LOS MERCENARIOS II de Simon West - 2012 - ("The Expendables II")
"Los Mercenarios II" me gusta todavía más que la primera parte, y eso que su argumento ya está en esta ocasión reducido a lo casi esquemático para ofrecer una total y absoluta orgía de acción loca y cachondeo padre con la que yo por lo menos me lo he pasado siempre muy pero que muy bien.
Stallone pasa la batuta de la dirección a Simon West, que ejerce su labor con funcionalidad, para dedicarse ya sólo a protagonizar la segunda parte de su homenaje al cine de acción ochentero y noventero, en el que hay una triste baja, la de Mickey Rourke, y en el que Jet Li, no sé debido a qué, aparece poco más de diez minutos.
Sin embargo, estos dos hechos se subsanan con las dos nuevas adquisiciones estrella del filme: Jean-Claude Van Damne, que hace de malo malísimo de la función y que además lo hace con gracia y con carisma, y el inefable Chuck Norris, que hace de Chuck Norris, es decir, de ser absolutamente omnipresente y omnipotente.
Si a esto le sumamos que hay otro nuevo mercenario joven en el grupo interpretado por Liam Hemsworth que cumple bien con su papel y que Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger tienen mucho más protagonismo que en la primera parte y por fin protagonizan escenas de acción, se pueden imaginar que el delirio está servido.
En "Los Mercenarios II" casi todo lo que ocurre es, absolutamente, por la cara. Sí, por la cara. Hay una venganza de fuego, y unos malos muy malos, y unos buenos muy buenos, y fanfarronería, y camaradería bastarda, y homenajes y parodias incesantes, y frases míticas que no paran de surgir y por supuesto un espectáculo pirotécnico donde todo revienta y explota indiscriminadamente. Eso es lo que queríamos, ¿no? Por lo menos, eso es lo que yo buscaba, y me lo han dado.
Ver a Stallone, Willis y Schwarzenegger disparando juntos es de órdago, ver a Van Damne haciendo su patada voladora a los mercenarios es de órdago, ver a Chuck Norris matando a ejércitos enteros él solo sin recibir un rasguño es de órdago, ver a Dolph Lundgren haciendo bromas sobre su vida personal es de órdago y ver al mencionado Schwarzenegger con un puro subido en una excavadora y apareciendo de la nada para salvar la situación es de órdago.
Sí, la película sin estos protagonistas sería posiblemente una bazofia, pero afortunadamente tiene estos protagonistas, y yo me lo paso siempre teta, pero teta teta con "Los Mercenarios II".
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