lunes, 4 de marzo de 2019

SPIDER-MAN II. RAIMI MEJORA LOS FALLOS DE LA PRIMERA PARTE Y PULE SU SAGA


SPIDER-MAN II de Sam Raimi - 2002 - ("Spider-Man II")

Dos años después del gran éxito de “Spider-Man” llegó a los cines su secuela, una película que, sin ser una maravilla en mi opinión, mejoraba en algunos aspectos los fallos de su primera parte y que, como ésta, volvió a arrasar en las salas.

Repite en “Spider-Man II” casi todo el equipo de la anterior entrega, y no hay cambios ni en el reparto principal ni en la dirección.


Raimi enmienda en parte la infantilidad que imprimió a su antecesora y la mediocridad de su planísima trama y consigue una historia más seria y compleja, unas mejores y hasta cierto punto más imaginativas escenas de acción y, lo que es más importante, un villano con algo más de carisma y más parecido al original que el olvidable Duende Verde cutremente robotizado de la anterior: el mítico y espectacular Doctor Octopus, al que da vida con gran solvencia Alfred Molina. 


Por desgracia, siguen quedándosele cosas en el tintero que de nuevo impiden que la película alcance la cota de “seriedad” que su protagonista se merece, por lo que todo el conjunto vuelve a caer en el error de base de la primera “Spider-Man”, el de la mencionada infantilidad que se respira en toda ella.

Peter Parker, a pesar de los esfuerzos del director por mostrarle como un perdedor atormentado, sigue siendo el personaje infantil de aquella porque sigue sin tener el cinismo, el humor irónico y el cierto pesimismo que caracteriza al verdadero héroe/antihéroe de las viñetas.


Por otra parte, la trama se mueve entre momentos realmente acertados en los que se aprecia la mejoría antes comentada (los que desarrollan la creciente enemistad de Parker con su amigo Harry, los que muestran el conflicto interior del Doctor Octopus, la excelente escena del tren…) y otros verdaderamente ridículos, como algunos de su antecesora (la “lucha” de la tía de Parker contra Octopus -¿se supone que tiene que hacer gracia?-, el inicio del filme que muestra a Parker haciendo chorradas –hay maneras más sutiles de sugerir que las cosas no le van bien-…).

“Spider-Man II” resulta un filme entretenido en todo momento, aunque sigue, en mi opinión, siendo fallido, ya que Raimi, una vez más, no se lo tomó en serio. El horror de “Spider-Man III”: mañana.


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