"Perdidos" va a ser posiblemente la serie norteamericana más popular y recordada de la pasada década, como "Twin Peaks" o "Expediente X" lo fueron para los ochenta o los noventa respectivamente. Y lo va a ser por diversos factores: ha sido la punta de lanza de la última revolución de las series, ha tenido seis años enganchado a más de medio mundo capítulo a capítulo, ha suscitado debates y teorías sin descanso y tiene un final que nunca va a dejar de desatar la polémica.
La serie estrella de J.J. Abrams, Damon Lindelof, Jeffrey Lieber y Carlton Cuse tiene todos los ingredientes para ser un clásico rotundo (bueno, ya lo es). Primeramente, siendo de aventuras y de ciencia ficción, toca muchísimos más palos: el homenaje a Robinson Crusoe, los fenómenos increíbles, los monstruos, las sectas, las conspiraciones, las predicciones del futuro, los viajes en el tiempo, los bucles temporales, las posibilidades de los "what if", los enigmas del Mundo Antiguo, la inmortalidad, la llegada del fin del mundo, los intercambios de cuerpos o los fantasmas y el más allá.
Por otra parte, sus personajes, de todos los continentes, tocan una gigantesca variedad de situaciones, frustraciones y conflictos vitales: relaciones de pareja, de amistad y paterno y materno-filiales; culpabilidad, lucha entre ciencia y fe, adicciones varias (drogas, alcohol y comida), soledad, complejos, locura, guerra, redención, avaricia y sed de poder, atracción entre hermanos, los fantasmas del éxito, diferentes conceptos de justicia, traumas infantiles, altruísmo, conflictos de liderazgo o la enterna lucha del bien contra el mal.
"Perdidos" es un compendio de los grandes temas de la ciencia ficción y de las historias fantásticas y también de una grandísima parte del drama humano universal. Por desgracia, la serie también va a pasar a la historia por tener uno de los desenlaces (y una de las temporadas finales) más polémicos: para muchos es perfecto, para otros es imperfecto pero coherente, para otros es solvente y para otros es un timo con todas las letras.
Mi opinión sobre el conjunto de la serie se sitúa en la línea intermedia: "Lost" tiene un comienzo espectacular, un ecuador que sabe mantener el interés (aunque empieza a ser invadido por las lagunas) y un desenlace bochornoso y del todo insatisfactorio. ¿Merece la pena? Pues creo que sí, porque creo que la mayor parte de la obra ofrece más cosas buenas que malas a pesar del horrible sabor de boca que deja su final.
Hoy, analizo sus dos primeras temporadas: las que, desde mi punto de vista, considero las mejores. Las mágicas. Las que nos marcaron y las que tenían los mejores personajes y las mejores incógnitas.
PRIMERA TEMPORADA
"Perdidos" comienza con uno de los mejores capítulos piloto de la historia. Para los anales ha quedado ese episodio doble con el brutal accidente de avión y con los primeros contactos entre unos personajes con un carisma apabullante. En la primera y genial temporada de la serie, la acción va a centrarse en desarrollar a estos personajes y sus vidas antes de la llegada a la isla y en presentar montones de enigmas que atraparán irremisiblemente al espectador (un monstruo asesino que nadie ve, extrañas sintonías de radio, susurros en la jungla, osos polares en un clima tropical, una escotilla cerrada a cal y canto en medio de la selva, una avioneta destrozada en un árbol, dos cadáveres que parecen ser casi prehistóricos...).
Jack, Kate, Sawyer, Locke, Sayid, Hurley, Charlie, Claire, Michael y Walt, Jin y Sun... Todos estos caracteres son ya míticos y, en la primera temporada, se ganan el cariño del espectador sin problemas. Por otra parte los Otros, los antagonistas de la función, al igual que el monstruo, no son mostrados (salvo en el inicialmente misterioso y breve personaje de Ethan), sino sugeridos, hasta el final de la propia temporada, que sólo incita a comenzar de inmediato con el primer capítulo de la segunda.
