SPIDER-MAN: NO WAY HOME de Jon Watts - 2021 - ("Spiderman: No Way Home")
Estoy ante una reseña francamente difícil. Por todo lo que supone esta película para el Universo Cinematográfico de Marvel y por, a la vez, lo increíblemente delicado de su contenido.
De hecho, la vi el viernes pasado, y he querido esperar hasta hoy para colgar esto en el blog y, francamente, lo hago tratando de ir con pies de plomo. Porque "Spider-Man: No Way Home" es una de las películas más importantes de la saga a la que pertenece y porque posiblemente hoy todavía quede mucha gente por verla. Al final de la reseña tienen un "espacio para spoilers".
Esta tercera aventura de Spider-Man en solitario me ha hecho volver a ser un niño. Ha sido toda una experiencia en la sala del cine: un evento de los que hay pocos y que creo que marcará a toda una generación (o a varias). Muy recientemente tuvimos dos en su mundo: el de "Vengadores: Infinity War" y el de "Vengadores: Endgame". Puedo asegurar que la importancia de esta película está al mismo nivel.
Repite Jon Watts en la dirección, ya perfectamente acostumbrado a su saga, y repite el reparto esperable. Tom Holland está ya plenamente hecho a su papel de Hombre Araña y los secundarios que le rodean también. Y la historia... Pues en esta ocasión no puedo decir absolutamente nada de ella.
Sí puedo decir que estamos ante una película espléndidamente realizada, que tiene sus principales bazas en una capacidad constante para sorprender pero, también, en una trama lúcida y fantástica sobre dilemas profundos y sentimientos humanos con los que nos podemos identificar sin problemas (de hecho, lo haremos, y mucho, durante el metraje).
El reparto más allá de Holland está como he dicho excelente, las escenas de acción son geniales y dinámicas y poderosas, el encaje en el UCM de la historia es el adecuado y sus ramificaciones prometen y el punto entre drama y humor está perfectamente cogido (y además el conjunto tiene escenas que pasarán a la historia de Marvel en el cine -y no una ni dos, sino por lo menos seis o siete-).
"Spider-Man: No Way Home" es puro cine y es puro cómic hecho cine. Es también puro Marvel, y es una película creada con amor, con un amor infinito por su universo y por sus personajes y constantes. No se la pierdan por nada del mundo, y no esperen a que la quiten de las salas de cine: ahí, a oscuras y en pantalla grande, es donde hay que disfrutarla.
ESPACIO PARA SPOILERS:
Maravillosa es la capacidad de "Spider-Man: No Way Home" para abrir por fin el melón del multiverso de Marvel (ya abierto en sus series en la notable "What if?") y para hacerlo con tan buen hacer y tanta lucidez y cariño.
A los Spider-Man de Tobey Maguire y Andrew Garfield (pelos de punta cuando aparecieron ambos por primera vez y en varias de sus escenas posteriores) hay que sumar el rescate de Daredevil, la reformulación del horrendo Venom de Tom Hardy (metido de la manera más cutre inimaginable en el UCM y remendado con habilidad, por lo menos a priori) y también la promesa tras los créditos del Doctor Extraño de la mencionada "What if?".
"Spider-Man: No Way Home" es un sueño hecho realidad para millones de fans y una película redonda, sentida y entrañable que pasará a la historia por todos estos méritos y reuniones.
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