sábado, 27 de junio de 2020

TREN A BUSAN. UNA PELÍCULA DE ZOMBIES Y ACCIÓN DE CALIDAD SUPREMA


TREN A BUSAN de Yeon Sang-ho - 2016 - ("Train to Busan")

Yeon Sang-ho, uno de los últimos maestros de la animación surcoreana, se desmarcó del drama de crítica social de sus dos primeras películas, las soberbias "The King of Pigs" y "The Fake", para rodar dos de zombies. Dos. Una de animación y otra que fue su primera obra de imagen real. 

"Tren a Busan" se estrenó en Corea el Sur en julio de 2016 y "Seoul Station" en el siguiente mes de agosto para pasar juntas al poco tiempo a occidente con un éxito rotundo, y ambas pertenecen a la misma saga porque la segunda, aún siendo una historia independiente, es una precuela de los hechos que ocurren en la primera. 


Las dos siguen manteniendo de sobra la línea de calidad impecable de las anteriores, aunque la mencionada precuela, sobretodo comparada con la primera, resulte algo más floja y menos sorprendente. 

"Tren a Busan" es una de las mejores películas de zombies de los últimos años sin ningún tipo de discusión. Y miren que hay películas de zombies: estamos sumidos desde hace más de una década en una moda de ficción de muertos vivientes que, aunque ha perdido ciertamente fuerza ya, tiene visos de continuar.

Realmente, "Tren a Busan" no innova casi nada dentro de su género (que por otra parte puede que sea uno de los menos abiertos a la innovación que existen a estas alturas), pero está tan exquisitamente bien hecha que eso da completamente igual.


Un grupo de personas normales y corrientes ha de sobrevivir a una pandemia de infectados salvajes dentro de un tren.

Todo es delicioso: desde el retrato hondo y ambiguo de personajes, de toda clase y condición y especialmente de toda moral, hasta la moraleja, que viene a ser por enésima vez la de que el hombre es un lobo para el hombre mucho peor que cualquier tipo de zombie, pero lúcidamente recreada y tratada, con limpieza y sin explicaciones baratas y también sin moralinas de ningún tipo.

La acción de "Tren a Busan" es una delicia: frenética, vertiginosa, llena de escenas de tensión sublimes, de persecuciones que ponen el corazón en un puño, de luchas sangrientas cargadas de garra y de realismo y de claustrofobia excelentemente explotada.


Solamente escenas como la de las escaleras mecánicas deberían hartarse de premios y premios porque ponen por completo los pelos de punta.

Y con unos efectos especiales magistrales, de altura, y unas interpretaciones fantásticas y entregadísimas.

Yeon Sang-ho ha sabido cambiar de medio y demostrar que se mueve tanto en la animación como en la imagen real como pez en el agua. Imprescindible para los fans del género y para cualquier amante del buen cine, sea de terror o no. Mañana, su precuela.


2 comentarios:

  1. The fake me gustó mucho.............esta menos, pero por el entorno cuanto menos es original. Un buen dúo de films para una tarde.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola.
    Del autor no he visto más que Train to Busan pero me encantó. Aparte de la escena de las escalera mecánicas, pasas mucho miedo y ansiedad cuando intentan pasar de vagón a vagón. También destaco la interpretación actoral, muy realista y llena de matices con el antagonismo de personalidades, sobre todo, la diferencia entre el carácter honesto de la niña y el padre con respecto a, por ejemplo, el hombre de negocios, que no tiene ningún buen principio. Como bien dices en la reseña se trata del típico zombi de nuevo tipo, los que corren y son tan violentos, y de igual modo, los efectos y el guión son tan buenos que merece la pena verla por segunda vez.
    Saludos

    ResponderEliminar