lunes, 29 de junio de 2020

LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ. LA METÁFORA DEL MÉXICO DE CARLOS FUENTES


El mexicano Carlos Fuentes es uno de los más grandes representantes del "boom sudamericano". Intelectual, ensayista, guionista de cine y diplomático (su padre también lo fue), ejerció como embajador de su país en Francia y viajó por numerosas naciones a lo largo de su vida.

De su extensa producción novelística, "La muerte de Artemio Cruz" es una de las obras más destacadas y la tercera de ellas.

Está situada tras su célebre debut, "La región más transparente", novela muy experimental, y tras su segunda obra, "Las buenas conciencias", que seguía una estructura mucho más clásica.


Aparecida en 1962, la tercera novela de Carlos Fuentes es una novela profundamente política y que realiza una brutal disección del México de su momento.

Esta política y este retrato de su país están siempre presentes en sus obras. Pocos escritores mexicanos han sabido captar con tanta precisión y agudeza el alma de su tierra.

"La muerte de Artemio Cruz" narra la vida del hombre que le da el título, un gran empresario y político mexicano que, en su lecho de muerte, rememora sus mejores y peores momentos.


En gran parte, Artemio Cruz me recuerda al Pedro Páramo de Juan Rulfo. Las novelas de cada uno no tienen nada que ver, pero sí que cuentan, ambas, la historia de un hombre poderoso y podrido y sí que contienen, ambas (así como "El llano en llamas", también de Rulfo) un retrato de cómo las revoluciones mexicanas fracasaron y convirtieron a los que participaron en ellas en personas idénticas a las que querían derrocar.

Ésta novela es sin embargo totalmente realista, y, además, alterna el espacio urbano con el espacio rural, mientras que la obra maestra del mencionado Rulfo está emparentada con los elementos mágicos y se ambienta por completo en el campo profundo de México.


"La muerte de Artemio Cruz" es como he dicho una novela experimental. No tiene capítulos marcados y alterna constantemente una narrativa con reglas convencionales con monólogos en los que fluye el pensamiento en plena libertad.

Además, salta, y sin orden, desde el presente hacia el pasado para reconstruir la vida del protagonista, que se encuentra para colmo moribundo y delirando (por lo que muchos de sus monólogos interiores pueden imaginar cómo están narrados).


Artemio Cruz es un personaje completamente deleznable. Es un gran cacique urbano corrupto, manipulador, represor. Tiene dinero, tiene empresas, tiene influencias que extienden sus raíces a la alta política de todo el país.

Es metódico, soberbio, zafio, despiadado y culpable de la pobreza de muchas personas. Ni siquiera tiene una buena relación con su familia, que le odia, aunque vive, y muy bien, de su gigantesca riqueza.


No fue Artemio Cruz, sin embargo, siempre así. En la narración, saltando como he dicho a través del tiempo, conoceremos al Artemio joven, al Artemio que lucho en los ejércitos revolucionarios y que conoció el amor verdadero en aquellos tiempos.

El protagonista de la novela de Fuentes puede interpretarse, pienso, como una metáfora del propio México, de su devenir histórico entre el final del siglo XIX y el siglo XX hasta los comienzos de su segunda mitad.

"La muerte de Artemio Cruz" es una novela dura de leer a veces por su complejidad, pero muy lúcida, muy crítica, y con una historia llena de sorpresas inesperadas que ponen los pelos de punta.



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