La narración es pausada y el equilibrio entre acción, introspección, drama y hasta comedia es perfecto. Los personajes están desarrollados hasta el más mínimo detalle, y los que menos aprovechados están (Boone y Shannon) tienen también un pasado que mostrar mínimamente interesante. La muerte del referido Boone por culpa de Locke crea el primer "trauma" de la serie y deja bien claro que cualquiera puede abandonarla en cualquier momento y de la manera menos esperada, poniendo en guardia al espectador.
Prácticamente lo único que se le puede achacar a esta temporada son los mencionados personajes de Boone y Shannon, mal explotados, ya que su relación daba para mucho y se quedó prácticamente en nada (el de Ian Sommerhalder es bastante soso y el primer interés que suscita es, tristemente, su inesperada muerte -básica para el devenir futuro de Locke-, mientras que el de Maggie Grace prometía tras este trauma como "lostie" que se haría fuerte en la serie pero, por desgracia, apenas pasaría de los primeros capítulos de la segunda temporada). Quitando esto, el inicio de "Perdidos" es perfecto y ya legendario.
SEGUNDA TEMPORADA
Criticada y tachada por algunos de repetitiva, la segunda temporada de la serie se me sigue antojando perfecta. Siguen los enigmas (más suposiciones sobre los Otros, el pie de la estatua rota con cuatro dedos, las "teclas del fin del mundo" en la escotilla, el origen de Desmond) bien dosificados y también siguen desarrollándose los personajes principales y redondeando sus identidades.
Por otra parte, se presentan a los viajeros de la cola del avión, un plantel de caracteres genial que, por desgracia, apenas pasaría de esta temporada. Se presenta también a uno de los grandes personajes de la serie, Benjamin Linus, cuya aparición es sencillamente estelar, y, finalmente, las muertes de Ana Lucía y Libby a manos del traidor Michael (que pasaría a ser uno de los protagonistas más odiados) suponen un auténtico e inesperadísimo "shock" para el espectador.
A pesar de ser, tal vez, demasiado larga y con algo de exceso de flashbacks, la segunda temporada de "Perdidos" resulta igual de cautivadora que la primera gracias a una historia muy equilibrada en todos sus elementos (acción, introspección y drama) y que avanza claramente al primer encuentro verdaderamente violento con los Otros que se dará en la tercera.
Como dije, los personajes de la cola del avión son una explosión de carisma que enriquecen el campamento de los supervivientes. Presentados en un capítulo apoteósico ("Los otros 48 dias") Ana Lucía viene a ser una suerte de Jack más violento, Mr. Eko un genial contrapunto de John Locke, Libby el complemento ideal e inesperado de Hurley y Bernard un secundario apreciable que desde este momento aparecerá de manera intermitente junto a su mujer Rose.
Queda además un último personaje por presentar: el querido por todos Desmond (uno de los caracteres más apreciados por los fans), que, aunque tendrá sus momentos dorados a partir de la tercera temporada, ya resulta también una bomba de carisma.
El único pero de la temporada viene con la muerte precipitada de Shannon, otro personaje que con Boone se queda sin desarrollar bien (por desgracia, a partir de ahora no van a ser los únicos), ya que sólo está justificada para introducir a los viajeros de la cola del avión con un conflicto que se podría haber colocado de otra forma.
Las muertes de Ana Lucía y Libby sí las veo, en cambio, más lógicas. La primera queda mucho mejor cerrada que Shannon (muchos más flashbacks y una despedida final de Mr. Eko en forma de fantasma) y la segunda deja de golpe a Hurley sin la que es probablemente la única mujer importante que ha habido en su vida. Fallos como el del precipitado final del personaje de Maggie Grace aparte, el segundo conjunto de capítulos de "Perdidos" es genial en todos los aspectos. Mañana, hablaré de la tercera y la cuarta temporadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario