viernes, 16 de abril de 2021

LA SIRENITA. WALT DISNEY DEJA ATRÁS POR FIN SU PRIMERA ETAPA OSCURA

LA SIRENITA de John Musker y Ron Clements - 1989 - ("The Little Mermaid")

La llamada "Etapa Oscura" de los estudios de Walt Disney terminó en 1989, un año después justo del estreno de la irregular "Oliver y su pandilla", con la mítica "La Sirenita". 

La década de los ochenta, que había sido bastante mala para la compañía, la cual estuvo durante casi diez años encadenando fracaso tras fracaso (en mi opinión injustos casi todos) con películas infravaloradas como "Tod y Toby", "Tarón y el Caldero Mágico" o "Basil, el ratón superdetective", acababa sin embargo de forma inmejorable. 


"La Sirenita"
era una versión libre del cuento homónimo del escritor danés Hans Christian Andersen. Se suavizaba y hasta se edulcoraba el contenido original y, en algo que fue y es tremendamente criticado, se impuso un final totalmente feliz que el cuento original no tenía. 

A pesar de ello, "La Sirenita" de Walt Disney es una absulota delicia. El filme sentó las bases de lo que serían las posteriores películas del estudio "La Bella y la Bestia", "Aladdin" o "El Rey León": el musical volvió a tener una presencia básica en la historia, que presentaba a heroínas por fin bastante decididas e independientes. 

Aunque seguía existiendo una fuerte presencia de personajes "de la realeza" (la propia Ariel, Jasmine de "Aladdin", el mismo "Rey León"), los mensajes se centraban en la búsqueda de la libertad, la solidaridad, la justicia, la amistad o el amor (aunque esto ya empezó a ocurrir con clásicos como "101 Dálmatas", "Merlín el Encantador" o "El Libro de la Selva" o incluso en la mencionada "Tod y Toby"). 

En el caso de Ariel, el personaje era incluso descaradamente sexy, muy sexy (algo bastante novedoso en una película de Walt Disney).

"La Sirenita", animada además espléndidamente (tanto los personajes como los fondos son un prodigio del detalle y de la imaginación), tenía un ritmo trepidante en el que se combinaba perfectamente la pura aventura con el drama. 

Había por supuesto un toque romántico y otro cómico (sus secundarios eran fantásticos, en especial el inolvidable Sebastián, un personaje mítico). 

Por otra parte, la villana de la función, la malvada Úrsula, que de pequeño me dama un mal rollo impresionante (y que me lo sigue dando) es una de las mejores antagonistas de toda la historia de los estudios de Walt Disney.

"La Sirenita" es una joya y hoy es un clásico indiscutible. Fue además un taquillazo y con ella comenzó una nueva "Edad de Oro" para la compañía que duró diez años, hasta 1999, cuando se estrenó "Tarzán".

No hay comentarios:

Publicar un comentario