Escritor. Creador de la tira cómica "Coaching para esclavos". Cinéfilo, melómano y superdotado con TDAH. Hablo por aquí de películas, series, libros o cómics que me gustan. También estoy en Twitter (@torres_criado), en IG (josetorrescriado) y en Bluesky (@josetorrescriado.bsky.social).
miércoles, 7 de agosto de 2019
LOS OTROS SUPERMAN IV: SUPERMAN IV, THE QUEST FOR PEACE
Después del fracaso de crítica de la horrenda “Superman III”, Christopher Reeve aseguró que no volvería nunca más a encarnar al personaje que le había hecho famoso, pues no quería encasillarse (aunque por desgracia para él acabó ocurriendo todo lo contrario).
Como la moda de Superman no había aún terminado, la Warner decidió encargar a Jeannot Szwarc (irregular director de “joyitas” como “Tiburón II” y de cosas más apreciables como “En algún lugar del tiempo”) el rodaje de la horripilante “Supergirl”, que apareció en 1984 interpretada por Helen Slater y con Faye Dunnaway como la villana de turno.
No tuvo el éxito esperado, y, finalmente, se acordó rodar la cuarta entrega de la saga de Superman. Reeve volvió a su papel a pesar de lo que aseguró (un aumento de sueldo puede con casi todo), y también volvió Gene Hackman a interpretar a Lex Luthor (lo cual fue toda una sorpresa).
La película fue encargada a Sidney J. Furie, un director ya muy mediocre, y el resultado fue del todo deplorable.
Estamos en los últimos años de la Guerra Fría y el guión, escrito para niños pequeños y bastante demagogo, pone a Superman a mediar entre los USA y la URSS mientras que Lex Luthor conspira para que estalle la Tercera Guerra Mundial.
Ni Reeve ni Hackman se creen ya sus respectivos papeles: se les ve cansados de sus personajes, excesivamente gesticuladores y, por momentos, incluso patéticos. Se les nota demasiado que se toman la película como un trabajo de encargo.
Las escenas de acción son realmente malas, e incluso los efectos especiales han empeorado. Ningún personaje aporta nada, ni tampoco el horrible nuevo villano: Nuclear Man, una suerte de He-Man estúpido que sólo sabe berrerar y destrozarlo todo.
El filme dura, además, unos escasos noventa minutos. Realmente, da la sensación de que “Superman IV” es un capítulo de una serie de televisión sobre Superman, no la cuarta entrega de una saga que destrozaron impunemente.
Tal vez sea una cinta algo más aguantable que la tercera parte porque falta ese detestable humor que la hizo tristemente célebre y ese secundario cómico encarnado por aquel horroroso Richard Pryor.
Sin embargo, no deja de ser lo que es: una bazofia, un triste colofón para una saga que tuvo que esperar casi veinte años para volver a surgir con una mínima calidad de la mano de Bryan Singer y su injustamente infravalorada y vilipendiada "Superman Returns".
Después de “Superman IV”, Christopher Reeve sufriría su famoso y desgraciado accidente que le dejó en una silla de ruedas hasta su muerte, el 10 de octubre de 2004.
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