jueves, 21 de noviembre de 2019

BATMAN: AÑO UNO. MILLER REINVENTABA AL HOMBRE MURCIÉLAGO... OTRA VEZ


BATMAN: AÑO UNO de Frank Miller y David Mazzuchelli - 1988 - ("Batman: Year One")

Un año después de la mítica "El regreso del Señor de la Noche", Frank Miller volvía a la carga con otra de sus más grandes historias del Hombre Murciélago: "Batman: Año Uno".

Y si en la primera se dedicaba a retratar a un Batman de capa caída que debía coger fuerzas de flaqueza para luchar de nuevo contra el mal, ahora retrataba a un joven Bruce Wayne que volvía a Gotham para tratar de buscar una forma de salvarla.


"Batman: Año Uno" sí estuvo dentro de la serie de Batman y ocupó, en 1987, los números del 404 al 407 de su colección. Ahora, Miller no dibujaba: lo hacía un esplendoroso David Mazucchelli, con el que él ya había trabajado en Daredevil, y daba al cómic una personalidad única.

Los protagonistas principales eran un joven comisario Gordon y un joven Bruce Wayne. Los dos llegaban a  Gotham para encontrar un nido de corrupción, con la policía podrida y con la mafia haciendo lo que le daba la gana. Los dos empezaban como fuerzas opuestas. Y los dos tenían contactos primerizos con otro joven llamado Harvey Dent. Se imaginan lo que viene.


El ejercicio de síntesis es perfecto, pero no se queda solamente aquí: aporta nuevos puntos de vista, revitaliza situaciones y personajes y da un soplo de aire fresco tremendo a toda la serie en solamente cuatro escasos números.

Muchas de las ideas del gran "Batman Begins" de Christopher Nolan están sacadas de este cómic legendario (que intentaron adaptar sin éxito -y por suerte- Joel Schumacher y Darren Aronofsky). También otras de los dos "Batman" de Tim Burton.



"Batman: Año Uno" es, gracias al tempo de Miller y al dibujo realista y estilizado de Mazzucchelli, puro cómic negro. La disposición elegante de la viñeta, la ambientación oscura y gris, dan una Gotham muy diferente a la de "El regreso del Señor de la Noche", más desaforada y fantástica (e igualmente genial y personal).

Ayuda una trama detectivesca en la que se van definiendo los comienzos de personajes clave de la franquicia como los mencionados protagonistas o una absolutamente genial Catwoman (la otra gran sorpresa del cómic). También se introduce al capo Carmine Falcone, que llegaría a ser otro de los grandes caracteres de la saga.


Sin embargo, esta miniserie tiene también todo el optimismo y la vitalidad de los mejores viajes iniciáticos. Agilidad, acción, un toque de humor, energía. También se distancia aquí de la crepuscular "El regreso del Señor de la Noche".

Los diálogos son una delicia, y se combinan perfectamente con la voz en off que tanto le gusta a Miller (y aquí no abusa de ella, en absoluto, lo cual es de agradecer) y con las escenas de lucha, las dramáticas y las humorísticas.

Con "Batman: Año Uno" la carrera del creador de "Sin City" y "300" seguía viento en popa y a toda vela y la transformación final del Hombre Murciélago en el personaje oscuro que es actualmente (y que realmente era en sus inicios) terminaba de encumbrarse. Imprescindible.


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