domingo, 10 de mayo de 2020

MARTÍNEZ EL FACHA. EL RETRATO BRUTAL DEL FRANQUISMO QUE SE RESISTÍA A MORIR


De la revista "El jueves" salieron cientos de personajes inolvidables que fueron, durante décadas, un retrato certero de la España que pasó a la democracia en los años setenta y que se asentó en ella, con sus problemas y contradicciones, en los ochenta y en los noventa.

Uno de los más icónicos de la publicación fue y es todavía "Martínez el Facha", creado por Joaquim Aubert Puigarnau (conocido como Kim).

Cuenta él mismo que, en 1977, cuando se publicó el primer número de "El jueves", se repartieron entre sus autores a los personajes que iban a salir con una cierta continuidad en sus páginas. Como él era por aquel entonces bastante menos conocido que ahora, se tuvo que conformar con el que le tocó: un facha. 


La dirección quería sí o sí a ese tipo de personaje en una de las historietas habituales del medio: era un ser muy, muy propio de aquellos años. Y a Kim no le hacía especial gracia encargarse de sus tiras porque hacía no mucho habían puesto una bomba en "El Papus", otra de las revistas fundamentales de la Transición.

De esta historia surgió Martínez el Facha, un personaje mítico del cómic español que, a pesar de que nunca fue el más querido de su autor ("Nunca le he tenido mucho cariño", dijo), le ayudó de forma decisiva a poder comer del oficio de escritor y dibujante.


Hoy en día la palabra "facha" ha trascendido su significado original, dedicado a designar a las personas de ideología fascista y en especial, en aquella Transición, a los nostálgicos del régimen de Franco que no aceptaban que todo había ya cambiado.

Algo similar ha ocurrido con la palabra "nazi", que, al igual que "facha", se usa para criticar ya de forma genérica una actitud autoritaria, intransigente, dictatorial, prejuiciosa o brutal, actitud que está presente en todo tipo de ideologías además.


Los fachas de hoy tal vez son muy diferentes a Martínez, pero Martínez fue un personaje muy extendido y muy real en la España de finales de los setenta y de todos los años ochenta. Muchos llegaron vivos hasta los años noventa, y algunos incluso entraron en el nuevo siglo.

Yo nací en aquellos ochenta y fui un niño prácticamente toda la década de los noventa, pero recuerdo lejanamente a algunos de aquellos fachas primigenios. Los que fueron adolescentes en los tiempos de la Movida, por ejemplo, los recuerdan con más claridad.


Martínez, de nombre Florentino, es un empresario que no acepta el fin de la dictadura de Franco y que odia el mundo de libertades y de apertura en el que le ha tocado vivir la segunda mitad de su vida.

En cada capítulo, como es la norma de muchos cómics españoles de humor desde los tiempos de las revistas "Pulgarcito" o "Tío Vivo", Martínez intenta llevar a buen puerto un plan absurdo que suele salirle fatal.


Martínez suele ser además acompañado por una caterva de personajes también muy propia del momento y que representa a todos los restos de la vieja sociedad franquista que se resistía a morir: tenemos desde empresarios a militares pasando por curas, miembros de la nobleza o aprovechados que intentan acercarse a las ideologías de derechas para sacar rédito de ellas.

De entre todos, destacan el Señor Morales, un empresario sin escrúpulos que se arrima siempre al fuego que más calienta, el mini-Hitler Adolfito, el nieto del protagonista, Francisquito, o el padre Bocquerini, un sacerdote argentino que se largó a España al llegar también la democracia a su país.


El dibujo de Kim es feísta y exagerado, y su humor es grueso, lleno de tópicos conscientes, brutal y cínico. No creo que, a finales de los años sesenta y a principios de los ochenta, sentase bien esta historieta a mucha gente nostálgica de Franco: debió de escocer, y bien.

"Martínez el Facha" fue un éxito total que estuvo en la parrilla de "El Jueves" desde aquel 1977 hasta 2015, cuando el personaje había ya, en parte, perdido su actualidad. Muchos fachas de la época en la que él se hizo famoso ya habían muerto o ya no eran reconocibles o, por lo menos, no estaban tan presentes a pie de calle en aquella forma y con aquel contexto.


Como puntillita irónica, Martínez y sus amigos se fueron en su última aventura de 2015 a vivir a Venezuela para asesorar a Nicolás Maduro. Un giro como he dicho irónico y cargado de dobles significados muy, muy acertado para despedirlos.

Sin embargo, y en "El Jueves" ya lo avisaron, Martínez el Facha volvería de vez en cuando, y sus apariciones intermitentes no cesaron a pesar de todo para, finalmente, retornar de forma definitiva. Hay personajes tan icónicos que parecen no pasar de moda, no sé si decir por suerte o por desgracia.

"Martínez el Facha" ha sido recopilado en muchos tomos. Es una parte indisoluble de la historia de las últimas décadas de España y un retrato perfecto de una sociedad convulsa y oscura.


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