ROBIN HOOD de Ridley Scott - 2010 - ("Robin Hood")
Después de dos maravillosas obras maestras como son "American Gangster" y "Red de mentiras", a Ridley Scott le toca de nuevo otro viajecito por la irregularidad. Es la marca de la casa, por desgracia (e incomprensiblemente, porque este director, cuando está inspirado, es capaz de lo mejor de lo mejor).
Tras estas dos mencionadas joyas, entregó su versión de "Robin Hood", que voy a comentar hoy; "Prometheus", que ya comenté en este blog cuando hablé de la saga de "Alien" y que para mi fue un fracaso artístico decepcionante (aunque la película tiene tantos amantes como detractores); otra maravilla como fue "El consejero" y, justo después, una cosa floja e inconsistente como fue "Exodus".
Ridley Scott es así: impredecible para bien y para mal. Sin embargo, su "Robin Hood" de 2010 para mi puede considerarse una buena película en todos los aspectos. Es cierto que no tiene la espectacularidad épica de otras obras históricas de su autor como "Gladiator", pero desde luego que me parece un filme más que destacado y muy interesante.
La historia de Robin Hood bucea en los inicios del héroe (fórmula en aquellos años de moda desde el "Batman Begins" de Christopher Nolan) y delinea su retorno a Inglaterra tras el fracaso de su carrera como supuesto héroe, valga la redundancia, en las Cruzadas, y con este retorno sus primeras aventuras antes de alcanzar la fama.
Rusell Crowe, correcto y más que solvente en todos los aspectos, da vida a este Robin Hood, y le acompaña un plantel de secundarios igualmente solventes entre los que destaca una buena Cate Blanchet y un villano excelente al que da vida Mark Strong.
La trama, bastante extendida en más de dos horas, no se hace lenta y no deja de interesar, y el aspecto visual, viniendo de quien viene, es más que notable.
Este "Robin Hood" de Ridley Scott retrata una acertada Edad Media sobria, sucia, seca, sin demasiada épica salvo la justa y necesaria. Se aleja en este sentido de, por ejemplo, la Roma esplendorosa de la mencionada "Gladiator" y se acerca más a obras como "Robin y Marian" de Richard Lester.
El drama está bien llevado, los diálogos cumplen, los personajes tienen un buen desarrollo y la trama no se pierde en aventureo barato ni tampoco en dramatismo estéril. No es la mejor película de Ridley Scott, pero desde luego que es una buena película.