Nueva York y siguen las persecuciones oooooooooooooootra vez. Y mientras no pasa mucho: apuntes argumentales para que la cosa avance algo y adiós muy buenas. 

La película, para colmo, tiene incongruencias por todas partes. King Kong no cabe en el barco en el que se lo llevan a Nueva York. No sé cómo leches se lo llevan, de hecho. Y todo el mundo anda loco con el gorila gigante de marras, pero pasan tres kilos de otros hallazgos como los mencionados dinosaurios o los gusanos gigantes, que son igual de espectaculares o más que el simio. Eso es coherencia.

Los actores están bien, todo hay que decirlo. Tienen carisma. Y la ambientación nostálgica también. Peter Jackson es un amante total del filme original de "King Kong" de 1933 y quería homenajearlo de forma sentida. Pero, como le pasa desde aquel año 2005, se le fue la mano completamente y se perdió en la desmesura. 

El remake de las desventuras del gorila gigantesco y mítico del autor de "El Señor de los Anillos" es soporífero, interminable, aburridísimo, sin sorpresas y por ello malo. El primer filme malo de este director. Por desgracia, no iba a ser el único... Su tónica como he dicho ha cambiado y para peor.

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