miércoles, 25 de marzo de 2020

BLACK MIRROR: WHITE CHRISTMAS. LA SERIE EMPIEZA A REPETIR CONCEPTOS


BLACK MIRROR. WHITE CHRISTMAS de Charlie Brooker - 2014 - ("Black Mirror")

Mientras llegaba la tercera temporada de "Black Mirror", se lanzó "Black Mirror: White Christmas", un especial navideño de 2014 para ir abriendo boca.

Tristemente, aquí Charlie Brooker hiló un poco menos fino. "Black Mirror: White Christmas", sin ser una mala nueva entrega de esta saga, marca, desde mi punto de vista, sus primeros signos de agotamiento. 


Una vez más, nos encontramos ante una distopía bastante cercana en el tiempo en el que las personas vuelven a ser presas de la tecnología punta más delirante muchas veces de forma voluntaria. En este mundo deshumanizado, dos personajes celebran una extraña Navidad... Y no cuento nada más.

Los asuntos vuelven a ser los de siempre: la mencionada deshumanización, el dominio del individuo por parte de las redes sociales, la discusión sobre los implantes tecnológicos en el cuerpo de las personas, la inteligencia artificial y sus lados más oscuros, la manipulación, la realidad virtual, la sociedad de las apariencias y la hipocresía, la incomunicación en la era de la comunicación, la justicia brutal y despiadada y las relaciones personales variadas en estos ámbitos.


Aquí, sin embargo, todo está bastante más visto y trillado, y el mundo de estas "Navidades blancas" es ya un refrito de los mundos que hemos visto en los otros capítulos de la serie.

En definitiva: la originalidad se está empezando a ver resentida, y esto es algo que se notaría ya a partir de aquí cada vez con más evidencia.


Insisto igualmente: este especial navideño no es un episodio malo, pero ya no dice demasiado nuevo y, además. sus conceptos empiezan a sonar ya demasiado artificialmente rocambolescos (la técnica para "bloquear a las personas" tiene muchas lagunas, así como la inteligencia artificial "forzada" que no se rebela contra el hombre... ambos conceptos convencen mucho menos ya, suenan mucho menos reales, mucho menos posibles).

"Black Mirror: White Christmas" tiene muchos aciertos, de todas formas. El reparto está en estado de gracia, el humor cínico y cruel que destila el conjunto es genial, las escenas pesadillescas ponen de verdad los pelos de punta y la trama sigue teniendo momentos verdaderamente interesantes y con capacidad visionaria. Eso no se lo quita nadie a Brooker. 


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